logoVERSIÓN PARA PROPIETARIOS DE MASCOTAS

Parálisis de la pata en los caballos

PorThomas Schubert, DVM, DACVIM, DABVP
Revisado/Modificado may 2019

La parálisis de una pata a menudo es el resultado de una lesión en los nervios espinales periféricos. La parálisis de una pata delantera suele estar asociada a una lesión de las raíces nerviosas del cuello o del hombro, o a una lesión del nervio radial, mediano o cubital de la pata. La parálisis de una pata trasera suele estar asociada a una lesión de las raíces nerviosas de la parte baja del dorso o del coxis, o del nervio femoral, ciático, peroneo o tibial de la pata. El traumatismo es la causa más común de parálisis súbita de la extremidad, pero la mieloencefalitis protozoaria equina también puede causar parálisis de una sola extremidad y atrofia muscular.

La postura y la marcha del caballo, los reflejos espinales, la sensación de dolor y el estado de los músculos de la extremidad afectada se evalúan para identificar la localización de la lesión. Cuanto más cerca esté la lesión del nervio del músculo, mejor será el pronóstico de recuperación, por lo que es importante determinar la localización exacta de la lesión, si es posible. La capacidad o incapacidad del animal para flexionar la articulación y soportar peso sobre la pata, y la presencia o ausencia de sensación de dolor y reflejos en varios lugares de la pata, dependen del lugar de la lesión nerviosa. A los pocos días, los músculos se debilitan y pierden masa cuando se pierde la conexión nerviosa. Se puede utilizar la estimulación eléctrica del nervio para determinar si el nervio está parcialmente intacto. Los nervios se regeneran lentamente (a un ritmo de aproximadamente 2,5 cm por mes), y la recuperación funcional completa depende del estado de la vaina del nervio y de la distancia entre la lesión y el músculo donde termina el nervio. Algunas lesiones nerviosas pueden resolverse después de varias semanas o meses, pero si el nervio se ha roto por completo se requiere la reinserción quirúrgica para la regeneración.

La aplicación de calor, los masajes y los estiramientos de los tendones deben realizarse según las indicaciones del veterinario para mantener sanos los músculos, los tendones y las articulaciones de la pata paralizada mientras se regenera el nervio. La acupuntura puede ayudar a la recuperación. Un vendaje ligero, pero no apretado, puede evitar que se arrastre el pie. No existe ningún tratamiento específico para ayudar a la regeneración del nervio, pero los antiinflamatorios no esteroideos pueden ayudar a controlar la hinchazón. Si el movimiento voluntario, la sensación de dolor y los reflejos espinales mejoran en 1 a 2 meses, el pronóstico de recuperación es bueno.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre la parálisis de las extremidades.