La nocardiosis es una enfermedad crónica, no contagiosa, causada por bacterias del género Nocardia. Estas bacterias se suelen encontrar en la tierra, la vegetación en descomposición, el compost y otras fuentes ambientales. Entran en el organismo por contaminación de heridas o por inhalación. Las especies de este género se encuentran en regiones templadas, así como en zonas tropicales y subtropicales. En los caballos, la nocardiosis es una infección oportunista y suele estar relacionada con trastornos inmunitarios, como la disfunción hipofisaria de la pars intermedia o la inmunodeficiencia combinada grave en los potros Árabes.
La falta de apetito, la fiebre, el letargo y la pérdida de peso son signos comunes e inespecíficos asociados a todos los focos de infección. La infección de la piel y los abscesos de los nódulos linfáticos (acumulaciones localizadas de pus) son signos comunes en los caballos, y en animales con sistemas inmunitarios debilitados se produce enfermedad respiratoria o diseminada. El primer signo de infección es la aparición de un nódulo o pústula endurecida, que se rompe y produce pus. Las lesiones individuales pueden estar conectadas por canales, con el desarrollo frecuente de una enfermedad crónica y progresiva. La inflamación nocardial de la boca produce hinchazón e inflamación de las encías alrededor de los dientes y ulceración de la cavidad oral, con mal aliento grave. Puede producirse aborto en yeguas infectadas.
Su veterinario le recetará un antibiótico en función de la identificación de la bacteria. Las infecciones por nocardias son resistentes a algunos tipos de antibióticos. El tratamiento a menudo debe continuarse durante 3 meses o más. Es importante continuar el tratamiento según las indicaciones para permitir la mejor posibilidad de recuperación. El pronóstico es reservado, debido a la larga duración del tratamiento y a la probabilidad de recidivas.
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