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Sordera en los gatos

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Revisado/Modificado jul 2018 | Modificado ago 2018

    La sordera en los gatos puede ser congénita (presente al nacimiento) o adquirida como resultado de una infección, traumatismo, tóxicos (incluyendo ciertos fármacos) o degeneración del oído.

    La sordera presente al nacimiento puede ser hereditaria o proceder de un daño tóxico o vírico en el gatito en desarrollo no nacido. Un determinado gen de los gatos provoca pelo blanco, ojos azules y sordera; sin embargo, no todos los gatos blancos de ojos azules son sordos. En este caso, la sordera se debe a cambios degenerativos que se producen en la primera semana de vida.

    El diagnóstico de la sordera congénita requiere una cuidadosa observación de la respuesta del gato al sonido. En los gatitos jóvenes o en los gatos mantenidos en grupo, la sordera puede ser difícil de detectar, porque el individuo sospechoso seguirá la respuesta de los demás en el grupo. Si se observa al gato como individuo después de una edad en la que las respuestas al sonido son predecibles (alrededor de 3-4 semanas), entonces se puede detectar la sordera. Los gatos sordos de un oído son especialmente difíciles de diagnosticar sin pruebas especializadas.

    La sordera adquirida puede ser el resultado de la obstrucción del conducto auditivo externo. Esto se produce en la inflamación a largo plazo del conducto auditivo externo (otitis externa), la infección del oído medio o interno, el exceso de cerumen o la lesión de los huesos pequeños dentro de los oídos. A veces los pólipos inflamatorios pueden causar sordera en los gatos. La sordera en un oído o la pérdida parcial de la audición, o ambas, es posible en algunos de estos casos. La eliminación de la obstrucción o la curación del tejido dañado suele restaurar la audición.

    Otras causas de sordera adquirida dan lugar a la pérdida de las células nerviosas necesarias para la audición. Estos tipos de sordera son permanentes. Las causas incluyen traumatismo del oído interno, infecciones en el oído medio o interno, ruidos fuertes, afecciones en las que hay una pérdida o destrucción de mielina (el material graso que rodea algunas células nerviosas), fármacos tóxicos para el oído (p. ej., ciertos antibióticos o aspirina), anestesia, edad avanzada y tumores que afectan al oído o al tronco encefálico.

    Los gatos con sordera debida a una infección bacteriana pueden recuperar la audición después del tratamiento antibiótico. La recuperación de otras causas varía con la enfermedad en particular. No hay un tratamiento eficaz para la sordera congénita. Muchos gatos con sordera parcial o completa se adaptan muy bien a su afección. Sin embargo, los gatos sordos no deben salir al exterior excepto con una correa.

    Consulte también el contenido para veterinarios sobre la sordera.