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Tétanos en los caballos

Revisado/Modificado may 2019 | Modificado jun 2019

El tétanos es una reacción tóxica a un veneno específico (toxina) que bloquea la transmisión de señales nerviosas inhibitorias a los músculos. Esto da lugar a una contracción muscular grave y a una respuesta exagerada a los estímulos sin una fase de relajación. La toxina está producida por la bacteria Clostridium tetani en los tejidos muertos. La mayoría de los mamíferos son sensibles, pero los caballos y los humanos parecen ser los más sensibles de todas las especies. Aunque el tétanos se da por todo el mundo hay algunas zonas, como la sección norte de las Montañas Rocosas de EE. UU., donde el microorganismo se encuentra raramente en el suelo y donde el tétanos es casi desconocido. En general, la presencia de la bacteria en el suelo y la frecuencia del tétanos en humanos y caballos son mayores en las zonas más cálidas de los distintos continentes.

Clostridium tetani se encuentra en el suelo y en el tracto intestinal. En la mayoría de los casos se introduce en el organismo a través de heridas, en particular las heridas punzantes profundas. A veces no se puede encontrar el punto de entrada porque la propia herida puede ser pequeña o estar curada. Las bacterias permanecen en el tejido muerto en el lugar original de la infección y se multiplican. A medida que las bacterias mueren y se desintegran, se libera la potente toxina nerviosa. La toxina se extiende y causa espasmos de los músculos voluntarios.

El periodo de incubación varía entre una y varias semanas, pero por lo general es de unos 10-14 días. Primero se observa rigidez localizada, que a menudo afecta a los músculos de la mandíbula y a los músculos del cuello, de las extremidades posteriores y de la región de la herida infectada. La rigidez general se acentúa aproximadamente un día después, y luego se hacen evidentes los espasmos y la sensibilidad dolorosa al tacto.

A medida que la enfermedad progresa, los reflejos aumentan en intensidad y el animal se excita fácilmente en espasmos más violentos y generales por movimientos o ruidos repentinos. Los espasmos pueden ser tan intensos que provocan fracturas óseas. Los espasmos de los músculos de la cabeza dificultan la prensión y masticación de los alimentos, y de ahí el nombre común de trismo.

En los caballos, las orejas están erectas, la cola rígida y extendida, los ollares dilatados y el tercer párpado hundido. Hay dificultad para andar, girar y retroceder. Los espasmos de los músculos del cuello y del lomo provocan extensión de la cabeza y cuello, mientras que la rigidez de los músculos de las patas hace que el animal adopte una actitud de "caballete". La sudoración es frecuente. Los espasmos generales perturban la circulación sanguínea y la respiración, lo que provoca un aumento de la frecuencia cardiaca, respiración rápida, congestión de las mucosas y posible insuficiencia respiratoria. Aproximadamente el 80 % de los animales afectados mueren. En los caballos que se recuperan hay un periodo de convalecencia de 2-6 semanas.

Tétanos, postura de caballete, caballo

El diagnóstico de tétanos se suele basar en los signos característicos y la historia de un traumatismo reciente. Su veterinario puede confirmar el diagnóstico encontrando la toxina tetánica en una muestra de sangre tomada del animal afectado. El tratamiento implica una limpieza y desinfección a fondo de la herida, el uso de antibióticos y antitoxina tetánica (que ayuda a proteger contra los efectos de la liberación de toxinas adicionales). Independientemente de si el caballo ha sido inmunizado o no, se suele administrar otra inyección de toxoide para aumentar la producción de anticuerpos contra la toxina. En las primeras etapas de la enfermedad, su veterinario puede recomendar relajantes musculares, tranquilizantes o sedantes, junto con la antitoxina tetánica. Se han obtenido buenos resultados con inyecciones de antitoxina tetánica en caballos.

Los caballos en recuperación necesitan cuidados de enfermería de apoyo y deben mantenerse en un establo oscuro y tranquilo. Los dispositivos de alimentación y bebederos deben ser lo suficientemente altos para permitir que el caballo los use sin bajar la cabeza. Los cabestrillos pueden ser útiles en los caballos que tengan dificultad para alzarse o permanecer erguidos. Pida y siga los consejos de su veterinario con respecto a cualquier otra medida que deba tomar.

La inmunización puede realizarse con toxoide tetánico y suele recomendarse para todos los caballos. Se recomienda utilizar vacunas de recuerdo con el toxoide anualmente. Las yeguas se deben vacunar durante las últimas 6 semanas de gestación, mientras que los potros deben vacunarse a las 5-8 semanas de edad. En las zonas de alto riesgo, los potros pueden recibir antitoxina tetánica inmediatamente después de nacer y cada 2-3 semanas hasta que tengan 3 meses, momento en el que se les puede administrar toxoide.

Para más información

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