El manejo apropiado en el periodo periparto puede reducir sustancialmente la morbilidad y la mortalidad de las madres y sus crías en grandes animales. Hasta el 5 % de los potros, el 5-10 % de los terneros y el 10-15 % de las camadas anuales de corderos mueren antes del destete en EE. UU., con el 50-70 % de la mortalidad neonatal produciéndose en los primeros 3 días de vida. Un aspecto clave del manejo de las madres en grandes animales incluye una nutrición y un acondicionamiento corporal apropiados en los periodos pre- y posparto para reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la gestación, como la toxemia, la hipocalcemia y el prolapso vaginal; así como para optimizar la higiene, la calidad del calostro y el crecimiento fetal y neonatal. El tratamiento antihelmíntico apropiado y la vacunación de la madre varias semanas antes del parto protegerán aún más a la madre y a las crías de la enfermedad subsiguiente.
Las afecciones particulares que afectan a los neonatos de grandes animales en el periodo posparto inmediato incluyen la prematuridad, el fallo en la transferencia de la inmunidad pasiva (FTIP), la sepsis, la asfixia perinatal, la depredación, el fallo de maternaje, la impactación por meconio y varias enfermedades congénitas. Pueden producirse pérdidas sustanciales en rebaños o ganaderías, por lo que alterar los aspectos problemáticos del manejo puede ser muy beneficioso. Por lo general, los neonatos equinos y camélidos pueden tratarse de forma más intensiva que los terneros, cerdos o corderos neonatos debido a consideraciones económicas. Sin embargo, la evaluación rápida y el manejo apropiado de todos los neonatos en grandes animales en el periodo posparto inmediato pueden reducir sustancialmente la necesidad de medidas intensivas y costosas en cualquier especie.
Las tasas de crecimiento de los recién nacidos son especialmente altas durante el primer mes de vida. Por ejemplo, el potro de raza Pura Sangre Inglés promedio nace a ~ 68 % de su altura madura y 10-11 % del peso adulto, con una ganancia de peso promedio de 1,5-1,7 kg/día. La monitorización regular del aumento de peso puede ser una ayuda práctica para determinar un crecimiento y un desarrollo saludables. Los potros que carecen de madurez pueden mostrar un espectro de anomalías clínicas y clinicopatológicas que incluyen pelo corto y sedoso, orejas "flácidas", osificación incompleta de los huesos del tarso y del carpo, articulaciones del menudillo hiperextendidas, frente abombada, regulación anormal de la temperatura (de normal a baja temperatura corporal), depresión mental, debilidad, escaso reflejo de succión y disfunción respiratoria.
See also page Cuidados intensivos neonatales y urgencias en potros y ver Diarrea en rumiantes neonatos.
