El recto es la parte final del intestino grueso y marca el final del tubo digestivo. Las heces pasan a través del recto y luego se excretan a través del ano.
Estrechamiento rectal y anorrectal (estenosis)
Las estenosis rectales y anorrectales son estrechamientos del recto y el ano debido a la presencia de tejido cicatricial. El tejido cicatricial puede estar causado por una lesión provocada por cuerpos extraños o por un traumatismo (como una cirugía o un accidente) o puede ser una complicación de una enfermedad inflamatoria.
Prolapso rectal
El prolapso rectal es una afección en la que una o más capas del recto sobresalen a través del ano. Un prolapso puede clasificarse como incompleto, en el que solo sobresale la capa rectal más interna, o completo, en el que sobresalen todas las capas rectales. La afección puede producirse en potros en asociación con diarrea grave y esfuerzo para defecar u orinar. Puede estar causada por enfermedades intestinales, anorrectales o urinarias o por la exposición a ciertas toxinas fúngicas en los alimentos.
Una masa alargada y cilíndrica que sobresale por el ano suele indicar un prolapso rectal. Sin embargo, los prolapsos que afectan a otras partes del intestino pueden parecer muy similares. No importa qué tipo de prolapso esté presente, cualquier masa de tejido que sobresalga de la abertura anal debe ser examinada rápidamente por un veterinario.
Identificar y eliminar la causa de un prolapso es una parte fundamental del tratamiento. Para los caballos con prolapso rectal se puede utilizar anestesia epidural (inyectando anestésico cerca de la médula espinal) para evitar que el caballo se esfuerce y permitir al veterinario reposicionar el tejido prolapsado. A menudo se necesitarán puntos de sutura para mantener el tejido reposicionado en su lugar. Si se descuida, el prolapso rectal en las yeguas puede dar lugar a un prolapso del colon menor, una afección más grave. En algunos casos, la cirugía puede ser necesaria para extraer tejido muerto o dañado o para reparar el prolapso. Debido a la posible complicación de la formación de estenosis rectal (véase anteriormente), se suele realizar la amputación completa del recto solo en casos graves. Después de la cirugía se pueden prescribir antibióticos y ablandadores de heces.
Desgarros rectales
Un desgarro en el recto o el ano puede estar causado por un objeto afilado que es ingerido accidentalmente o por un desgarro accidental durante un examen rectal. El desgarro puede afectar solo a las capas superficiales del recto (desgarro parcial) o todas las capas (desgarro completo). Los signos pueden incluir estreñimiento, esfuerzo o reticencia para defecar, sangrado y decoloración del recto y el ano. Puede haber hinchazón cuando la lesión ha estado presente más de un tiempo.
El tratamiento para evitar la infección y cerrar la herida debe iniciarse inmediatamente. También pueden utilizarse fluidos intravenosos y antiinflamatorios. Los desgarros rectales en los caballos se han clasificado según las capas de tejido penetradas. Los desgarros de grado I (los menos graves) a veces pueden tratarse sin cirugía, usando antibióticos, fluidos intravenosos, ablandadores de heces y, posiblemente, cambios en la dieta. Los desgarros más graves requieren una intervención quirúrgica inmediata. Los desgarros completos de grado IV tienen un pronóstico grave; la reparación quirúrgica se intenta solo cuando el desgarro es pequeño y el abdomen no está contaminado por heces.
Para más información
Consulte también el contenido para veterinarios sobre trastornos del recto y el ano.