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Lesiones intraoculares penetrantes en pequeños animales

PorSara M. Thomasy, DVM, PhD, DACVO
Última revisión/modificación mar 2020

Las lesiones intraoculares penetrantes son más frecuentes en perros y gatos. A menudo se asocian con lesiones de garras de gato o cuerpos extraños de plantas (p. ej., cactus), pero los perdigones de plomo y las balas que atraviesan parcial o totalmente las túnicas oculares también pueden provocar una lesión penetrante. La laceración y rotura del cristalino anterior es una secuela común de las lesiones de garras de gato en perros jóvenes. Por lo tanto, es fundamental evaluar la perforación del cristalino, que puede conducir a la formación de cataratas o uveítis grave e incontrolable, especialmente si se implantan bacterias dentro del cristalino.

A los pacientes también se les debe evaluar para detectar hemorragia vítrea y/o retiniana, y es probable que exista desprendimiento de retina si la lesión es por un perdigón de plomo o una bala. Se debe considerar la citología corneal y los cultivos aerobios bacterianos y/o fúngicos, especialmente si la lesión es crónica o muestra signos de infección, incluidos el infiltrado celular estromal, la pérdida de estroma y/o la queratomalacia. Se debe realizar una tinción con fluoresceína para valorar el tamaño de la lesión y determinar si existe una fuga activa del humor acuoso (prueba de Seidel). La ecografía oftálmica y la radiología orbital son de ayuda para valorar la localización del perdigón y la integridad de los tejidos intraoculares y orbitarios.

Tradicionalmente, se pensaba que la penetración de la cápsula de la lente anterior (laceraciones de >2 mm) requería la eliminación del cristalino tan pronto como fuera posible, porque el escape del material de la lente causa una intensificación gradual de la uveítis inducida por el cristalino que a menudo progresa a glaucoma secundario y phthisis bulbi. Sin embargo, un estudio reciente sugiere que los perros e incluso los gatos con grandes laceraciones corneales y roturas simultáneas de la cápsula del cristalino pueden tratarse con éxito con un tratamiento médico que incluya antibióticos tópicos y sistémicos de amplio espectro, un midriático tópico (p. ej., atropina) y corticoesteroides sistémicos o AINE.

El pronóstico visual es reservado si está afectado el segmento posterior, especialmente si el desprendimiento de retina es grande. Si la lesión penetrante solo afecta a la córnea, el pronóstico para la visión y la retención del globo ocular es bueno. Sin embargo, la rotura simultánea de la cápsula del cristalino y la afectación del segmento posterior conllevan un pronóstico más reservado. En los gatos con afectación de la cápsula del cristalino, se justifica una discusión sobre el riesgo de sarcoma traumático inducido por el cristalino, así como la necesidad de exámenes oculares exhaustivos regulares.

Independientemente de si se instaura tratamiento médico o quirúrgico, es fundamental que el paciente se mantenga tranquilo y se coloque un collar isabelino para evitar el autotraumatismo. También será necesario realizar controles frecuentes para asegurar que se está produciendo una curación adecuada y para evaluar la presencia de infección simultánea.

Para más información

Consulte también la información para propietarios sobre lesiones oculares penetrantes en animales.