El éxito del tratamiento de un trastorno cutáneo requiere la identificación de la causa subyacente. No es sorprendente que muchos tratamientos para las enfermedades cutáneas se apliquen directamente sobre la superficie de la piel (tópicamente). Este puede ser el método de tratamiento preferido para algunas enfermedades o beneficioso además de los fármacos sistémicos (los medicamentos se administran por la boca o se inyectan y luego se distribuyen por todo el organismo). Algunos ejemplos de productos aplicados directamente sobre la piel incluyen pomadas antibióticas, preparaciones de corticoesteroides, champús medicados e insecticidas tópicos. Las pomadas locales, geles y aerosoles se deben usar con moderación para que su gato no lama cantidades excesivas. A la mayoría de los gatos no les gusta que los bañen, por lo que el tratamiento con champú se recomienda con menos frecuencia para los gatos que para los perros. En su lugar, su veterinario puede recomendar compresas calientes locales o el lavado del área particular afectada (como el mentón).
Pueden ser necesarios fármacos sistémicos para tratar algunos trastornos. Estos incluyen antibióticos sistémicos, antifúngicos, antiparasitarios, hormonas, antihistamínicos, corticoesteroides y otros fármacos antiinflamatorios.
Al igual que con cualquier programa de tratamiento, asegúrese de leer y comprender todas las instrucciones para el uso del producto prescrito, incluyendo cómo aplicarlo o administrarlo, cuánto usar y con qué frecuencia debe administrarse.
Consulte también el contenido para veterinarios sobre los principios del tratamiento tópico o la farmacoterapéutica sistémica del sistema tegumentario.
