La tetania hipocalcémica es infrecuente en caballos, pero puede desarrollarse después de un ejercicio físico prolongado, como los paseos de resistencia, o el transporte (tetania del transporte) y en yeguas lactantes o que amamantan (tetania de la lactación). Un nivel bajo de calcio en la sangre (hipocalcemia) puede estar causado por una disminución de la absorción intestinal, por un aumento de las pérdidas a través de la leche, la orina o el sudor, o por cambios en el metabolismo óseo. La producción de grandes cantidades de leche y el pastoreo de pastos suculentos hacen que las yeguas lactantes sean más propensas a desarrollar la enfermedad.
Los signos corresponden al nivel de la forma activa de calcio en la sangre, y la mayoría se relacionan con espasmos musculares, temblores y rigidez. Otros signos incluyen incapacidad para masticar, espasmo de los músculos de la mandíbula, babeo, tumbarse, convulsiones y ritmos cardiacos irregulares. En casos graves puede desarrollarse aleteo diafragmático sincrónico. En esta afección, el diafragma se contrae al mismo tiempo que el corazón para producir fuertes sonidos de golpeo (que se escuchan con un estetoscopio) y contracciones por lo general visibles en la zona del flanco.
Las soluciones de calcio administradas por vía intravenosa suelen producir una recuperación completa. Algunas yeguas necesitan tratamientos repetidos durante varios días. Durante la gestación, las yeguas deben recibir una ración equilibrada que contenga cantidades adecuadas de calcio y fósforo en la proporción correcta. Cuando las demandas de calcio aumentan, al amamantar a un potro, las yeguas deben ser alimentadas con forraje de alta calidad, como la alfalfa, o con mezclas minerales que contengan calcio. Se debe minimizar el estrés y el ayuno durante el transporte.
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