La gestación normal en la perra suele durar 56-58 días desde el primer día de diestro, 64-66 días desde el aumento inicial de la progesterona (en general >2 ng/mL) o el pico de LH, o 58-72 días desde el primer momento en que la perra aceptó la monta. El parto en la gata se produce alrededor de los 64-66 días desde el pico de LH desencadenado por la cópula.
Pronosticar la duración de la gestación sin haber determinado el momento de la ovulación es difícil, debido a la disparidad entre el comportamiento del celo, el momento de la concepción en la perra y el tiempo que el semen puede permanecer viable en el tracto reproductivo (a menudo ≥7 días). Las fechas de monta y de concepción no se correlacionan estrechamente lo suficiente como para permitir una predicción precisa de la fecha del parto. Además, los signos clínicos de gestación a término no tienen una apariencia radiológicamente específica de las variaciones en la mineralización esquelética fetal a término, el tamaño fetal varía según la raza y el tamaño de la camada.
Una disminución de la temperatura rectal a una media de 37,1 °C (rango de 36,7-37,8 °C) se ve en la mayoría de las perras 8-24 h antes del parto. La raza, la facilidad del parto y el tamaño de la camada pueden influir también en la duración de la gestación. Los signos sutiles de parto inminente incluyen relajación del perineo, congestión mamaria y cambios en el aspecto del abdomen grávido, pero estos cambios no son sensibles o específicos. Como no hay un medio eficaz de manejo de los cachorros nacidos prematuros, no es aconsejable la intervención anticipada en el parto. Igualmente, tampoco es aconsejable un punto de vista excesivamente conservador que de como resultado la muerte intrauterina de los fetos.
Las perras suelen entrar en el estadio I del parto dentro de las 24 h de la disminución de la progesterona sérica a concentraciones menores de < 2 ng/mL, que aparece junto con un incremento de prostaglandinas circulantes y se asocia frecuentemente con una disminución pasajera de la temperatura corporal (<37,2 °C). La monitorización seriada de los niveles de progesterona para partos inminentes es problemática, porque los test de resultados rápidos son intrínsecamente inexactos entre 2 y 5 ng/mL. Los laboratorios comerciales que ofrecen una valoración cuantitativa de progesterona por quimioluminiscencia suelen tener el resultado en 12-24 horas, que no es lo suficientemente rápido como para tomar decisiones con respecto a una intervención obstétrica inmediata. Los niveles de progesterona pueden caer rápidamente en cuestión de horas. Si la progesterona es <2 ng/mL, es probable que la gestación esté a término y el parto esté pendiente. Está claro que es beneficioso obtener información sobre el momento de la ovulación, como mínimo mediante la determinación de la aparición del diestro citológico (cambio al diestro) para evaluar la duración de la gestación a término. Las cesáreas electivas pueden realizarse de forma segura a partir de los 62 días de gestación; antes, el surfactante neonatal no está presente de forma fiable.
No se ha determinado aún un método predecible y seguro para inducir el parto en la perra y en la gata. El uso de antagonistas de la progesterona (aglepristona) es prometedor.