Fases de cicatrización de heridas

Aunque hay muchos tipos de heridas, la mayoría pasan por fases similares de curación. Hay 3 fases principales de cicatrización tras una herida cutánea de espesor total. La duración de cada etapa varía según el tipo de herida, el tratamiento y la salud general del individuo.

La inflamación es la primera fase de cicatrización de las heridas. Se puede dividir en varias fases. Inicialmente, los vasos sanguíneos se contraen para controlar la hemorragia, y después, en minutos, los vasos sanguíneos se dilatan y dan lugar a una tumefacción localizada. Los leucocitos migran a la herida, donde atacan a las bacterias y limpian el tejido dañado y el material extraño. Este desbridamiento a nivel celular es esencial para la cicatrización de heridas.

La proliferación es el segundo estadio en la cicatrización de la herida. En una herida sana, los fibroblastos y los capilares (vasos sanguíneos pequeños) migran a la zona y crean un marco para que otras células crezcan y reconstruyan los tejidos que faltan y los dañados. En una herida quirúrgica, la piel o el epitelio, las células pueden cubrir la incisión en 48 horas. En una herida abierta, el armazón (tejido de granulación) ha de rellenar la herida antes de que las células epiteliales puedan migrar, por lo que este tipo de cicatrización lleva más tiempo. Este proceso se dificulta si la herida está demasiado seca. El vendaje ayuda a mantener un entorno saludable para la cicatrización de heridas abiertas.

La remodelación es el estadio final de la cicatrización de una herida. Durante este periodo, las fibras de colágeno recién formadas se reorganizan a lo largo de las líneas de tensión. Este proceso permite formar una cicatriz, y que la resistencia de la herida aumente lentamente durante un largo periodo (hasta 2 años). La mayoría de las cicatrices permanecen un 15-20 % más débiles que el tejido original.