Parámetros de fotomedicina

Parámetro de fotomedicina

Descripción

Relevancia clínica

Potencia del dispositivo (vatios)

El término "terapia con láser de baja intensidad" se refiere al uso de luz a niveles mucho más bajos que los utilizados para la ablación tisular o la fotocoagulación. Los dispositivos terapéuticos más nuevos y de alta potencia que proporcionan una potencia similar a los láseres quirúrgicos (pero con un haz menos concentrado) ya no constituyen una terapia con láser de baja intensidad. Los dispositivos de clase IV, por ejemplo, calientan rutinariamente el tejido, lo que hace que el término "láser frío" sea inexacto.

Las unidades de fotomedicina que producen haces más intensos reducen el tiempo necesario para administrar el tratamiento. Dicho esto, la "dosis" óptima de luz para afecciones clínicas específicas (descritas más adelante) sigue siendo controvertida, considerando que una amplia gama de aplicaciones de tratamiento de fotomedicina han demostrado ser beneficiosas. En general, la ventaja de una intensidad de haz más intensa se relaciona con una analgesia más potente, mientras que la luz menos intensa con un periodo de aplicación más largo ofrece mejores resultados de cicatrización tisular.

Tamaño de la mancha (cm2)

La potencia de un láser, combinada con el tamaño del punto, determina la densidad de potencia (véase más adelante). El tamaño de la mancha equivale al área en la que los fotones afectan a la diana. Un punto de tamaño pequeño reduce la luz a un área concentrada, mientras que un punto más grande la dispersa, disminuyendo la intensidad por cm2. Como tal, dos dispositivos o cabezales aplicadores que emiten luz con tamaños de punto drásticamente diferentes pueden cambiar las características del tratamiento y la elevación de la temperatura incluso si la potencia es idéntica.

Por lo general, el tamaño del punto de la cabeza del aplicador no cambia, lo que significa que el usuario debe ser consciente de la importancia clínica de un tamaño de punto pequeño o grande en términos de cómo afecta a la emisión de luz. Es decir, si se trata una amplia extensión de tejido, un dispositivo con una mancha de mayor tamaño (p. ej., 1 cm2) logrará el resultado deseado de forma más eficiente que un dispositivo con un tamaño de punto mucho menor. Además, la administración de una gran cantidad de luz a un área pequeña aumenta el riesgo de calentamiento excesivo y quemaduras del tejido.

Densidad de potencia (W/cm2), o "dosis" (J/cm2)

La densidad de potencia describe la cantidad de fotones dirigidos a un sitio, que a su vez proporciona información sobre la energía y el calor aplicados a una diana de tratamiento.

Las densidades de potencia suelen oscilar entre 10 y 100 mW/cm2, y las densidades de energía varían de 4 a 50 J/cm2. Algunos clínicos usan mayor potencia y densidades de energía para tratar problemas más profundos de las articulaciones, la médula espinal o el cerebro.

La dosis específica de láser necesaria para curar el tejido y tratar el dolor no está clara. Calcular los julios reales de energía suministrados es considerablemente complejo y, en última instancia, incierto. Afortunadamente, una amplia gama de dosis muestra beneficios para las personas y los animales de experimentación, a pesar de la gran variedad de tamaño, color y pelaje.

Longitud de onda (nm)

Los dispositivos de fotomedicina terapéutica suelen utilizar luz roja (630-680 nm) o infrarroja cercana (700-1100 nm), aunque también están disponibles láseres y unidades LED que emiten luz visible púrpura, azul y verde, con longitudes de onda más cortas.

Algunas unidades de terapia láser emiten 2 o más haces dirigidos a múltiples tejidos y profundidades variables.

Los rayos láser se diferencian de otros tipos de terapia de luz, incluidos los LED, por ser monocromáticos (existentes dentro de una banda estrecha de longitudes de onda), coherentes (estrechamente alineados) y colimados (los fotones viajan en paralelo). Cuanto más luz se dispersa dentro del tejido, menos intenso es el effecto, que puede ser o no el resultado deseado. Sin embargo, continúa el debate sobre el valor relativo y las diferencias entre la luz láser y los LED.

Los tipos y la profundidad de tejido que responden a la terapia de luz dependen de la longitud de onda administrada. Ciertas moléculas, como la melanina y la hemoglobina, absorben preferentemente luz en el rango de los 630-670 nm. Para alcanzar tejidos más profundos, las longitudes de onda (810 nm, 980 nm) en las que los fotones avanzan a través de las capas superficiales no absorbidas alcanzan lugares más profundos como el hueso, el tejido nervioso y los órganos internos. La longitud de onda óptima para la fotobiomodulación del tejido del sistema nervioso varía de 810 nm a 830 nm.

Pulsación (Hz) y ancho de pulso

Los dispositivos de fotomedicina tienen ajustes de frecuencia que pueden proporcionar un tratamiento "pulsado" frente a una onda continua. La frecuencia de pulsación proporciona información sobre la secuencia de encendido/apagado de la luz, mientras que el ancho del pulso indica cuánto tiempo está la luz encendida o apagada. La pulsación reduce el número de fotones liberados por unidad de tiempo y permite que el tejido se enfríe durante los periodos "inactivos".

Los beneficios clínicos tanto del suministro regular de luz "pulsada" como de la luz "superpulsada" siguen sin estar claros. Los dispositivos de fotomedicina "superpulsada" proporcionan luz de alta potencia (25 W o más) en ráfagas de nanosegundos. Esto puede permitir que el número de fotones alcance un nivel clínicamente significativo, profundamente en el tejido, mientras se compensa el riesgo de lesión térmica con la exposición breve, permitiendo que las células se enfríen entre ráfagas. Los fabricantes de dispositivos láser están introduciendo cada vez más unidades con opciones de superpulso.