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Introducción a los trastornos hormonales de los perros

PorDeborah S. Greco, DVM, PhD, DACVIM-SAIM;David Bruyette, DVM, DACVIM;Robert J. Kemppainen, DVM, PhD;Mark E. Peterson, DVM, DACVIM-SAIM;Janice E. Kritchevsky, VMD, DACVIM-LAIM
Última revisión/modificación jun 2018

Las hormonas son mensajeros químicos que tienen muchas funciones diferentes. Los efectos de las hormonas en el organismo son amplios y variados. Algunos ejemplos familiares de hormonas incluyen la insulina, que es importante en el desarrollo de la diabetes, y los estrógenos y la progesterona, que están implicados en el ciclo reproductivo femenino.

El sistema endocrino comprende un conjunto de tejidos que liberan hormonas al torrente sanguíneo que viajan a otras partes del organismo ( ver la Tabla: Hormonas principales). La mayoría de los tejidos endocrinos son glándulas (como la glándula tiroides) que liberan hormonas directamente en los vasos sanguíneos pequeños dentro y alrededor del tejido. Varias hormonas importantes se liberan de otros tejidos además de las glándulas, como el corazón, el riñón, el hígado y las células grasas. Algunas hormonas solo actúan sobre un único tejido, mientras que otras producen efectos sobre prácticamente cada célula del organismo. Las hormonas están presentes en la sangre en cantidades muy pequeñas, por lo que las pruebas de laboratorio realizadas para medir los niveles hormonales deben ser muy sensibles.

Principales glándulas endocrinas, perro

Tabla
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Desarrollo de enfermedades del sistema endocrino

El organismo controla y ajusta el nivel de cada hormona mediante un sistema de retroalimentación específico para esa hormona. Las hormonas funcionan para mantener factores como la temperatura y los niveles de azúcar en sangre (glucosa) dentro de ciertos rangos. A veces, trabajan juntos pares de hormonas con funciones opuestas para mantener las funciones orgánicas en equilibrio.

Las enfermedades del sistema endocrino pueden desarrollarse cuando se produce una cantidad excesiva o insuficiente de hormonas, o cuando se interrumpen las vías normales de uso y eliminación de estas. Los signos pueden desarrollarse debido a un problema en los tejidos que son la fuente de la hormona, o debido a un problema en otra parte del organismo que está afectando a la secreción o a la acción de una hormona en particular.

Un tumor u otro tejido anormal en una glándula endocrina a menudo hace que esta produzca demasiada hormona. Cuando se destruye una glándula endocrina, no se produce suficiente hormona. Las enfermedades causadas por la sobreproducción o el exceso de una hormona a menudo comienzan con el prefijo hiper. Por ejemplo, en el hipertiroidismo, la glándula tiroides produce demasiada hormona tiroidea. Las enfermedades causadas por la falta o deficiencia de una hormona a menudo comienzan con el prefijo hipo. Por ejemplo, en el hipotiroidismo, la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea.

En muchos casos, la glándula anormal no solo produce hormonas en exceso, sino que además no responde normalmente a las señales de retroalimentación. Esto hace que la hormona se libere en situaciones en las que sus niveles normalmente estarían reducidos. A veces, la sobreproducción está causada por la estimulación de otra parte del organismo. En ocasiones, un tumor ajeno al sistema endocrino puede producir una sustancia similar a una hormona, haciendo que el organismo responda como si esa hormona se estuviera produciendo.

Las enfermedades provocadas por una secreción hormonal insuficiente también pueden tener múltiples causas. El tejido endocrino puede ser destruido por un proceso autoinmunitario, en el que el organismo identifica incorrectamente parte de su propio tejido como extraño y destruye las células tisulares. En las fases iniciales de la pérdida de tejido, el organismo puede compensar produciendo hormonas adicionales a partir del tejido restante. En estos casos, los signos de la enfermedad pueden retrasarse hasta que el tejido se haya destruido por completo.

Los trastornos que dan lugar a signos de reducción de la actividad endocrina también pueden desarrollarse porque los tejidos distantes de la fuente de la hormona están alterados. Esto puede ocurrir cuando la función de una hormona es estimular la producción de una segunda hormona. Por ejemplo, la hipófisis secreta una hormona que estimula a la glándula tiroides para que secrete hormonas tiroideas. Si los niveles de hormona estimulante de la tiroides de la hipófisis son anormalmente bajos, los niveles de hormonas tiroideas también serán bajos incluso si la glándula tiroides está sana. Otra causa potencial de la función endocrina reducida es la pérdida de tejido causada por tumores que no producen hormonas por sí mismos, pero que comprimen o destruyen la glándula endocrina cercana. Finalmente, algunos fármacos (como los glucocorticoides) pueden inhibir que el organismo produzca ciertas hormonas.

Las enfermedades endocrinas y otros trastornos relacionados también son el resultado de cambios en la respuesta de los tejidos a los que se dirige una hormona. Un ejemplo importante es la diabetes mellitus tipo 2, en la que el organismo produce insulina pero las células ya no responden a ella. Esta afección a menudo se asocia con la obesidad.

Tratamiento de las enfermedades del sistema endocrino

Las enfermedades endocrinas causadas por la presencia de un exceso de hormonas pueden tratarse quirúrgicamente (extirpación del tumor), mediante radioterapia (como el uso de yodo radiactivo para destruir una glándula tiroidea hiperactiva) o con medicamentos. Los síndromes de deficiencia hormonal suelen tratarse con éxito sustituyendo la hormona que falta, como las inyecciones de insulina para tratar la diabetes mellitus. Los esteroides y las hormonas tiroideas de reemplazo suelen administrarse oralmente.

Las mascotas que toman un tratamiento hormonal sustitutivo se deben vigilar para detectar efectos adversos y volver examinarse periódicamente para asegurarse de que la dosis es correcta. En algunos casos, como después de la extirpación quirúrgica de un tumor endocrino, la glándula enferma se recuperará y ya no será necesario el reemplazo hormonal. Sin embargo, la mayoría de las veces se necesita un tratamiento de por vida. Siga de cerca las recomendaciones de su veterinario para la dosificación y las pruebas de seguimiento, ya que se pueden observar efectos secundarios al usar dosis inapropiadas de medicamentos.

Para más información

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