El nervio óptico transporta los impulsos eléctricos desde el ojo hasta el área de la parte posterior del cerebro donde se detecta e interpreta la visión. La lesión del nervio óptico suele producir una pérdida parcial o total de la visión.
Hipoplasia del nervio óptico
La hipoplasia del nervio óptico es un fallo del nervio óptico para desarrollarse completamente. Es un trastorno congénito en caballos. La afección puede darse en un solo ojo o en ambos, y puede darse con o sin otras anomalías oculares. Si los nervios ópticos de ambos ojos no se desarrollan, el potro estará ciego. La afectación de uno solo de los nervios ópticos suele pasar desapercibida o puede descubrirse más tarde si el otro ojo adquiere una enfermedad cegadora.
Atrofia del nervio óptico
La degeneración o atrofia del nervio óptico puede producirse como resultado de la uveítis recurrente equina, el glaucoma, un traumatismo, la degeneración avanzada de la retina, la presión arterial baja prolongada dentro del ojo o una inflamación. El disco óptico aparece aplanado y más pequeño de lo normal; a menudo presenta decoloración, con una reducción muy notable del nervio óptico y de los vasos sanguíneos de la retina. Los animales afectados están ciegos. No existe tratamiento.
Neuritis óptica
La neuritis óptica es la inflamación del nervio óptico. Cuando afecta a ambos ojos, el animal se vuelve súbitamente ciego, con pupilas dilatadas e inmóviles. Su veterinario diagnosticará la afección examinando los ojos de su caballo con un oftalmoscopio, realizando pruebas de reflejos visuales y completando un examen neurológico. Además, puede ser necesario un análisis de sangre, radiografías y otras pruebas para identificar la causa. La neuritis óptica puede producirse debido a infecciones víricas, fúngicas, protozoarias o parasitarias, venenos, traumatismos y otras causas. El tratamiento está dirigido a controlar la enfermedad subyacente y suele incluir el uso de medicamentos para disminuir la inflamación y el daño.
Neuropatía óptica proliferativa
La neuropatía óptica proliferativa se produce principalmente en caballos viejos. Suele afectar a un solo ojo y tiene un efecto mínimo en la visión. Los signos incluyen una masa de color blanco amarillento que sobresale del disco óptico hacia el vítreo (la "gelatina" transparente que llena el ojo). No existe tratamiento.
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