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Introducción a los trastornos hormonales de los caballos

PorDeborah S. Greco, DVM, PhD, DACVIM-SAIM;Robert J. Kemppainen, DVM, PhD;Mark E. Peterson, DVM, DACVIM-SAIM;David Bruyette, DVM, DACVIM
Última revisión/modificación jul 2011 | Última modificación del contenido nov 2016

Las hormonas son mensajeros químicos que tienen muchas funciones diferentes. Los efectos de las hormonas en el organismo son amplios y variados. Algunos ejemplos familiares de hormonas incluyen la insulina, que es importante en el desarrollo de la diabetes, y los estrógenos y la progesterona, que están implicados en el ciclo reproductivo femenino.

El sistema endocrino

El sistema endocrino está formado por un grupo de tejidos que liberan hormonas en el torrente sanguíneo para que viajen a otras partes del organismo. La mayoría de los tejidos endocrinos son glándulas (como la glándula tiroides) que liberan hormonas directamente en los vasos sanguíneos pequeños dentro y alrededor del tejido. Varias hormonas importantes se liberan de otros tejidos además de las glándulas, como el corazón, el riñón y el hígado. Algunas hormonas solo actúan sobre un único tejido, mientras que otras producen efectos sobre prácticamente cada célula del organismo. Las hormonas están presentes en la sangre en cantidades muy pequeñas, por lo que las pruebas de laboratorio realizadas para medir los niveles hormonales deben ser muy sensibles ( See table Hormonas principales).

Principales glándulas endocrinas, caballo

La hipófisis se encuentra cerca del centro y la parte inferior del cerebro. Produce varias hormonas fundamentales que controlan muchas partes del organismo, incluidas otras glándulas endocrinas. Por esta razón, a veces se le llama "glándula maestra". Debido a que la hipófisis produce un gran número de hormonas, una variedad de afecciones diferentes pueden estar causadas por enfermedades o tumores hipofisarios. La enfermedad y los signos específicos dependen de la causa y del área de la hipófisis afectada.

Las glándulas adrenales se localizan justo delante de los riñones. La glándula adrenal tiene dos partes: la corteza y la médula. La corteza adrenal consta de tres capas, cada una de las cuales produce un conjunto diferente de hormonas esteroideas. La capa externa produce los mineralocorticoides, que ayudan a controlar el equilibrio de las sales de sodio y potasio del organismo. La capa intermedia produce glucocorticoides, que están implicados en el metabolismo de los nutrientes y en la reducción de la inflamación. La capa interna produce hormonas sexuales como el estrógeno y la progesterona. La médula adrenal desempeña un papel importante en la respuesta al estrés o al bajo nivel de azúcar en sangre (glucosa). Libera epinefrina (a veces llamada adrenalina) y norepinefrina, que aumentan el gasto cardiaco, la presión arterial y la glucosa en sangre, y ralentizan la digestión.

El páncreas está compuesto por varios tipos de células que tienen distintas funciones implicadas en la producción de hormonas y enzimas digestivas. Los islotes de Langerhans en el páncreas están formados por tres tipos de células, cada uno de los cuales produce una hormona diferente. La mayoría de las células, llamadas células beta, producen insulina. La insulina afecta, directa o indirectamente, a la función de todos los órganos del cuerpo, especialmente al hígado, las células grasas y los músculos. En general, la insulina aumenta la transferencia de glucosa y otros compuestos a las células del organismo. También disminuye la tasa de descomposición de grasas, proteínas y carbohidratos.

Los otros dos tipos celulares de los islotes de Langerhans producen las hormonas glucagón y somatostatina. La insulina y el glucagón trabajan juntos para mantener la concentración de glucosa en la sangre y otros líquidos corporales dentro de un rango relativamente estrecho. El glucagón controla la liberación de glucosa desde el hígado, y la insulina controla el transporte de glucosa a numerosos tejidos del organismo.

La glándula tiroides es una glándula bilobulada en el cuello. Produce las hormonas que contienen yodo, T3 y T4, que afectan a muchos procesos en el organismo. En general, las hormonas tiroideas regulan la tasa metabólica, o la velocidad a la que los procesos corporales "funcionan". Las hormonas tiroideas actúan sobre muchos procesos celulares diferentes. Algunas de sus acciones ocurren en minutos u horas, mientras que otras tardan varias horas o más. Las hormonas tiroideas en cantidades normales trabajan junto con otras hormonas, como la hormona del crecimiento y la insulina, para formar tejidos. Sin embargo, cuando se secretan en exceso, pueden contribuir a la degradación de proteínas y tejidos.

Las glándulas paratiroides, que se extienden a los lados del cuello, ayudan a regular los niveles corporales de calcio y fósforo en la sangre. La forma en la que el organismo procesa el calcio y el fosfato, la función de la vitamina D (que actúa más como una hormona que como una vitamina) y la formación de los huesos están unidos en un sistema en el que intervienen otras dos hormonas (la hormona paratiroidea y la calcitonina) segregadas por las glándulas paratiroides.

Desarrollo de las enfermedades del sistema endocrino

El organismo controla y ajusta el nivel de cada hormona mediante un sistema de retroalimentación específico para esa hormona. Las hormonas funcionan para mantener factores como la temperatura y los niveles de azúcar en sangre (glucosa) dentro de ciertos rangos. A veces, trabajan juntos pares de hormonas con funciones opuestas para mantener las funciones orgánicas en equilibrio.

Pueden desarrollarse enfermedades del sistema endocrino cuando se produce una cantidad excesiva o insuficiente de hormonas, o cuando se interrumpen las vías normales de utilización y eliminación de estas. Los signos pueden desarrollarse debido a un problema en los tejidos que son la fuente de la hormona, o debido a un problema en otra parte del organismo que está afectando a la secreción o a la acción de una hormona en particular.

Un tumor u otro tejido anormal en una glándula endocrina a menudo hace que esta produzca demasiada hormona. Cuando se destruye una glándula endocrina, no se produce suficiente hormona. Las enfermedades causadas por la sobreproducción o el exceso de una hormona a menudo comienzan con el prefijo hiper. Por ejemplo, en el hipertiroidismo, la glándula tiroides produce demasiada hormona tiroidea. Las enfermedades causadas por la falta o deficiencia de una hormona a menudo comienzan con el prefijo hipo. Por ejemplo, en el hipotiroidismo, la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea.

En muchos casos, la glándula anormal no solo produce hormonas en exceso, sino que además no responde normalmente a las señales de retroalimentación. Esto hace que la hormona se libere en situaciones en las que sus niveles normalmente estarían reducidos. A veces, la sobreproducción está causada por la estimulación de otra parte del organismo. En ocasiones, un tumor fuera del sistema endocrino puede producir una sustancia similar a una hormona, haciendo que el organismo responda como si esa hormona se estuviera produciendo.

Las enfermedades provocadas por una secreción hormonal insuficiente también pueden tener múltiples causas. El tejido endocrino puede ser destruido por un proceso autoinmunitario, en el cual el organismo identifica incorrectamente parte de su propio tejido como extraño y destruye las células tisulares. En las fases iniciales de la pérdida de tejido, el organismo puede compensar produciendo hormonas adicionales a partir del tejido restante. En estos casos, los signos de la enfermedad pueden retrasarse hasta que el tejido se haya destruido por completo.

Los trastornos que dan lugar a signos de reducción de la actividad endocrina también pueden desarrollarse porque los tejidos distantes de la fuente de la hormona están alterados. Esto puede ocurrir cuando la función de una hormona es estimular la producción de una segunda hormona. Por ejemplo, la hipófisis secreta una hormona que estimula a la glándula tiroides para que secrete hormonas tiroideas. Si los niveles de la hormona estimulante de la tiroides de la hipófisis son anormalmente bajos, los niveles de hormonas tiroideas también serán bajos incluso si la glándula tiroides está sana. Otra causa potencial de la función endocrina reducida es la pérdida de tejido causada por tumores que no producen hormonas por sí mismos, pero que comprimen o destruyen la glándula endocrina cercana.

Las enfermedades endocrinas y otros trastornos relacionados también son el resultado de cambios en la respuesta de los tejidos a los que se dirige una hormona. Un ejemplo importante es la diabetes mellitus tipo 2, en la que el organismo produce insulina pero las células ya no responden a ella. Esta afección a menudo se asocia con la obesidad.

Tratamiento de las enfermedades del sistema endocrino

Las enfermedades endocrinas causadas por la presencia de demasiada hormona pueden tratarse quirúrgicamente (extirpación del tumor), mediante radioterapia (como el uso de yodo radiactivo para destruir una glándula tiroides hiperactiva) o con medicación. Los síndromes de deficiencia hormonal suelen tratarse con éxito sustituyendo la hormona que falta, como las inyecciones de insulina para tratar la diabetes mellitus. Los esteroides y las hormonas tiroideas de reemplazo se suelen poder administrar por vía oral.

Los animales que reciben tratamiento de reemplazo hormonal se deben controlar para detectar efectos adversos y se han de volver a analizar periódicamente para asegurarse de que la dosis es la correcta. En algunos casos, como después de la extirpación quirúrgica de un tumor endocrino, la glándula enferma se recuperará y ya no será necesario el reemplazo hormonal. Sin embargo, la mayoría de las veces se necesita un tratamiento de por vida.