El picor es un signo, no un diagnóstico o una enfermedad específica. Las causas más frecuentes de picor son los parásitos, las infecciones y las alergias. Hay muchas enfermedades de la piel que inicialmente no causan picor; sin embargo, puede aparecer picor debido a infecciones secundarias bacterianas o por levaduras. Es posible que en el momento en que aparezca el picor, la causa inicial ya haya desaparecido.
El picor puede ser general o limitarse a un área. Un caballo con picor en la piel se frotará contra cercas, establos, árboles u otros objetos en un intento de rascarse. El animal puede morderse excesivamente o lamerse la piel hasta el punto de extraer sangre o causar daño a la piel.
Su veterinario realizará un historial clínico completo y una exploración física. Los parásitos son una causa común de los trastornos de picor en la piel de los caballos y son las primeras causas posibles que el veterinario tratará de excluir. Las infecciones también son causas frecuentes de picor y pueden acompañarse de pérdida de pelo, descamación, olor y secreción de líquidos. Muchas infecciones se pueden tratar eficazmente con los antibióticos adecuados.
La causa subyacente del picor puede ser alérgica. Las causas más comunes del picor alérgico son las picaduras de insectos, la alergia alimentaria y las alergias cutáneas. La sensibilidad a las picaduras de insectos se identifica fácilmente. Los animales que tienen picor estacional probablemente están reaccionando a los alérgenos estacionales. Los alérgenos en la comida son otra posibilidad.
El éxito del tratamiento depende de la identificación de la causa subyacente. Por ejemplo, si se identifican parásitos como causantes del picor, se prescriben los fármacos antiparasitarios apropiados. Los caballos con picor de causa desconocida, o aquellos en los que el tratamiento de la enfermedad subyacente no elimina el picor, necesitarán tratamiento médico. Los medicamentos contra la picor comúnmente recetados incluyen corticoesteroides y ácidos grasos esenciales.
Un programa que haga hincapié en el control preventivo de los parásitos en el entorno del caballo, incluido el control de insectos y programas regulares de desparasitación, puede ayudar a eliminar o reducir algunas causas de picor.