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Nutrición en aves piscívoras (comedoras de peces)

Revisado/Modificado ago 2020

Los pingüinos, pelícanos y otras especies piscívoras en estado silvestre se alimentan principalmente de peces, crustáceos y calamares. Estas fuentes de alimentos varían en sus contenidos de ácidos grasos, vitaminas y carbohidratos. En cautividad, los calamares, capellanes, arenques, caballas y merlanes suelen estar disponibles. Uno de los aspectos más importantes de la alimentación de las aves piscívoras es la calidad del pescado. Es recomendable alimentar con varias especies de peces, aunque en algunos casos se ha suministrado una única especie durante toda la vida del ave. El pescado debe estar en buenas condiciones, no demacrado. Las aves marinas en cautividad desarrollan una fuerte preferencia por una especie de pez en particular si se alimenta exclusivamente con ella durante periodos prolongados, lo que puede conducir tanto a carencias nutricionales como a inanición si el pez usado como alimento deja de estar disponible.

Los suplementos proporcionados comúnmente a los pingüinos en cautividad incluyen vitaminas A, D, B1 y E. La necesidad de estas y la cantidad que debe suplementarse depende de la calidad y el contenido del alimento primario. Los suplementos se pueden añadir al pescado en forma de comprimidos, como gel o como líquido inyectable en el pescado.

A menudo se suministra sal (ClNa; 0,5-1 g/ave/día) a las aves de centros de exhibición de agua dulce para ayudar a mantener la función correcta de las glándulas salinas.

Tiamina en aves piscívoras

La descongelación del pescado en agua corriente produce la lixiviación de las vitaminas hidrosolubles. Además, varias especies de peces contienen tiaminasa, lo que conduce al déficit de tiamina (B1) durante el proceso de descongelación.

Se recomienda la suplementación con tiamina a razón de 30-35 mg/kg de pescado, diariamente.

Vitamina E en aves piscívoras

La mayoría de los peces son deficitarios en vitamina E. Los signos clínicos de deficiencia de vitamina E en aves piscívoras incluyen debilidad e incapacidad para mantenerse en pie o mantener las alas en una postura normal. La miopatía generalizada grave con atrofia muscular, degeneración y necrosis, y sustitución por tejido conectivo fibroso puede producirse con una deficiencia crónica pronunciada de vitamina E. Se ha propuesto la suplementación con 100 UI de vitamina E/kg de pescado. Sin embargo, la suplementación excesiva (vitamina E en dosis de 500-10 500 UI/kg de alimento) puede producir una disminución del crecimiento y trastornos de la coagulación, posiblemente por el desarrollo de una carencia de vitamina K más que directamente por una intoxicación con vitamina E.

La alimentación a mano de especies e individuos de interés asegurará que cada ave reciba las cantidades correctas de alimentos y suplementos. Algunas especies piscívoras aceptarán alimentos comerciales para aves de presa, piensos granulados para truchas y/o ratones en la ración, además de pescado.