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Manejo de heridas específicas en pequeños animales

PorKevin P. Winkler, DVM, DACVS
Revisado/Modificado jul 2023

Laceraciones en pequeños animales

En general, las laceraciones simples y no complicadas se tratan mediante un cierre completo si no están contaminadas de forma importante. Se ha de lavar completamente y desbridar la herida cuando sea necesario antes de cerrarla.

Si existe tensión en los bordes de la herida, esta debe aliviarse mediante técnicas de sutura que alivien la tensión, colgajos de avance o injertos.

Las laceraciones profundas se han de tratar de acuerdo con los mismos principios, según la extensión de la lesión. El daño a las estructuras subyacentes (p. ej., músculos, tendones y vasos sanguíneos) se debe resolver antes de cerrar.

Si la laceración está muy contaminada con restos, puede estar contraindicado el cierre primario de la herida. Las heridas contaminadas se pueden cerrar con drenajes o tratar como heridas abiertas.

Heridas por mordedura en pequeños animales

Las heridas por mordedura son la causa principal de lesiones, sobre todo en los animales que van sueltos.

Las mordeduras de gato suelen ser heridas pequeñas y penetrantes que se infectan con frecuencia y se deben tratar como abscesos con un cultivo, desbridamiento, antibióticos y un drenaje de la herida.

Las mordeduras de perro tienen una presentación más variada. Debido a la naturaleza rasgante de las heridas por mordedura de perro, el principal daño en el tejido se encuentra frecuentemente debajo de la superficie de la herida. Aunque pueden ser evidentes tan solo pequeñas marcas de punción o una contusión en la superficie, las costillas pueden estar rotas o los órganos internos lesionados gravemente.

El paciente debe examinarse a fondo y estabilizarse antes de comenzar la cicatrización de la herida. La herida se debe extender quirúrgicamente tan lejos como sea necesario para permitir una exploración completa y la determinación de su extensión antes de tomar una decisión sobre su reparación.

Después de una valoración apropiada, se puede realizar un desbridamiento. A menos que se realice un desbridamiento en bloque, por lo general el cierre completo de la herida no es recomendable, dado que se consideran zonas contaminadas. La herida se puede cerrar con drenajes, como un cierre retardado, o por segunda intención según su extensión.

Lesiones por arrancamiento en pequeños animales

Las heridas por avulsión pueden producir una pérdida de piel y de una cantidad variable de tejido más profundo. Estas heridas son el resultado de la fuerza de tracción sobre la piel. Los orígenes comprenden las heridas por correas y la pérdida de tejido durante un accidente con un vehículo de motor.

En una herida por avulsión fisiológica, la piel todavía está presente pero completamente separada de la fascia subyacente. Si la lesión da lugar a una pérdida de suministro de sangre a la zona de la piel afectada, la necrosis puede desarrollarse en los días siguientes. Las lesiones por avulsión con frecuencia requieren un desbridamiento profundo y repetido.

La diferenciación entre el tejido viable y no viable puede ser un problema en el proceso temprano de desbridamiento. Se debe intentar salvar el tejido cuya viabilidad es cuestionable. Se puede utilizar el desbridamiento posterior para extraer cualquier tejido necrótico.

Lesiones por armas de fuego en pequeños animales

En las heridas de bala, la mayor parte del daño no es visible. A medida que el proyectil penetra, va arrastrando la piel, el pelo y la suciedad por toda la herida. Si el proyectil sale del cuerpo, la herida de salida suele ser mayor que la de entrada.

La cantidad de daño causado por el proyectil depende de su forma, su estabilidad aerodinámica, su masa y su velocidad. Los proyectiles de alta velocidad tienden a producir más daño como resultado de las ondas de choque inducidas por el impacto que se distribuyen por todo el tejido. Estas ondas de choque generan un traumatismo romo que produce daño tisular y vascular.

Las heridas de bala siempre se consideran contaminadas y no se suele recomendar el cierre primario. Estas heridas se deben tratar como heridas abiertas o de cierre primario retardado. Después de la valoración inicial y la inmovilización del animal, se puede explorar la herida para evaluar la extensión del daño y para determinar un plan de reparación.

Las heridas por disparo en el abdomen son una indicación para la celiotomía exploratoria. Las heridas por disparo en el tórax pueden requerir una toracotomía si la hemorragia o el neumotórax no pueden manejarse de manera conservadora.

Heridas por presión en pequeños animales

Las heridas por presión o úlceras de decúbito se desarrollan como resultado de la necrosis inducida por la presión. Las heridas por presión pueden ser extremadamente difíciles de tratar, así que es mejor prevenirlas. Las medidas preventivas comprenden cambiar de posición al paciente de forma frecuente, mantener una nutrición e higiene adecuadas y proporcionar una cama suficientemente acolchada.

Los factores que predisponen a las heridas por presión comprenden paraplejia, tetraplejia, coaptación inadecuada y reposo estricto. Las úlceras leves se pueden tratar con un desbridamiento y con un vendaje para prevenir más traumatismos en la zona afectada. Las heridas más graves requieren un tratamiento quirúrgico extenso. Después del desbridamiento y del desarrollo de un lecho de granulación, puede ser necesario un colgajo de avance o injerto pediculado para su cierre.

Puntos clave

  • La extensión de la exploración de la herida necesaria puede depender de la causa de la lesión.

  • El aspecto externo de una herida puede ocultar un daño sustancial más profundo.

  • El traumatismo de la herida puede ser el resultado de una sola lesión (p. ej., herida por mordedura, disparo) o de un traumatismo repetitivo (p. ej., úlcera por presión).

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