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Otitis externa en los gatos

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Revisado/Modificado jul 2018 | Modificado ago 2018

La porción tubular del oído externo que lleva el sonido al tímpano se denomina conducto auditivo. El trastorno más común del canal auditivo en los gatos se llama otitis externa. Esta afección se produce cuando la capa de células que recubre el conducto auditivo externo se inflama. La inflamación también puede extenderse al pliegue de la oreja (pabellón auricular). Los signos incluyen sacudidas de la cabeza, olor, enrojecimiento de la piel, hinchazón, rascado de las orejas, aumento de la secreción y piel escamosa. El conducto auditivo puede doler o picar, según la causa o la duración de la afección. Uno o ambos oídos pueden estar afectados, y los signos pueden aparecer repentinamente o durar mucho tiempo.

Dentro de la oreja de un gato

La otitis externa puede estar causada por muchos factores diferentes. Algunos de estos factores (como los parásitos, los cuerpos extraños y las alergias) parecen causar directamente la inflamación, mientras que otros (como ciertas bacterias, levaduras o una infección del oído medio) empeoran y perpetúan la afección. La identificación de estos factores es clave para controlar con éxito la inflamación. A menos que se identifiquen y traten todas las causas, la enfermedad puede reaparecer.

Diagnóstico

Una anamnesis detallada y una exploración física y cutánea minuciosas pueden dar pistas sobre la causa de la otitis externa. El pabellón auricular y las regiones cercanas a la oreja pueden mostrar signos de autotraumatismo (p. ej., por rascado), enrojecimiento de la piel y anomalías cutáneas. Las deformidades de las orejas, un crecimiento anormal del tejido en el canal auditivo y los movimientos de la cabeza sugieren molestias a largo plazo en el oído.

Su gato puede necesitar sedación o anestesia para permitir un examen completo con un otoscopio. Esto es especialmente cierto si le duele el oído, si el canal está obstruido con secreciones o tejido inflamatorio generalizado, o si su gato no coopera. Un examen con un otoscopio permitirá la identificación de cuerpos extraños o pólipos profundos en el oído, restos impactados, infestaciones por parásitos y tímpanos rotos o anormales. A menudo, los veterinarios tomarán muestras del oído usando un aplicador con punta de algodón. El examen microscópico de las muestras puede determinar rápidamente si hay una infección o parásitos (p. ej., ácaros del oído). También se pueden tomar muestras adicionales para un cultivo de laboratorio (para identificar específicamente cualquier bacteria o levadura que cause una infección). Su veterinario también puede examinar muestras de pelo bajo el microscopio para buscar tiña (una infección fúngica contagiosa).

A veces se necesitan pruebas adicionales para identificar los factores que causan la inflamación. Se pueden recomendar pruebas de alergia. Los gatos con inflamación obstructiva a largo plazo en un solo oído pueden necesitar una biopsia para buscar la presencia de un tumor. Pueden ser necesarias además la TC y la RM si su veterinario sospecha que el oído interno o medio también están afectados.

Tratamiento

Para tratar estas afecciones, su veterinario deberá identificar y corregir cualquier causa subyacente. También debe tratarse cualquier dolor. La mayoría de los medicamentos tópicos para los oídos contienen una combinación de antibióticos, antimicóticos y glucocorticoides (esteroides que reducen la inflamación). Si se aplica adecuadamente, el medicamento ideal reviste la capa de células que recubren el conducto auditivo externo con una película delgada. En la mayoría de los casos de inflamación del conducto auditivo externo de larga duración y en cualquier caso en el que se sospeche una inflamación del oído medio, se incluirá probablemente una medicación por la boca o en inyección como parte del tratamiento. Los gatos con ácaros del oído se suelen tratar con antiparasitarios.

Debido a que los medicamentos tópicos pueden inactivarse por secreción de los oídos o por exceso de cerumen, su veterinario puede limpiar los oídos suavemente y luego secarlos antes de iniciar el tratamiento. En los animales con dolor en el oído, la limpieza adecuada requiere anestesia general. Siga los consejos de su veterinario sobre la limpieza de los oídos en casa. Muchos recomendarán que espere para comenzar las limpiezas caseras de los oídos hasta después de una nueva cita, por lo general en 5-7 días. Deben evitarse los remedios caseros (como el peróxido de hidrógeno) y las diluciones de vinagre. Provocan una inflamación del revestimiento del conducto auditivo y un aumento de las secreciones glandulares, lo que predispone a infecciones bacterianas o por hongos. Las sustancias que no suelen ser irritantes en el conducto auditivo normal pueden causar irritación en un oído que ya está inflamado. Hable con su veterinario antes de poner cualquier cosa en la oreja de su gato, y use los productos para los oídos solo según lo recomendado por su veterinario.

El tratamiento debe continuar hasta que la infección haya desaparecido por completo. Las revisiones regulares con su veterinario pueden ayudar a asegurar que el tratamiento no se detenga demasiado pronto.

Cuidado preventivo

Asegúrese de inspeccionar las orejas de su gato regularmente y observe cualquier cambio inusual de temperatura, cambios en el color o estado de la piel, aumento repentino de la humedad o secreción, costras, pérdida de pelo u otros cambios. Cuando observe cambios en los oídos de su mascota, es el momento de una revisión. A menos que un veterinario indique lo contrario, los gatos sanos no suelen necesitar limpiezas rutinarias de oídos.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre la otitis externa.