La luxación del cristalino puede ser primaria o secundaria a causas subyacentes como cataratas hipermaduras, uveítis anterior crónica o glaucoma crónico. Con la luxación anterior del cristalino, es fundamental evaluar el potencial de visión y medir la presión intraocular. Se recomienda la derivación inmediata de un cristalino luxado anteriormente para poder controlar la presión intraocular y extraer el cristalino o el globo ocular en ojos visuales o no visuales, respectivamente. El pronóstico para la visión a largo plazo y la comodidad después de la extracción del cristalino es reservado porque el glaucoma secundario es frecuente en el posoperatorio.
Cortesía del Servicio de Oftalmología Comparativa de la UC Davis.
La luxación primaria del cristalino suele afectar a los Terriers de mediana edad o a los Shar Peis. Se asocia con defectos zonulares debidos a una mutación genética en ADAMTS17. La luxación secundaria del cristalino puede darse en perros debido a cataratas hipermaduras, uveítis anterior crónica, glaucoma crónico y microfaquia. En gatos y caballos, la causa más común de luxación del cristalino es la uveítis anterior crónica.
La luxación anterior del cristalino a menudo se presenta con:
PIO elevada.
Edema corneal difuso concomitante.
Blefaroespasmo.
Epífora.
Hiperemia epiescleral y conjuntival.
La PIO elevada a menudo es el resultado de un bloqueo pupilar, con el vítreo adherido a la cápsula posterior del cristalino y/o cierre del ángulo iridocorneal secundario. La tonometría de aplanación debe dirigirse lejos del cristalino porque las PIO medidas desde la córnea central pueden producir mediciones erróneamente altas. El examen directo del segmento posterior a menudo no es posible debido al edema corneal, y la ecografía B-scan se puede utilizar para evaluar la integridad de la retina y el vítreo.
Cortesía del Servicio de Oftalmología Comparativa de la UC Davis.
El tratamiento de la luxación anterior del cristalino consiste en reducir la PIO por lo general con manitol (1-2 g/kg, IV; este fármaco debe administrarse muy lentamente) e inhibidores tópicos y/o sistémicos de la anhidrasa carbónica; los análogos de las prostaglandinas tópicos están contraindicados con la luxación anterior del cristalino, porque la intensa miosis que se produce puede atrapar el vítreo adherido al cristalino posterior y aumentar aún más la PIO.
Si el ojo tiene el potencial de visión (normalmente evaluado con un reflejo de deslumbramiento y PLR consensuado), entonces la extracción del cristalino, normalmente por extracción del cristalino intracapsular, ha de realizarse tan pronto como sea posible; los ojos ciegos deben enuclearse porque esta afección dará lugar a un globo ocular con dolor crónico. Si se rechaza la cirugía, el flujo del humor acuoso transpupilar puede restablecerse con dilatación con atropina al 1 % y/o fenilefrina al 10 %, y la cabeza del perro puede colocarse de modo que el cristalino pueda volver a la cámara vítrea.
El tratamiento posoperatorio consiste en corticoesteroides y antibióticos tópicos y sistémicos y medicamentos tópicos antiglaucoma. La PIO se monitoriza de cerca en el periodo posoperatorio y se prescriben medicamentos adicionales contra el glaucoma según sea necesario. Las complicaciones posoperatorias a largo plazo son frecuentes e incluyen glaucoma secundario, desprendimiento de retina y uveítis anterior no controlada; por lo tanto, debe darse un pronóstico reservado. En los perros con inestabilidad primaria temprana del cristalino o con un cristalino luxado posteriormente, se puede prescribir bromuro de demecario dos veces al día para retrasar el inicio de la luxación anterior del cristalino.
Las luxaciones posteriores del cristalino también pueden causar glaucoma secundario, desprendimiento de retina y uveítis anterior crónica, por lo que deben controlarse regularmente y tratarse con fármacos antiinflamatorios y antiglaucomatosos tópicos.
Para más información
Consulte también la información para propietarios sobre luxación del cristalino en animales.