La urticaria o las erupciones cutáneas son pequeños parches de piel enrojecidos, hinchados, que suelen picar. Son muy raros en gatos y se asocian con mayor frecuencia con picaduras de insectos o con medicamentos. La urticaria puede desarrollarse después de inhalar, tocar o consumir alérgenos. Cuando la urticaria va acompañada de una grave hinchazón y acumulación de líquido en otras partes del cuerpo (por lo general, la cabeza, las patas, las vías respiratorias o los genitales), la reacción alérgica puede poner en peligro la vida.
Las ronchas (erupciones) aparecen a los pocos minutos u horas de la exposición al agente causante. En los casos graves, las erupciones cutáneas van precedidas de fiebre, falta de apetito o apatía. Pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero se producen principalmente en el lomo, los flancos, el cuello, los párpados y las patas. En los casos avanzados pueden encontrarse en las membranas mucosas de la boca, la nariz, el revestimiento de los ojos, el recto y la vagina.
A menudo, la urticaria desaparece tan rápidamente como surge, por lo general en unas pocas horas. Puede que no se necesite tratamiento. Cuando sea necesario, el tratamiento puede incluir corticoesteroides de acción rápida. La urticaria puede reaparecer rápidamente si no se elimina la exposición a la causa. Si la urticaria es crónica, los alérgenos alimentarios o ambientales deben considerarse como causas potenciales. La muerte rara vez se produce y se suele asociar con hinchazón del revestimiento de las vías respiratorias o anafilaxia (una reacción alérgica grave).
Consulte también el contenido para veterinarios sobre la urticaria.