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Grupos sanguíneos y transfusiones de sangre en los gatos

PorSusan M. Cotter, DVM, DACVIM
Última revisión/modificación may 2018

Los grupos sanguíneos están determinados por la presencia o ausencia de ciertos antígenos (proteínas o azúcares) que se encuentran en la membrana de los glóbulos rojos. El número de sistemas de grupos sanguíneos varía entre las especies domésticas. Los gatos tienen cuatro grupos sanguíneos conocidos, A, B, AB y mic. El grupo A es el más común (alrededor del 99 % de los gatos en los EE. UU. son del grupo A). Ciertas razas tienen una mayor prevalencia del grupo B. El grupo AB es poco frecuente. No hay donantes universales entre los gatos, porque naturalmente tienen anticuerpos contra el antígeno del grupo sanguíneo del que carecen. Se determina el grupo de los pacientes para ayudar a hallar la compatibilidad entre los donantes y los receptores y para identificar parejas reproductoras con riesgo potencial de producir anemia hemolítica en sus camadas. Las gatas del grupo B tienen anticuerpos anti-A especialmente fuertes. Si tienen gatitos que heredan el grupo A del gato, el anticuerpo va a los gatitos en el calostro (primera leche) y destruye los glóbulos rojos en el gatito ( ver Isoeritrólisis neonatal).

Determinación del grupo sanguíneo

El grupo sanguíneo de un animal se determina midiendo la reacción de una pequeña muestra de sangre a ciertos anticuerpos. El grupo sanguíneo debe determinarse antes de poder realizar una transfusión de sangre de forma segura. Además, también es necesaria una prueba llamada compatibilidad cruzada para asegurar transfusiones seguras. En esta prueba, los componentes específicos de la sangre del donante se combinan con componentes de la sangre del paciente antes de una transfusión para garantizar que no se produzca una reacción. Incluso la primera transfusión incompatible da lugar a la destrucción rápida de las células transfundidas.

Transfusiones de sangre

A menudo, la necesidad de una transfusión de sangre es una urgencia, como una hemorragia grave o la destrucción repentina de glóbulos rojos debido a otra enfermedad. Las transfusiones también pueden ser necesarias para tratar la anemia por otras causas. Los animales con trastornos de la coagulación sanguínea a menudo necesitan transfusiones repetidas. Pueden administrarse transfusiones de sangre completa, glóbulos rojos, plasma, plaquetas o sustitutos de la sangre. Todas las transfusiones deben administrarse con cuidado debido al potencial de efectos adversos. El riesgo más grave es la destrucción de los glóbulos rojos poco después de su administración, denominada hemólisis. Afortunadamente, esta raramente se produce en animales domésticos. Otras complicaciones incluyen la transmisión de sangre infectada o enfermedades (como la leucemia felina o los virus de la inmunodeficiencia) de un donante infectado. Los donantes se deben analizar antes de extraer sangre. Si se administra demasiada sangre, se puede producir edema (líquido) en los pulmones. Otras reacciones menos comunes o menores incluyen disminución del calcio, fiebre, urticaria o vómitos.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre los grupos sanguíneos y las transfusiones de sangre.