En una reacción de tipo I, el animal ha estado previamente expuesto a un antígeno y produce un exceso de anticuerpos. Si este antígeno aparece en la sangre, la reacción puede ser en todo el organismo (como un shock anafiláctico) o localizada (como manchas de picor en la piel). Si el antígeno entra a través de la piel o las mucosas, es típica una reacción más localizada.
Shock anafiláctico
El shock anafiláctico es una reacción alérgica inmediata, poco frecuente y potencialmente mortal, a un alimento, una inyección o una picadura de insecto. Los signos más comunes se producen entre segundos y minutos después de la exposición al antígeno.
Los signos incluyen:
Dificultad respiratoria grave.
Aparición repentina de diarrea.
Babeo excesivo.
Shock.
Convulsiones.
Coma.
Muerte.
Las encías del caballo están muy pálidas y las extremidades se palpan frías. La frecuencia cardiaca suele ser muy rápida, pero el pulso es débil. No suele aparecer hinchazón facial, pero puede haber picor alrededor de la cara y la cabeza.
La anafilaxia es una urgencia extrema. Si cree que su caballo está teniendo una reacción anafiláctica, busque asistencia veterinaria de urgencia inmediatamente. Un veterinario puede administrar inyecciones intravenosas de epinefrina y otros medicamentos para contrarrestar la reacción. También puede ser necesario el tratamiento de problemas relacionados, como la dificultad respiratoria.
Urticaria e hinchazón
Laurticaria y las áreas de hinchazón están causadas por reacciones alérgicas a los fármacos (tanto tópicos como en todo el organismo), sustancias irritantes (p. ej., ortiga), productos químicos, algo ingerido o inhalado, o picaduras de insectos. Las reacciones alérgicas se suelen desarrollar a los 20 min de la exposición al alérgeno (antígeno) y desaparecen a las 24 horas.
La urticaria es común en caballos y es el tipo menos grave de reacción anafiláctica. Se producen pequeños bultos en la piel. A menudo, el pelo se eriza sobre estos bultos y a veces pican. Los caballos a menudo presentan excitación o inquietud. La urticaria puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero se observa principalmente en el dorso, los flancos, el cuello, los párpados y las patas. En los casos avanzados se puede encontrar en las encías, la nariz, alrededor de los ojos (conjuntiva), el recto y la vagina. La urticaria también puede producirse por otras causas no relacionadas con el sistema inmunitario, como la presión, el calor, el ejercicio, el estrés o la luz solar. Las infecciones por tiña, las enfermedades autoinmunitarias y la inflamación de los vasos sanguíneos (vasculitis) también pueden causar urticaria en caballos.
La hinchazón se produce debido a la acumulación de líquido debajo de la piel. Puede estar diseminada, afectando a la cara (especialmente en los labios, el hocico y alrededor de los ojos), el cuerpo, la región genital o las patas. La hinchazón es más grave que la urticaria. Si se extiende a las vías respiratorias, la afección puede poner en peligro la vida.
La urticaria no suele poner en peligro la vida y suele desaparecer por sí sola una vez que la causa de la reacción alérgica se elimina o pasa por el organismo. Los veterinarios suelen tratar la urticaria y la hinchazón proporcionando corticoesteroides u otros fármacos. Su veterinario tomará decisiones de tratamiento basadas en la situación individual de su caballo.
Alergia a la leche
En algunas yeguas se desarrolla una alergia a la leche cuando la presión dentro de las glándulas mamarias aumenta lo suficiente como para que algunos componentes de la leche almacenados (por lo general la proteína caseína) son forzados a entrar en el sistema circulatorio de la yegua. El sistema inmunitario de la yegua reacciona a estas proteínas "extrañas" en su sangre. Esto da lugar a una reacción de hipersensibilidad que puede ser localizada (urticaria y/o hinchazón que afecta solo a una pequeña parte del organismo de la yegua) o generalizada y grave (shock anafiláctico). Una vez vaciada la glándula mamaria, la recuperación es rápida.
Obstrucción recurrente de las vías respiratorias
La obstrucción recurrente de las vías respiratorias es una enfermedad respiratoria frecuente de los caballos. Se cree que se produce debido a una reacción alérgica causada por la exposición prolongada a alérgenos (como el moho o el polvo del heno) en establos mal ventilados. La reacción alérgica causa inflamación y constricción de las vías respiratorias inferiores. Los signos incluyen tos prolongada, secreción nasal y dificultad para respirar. Reducir la exposición del caballo a los alérgenos es de suma importancia en el tratamiento de la afección. Su veterinario probablemente también le recetará medicamentos para mejorar la respiración.
Picor de verano
Picor de verano, caballo
El picor de verano es una alergia cutánea en caballos que suele aparecer en los meses cálidos del verano. Se asocia a las picaduras de algunos insectos, especialmente Culicoides de alimentación nocturna. Estos insectos incluyen mosquitos (ceratopogónidos) y un miembro de la familia de la mosca negra. El picor de verano se caracteriza por la aparición de manchas de intenso picor a lo largo del lomo del caballo, desde las orejas hasta la cola y cerca del ano. El picor de verano se diagnostica por la anamnesis, los signos, las pruebas cutáneas y la identificación del insecto. El tratamiento consiste en mantener al caballo alejado de los insectos picadores y proporcionar medicación para controlar el picor y la reacción alérgica. Las medidas preventivas incluyen la destrucción de los lugares de reproducción de los dípteros, rociar las áreas de estabulación con un pesticida aprobado y usar un ventilador para mover el aire alrededor de los caballos.
Para más información
Consulte también el contenido para veterinarios sobre las reacciones anafilácticas.
