Los trastornos oculares pueden producirse debido a enfermedades que afectan a otras partes del organismo. Pueden aparecer con trastornos hereditarios, infecciosos, degenerativos y cancerosos. A menudo, descubrir un cambio en los ojos puede ayudar a descubrir el trastorno sistémico antes que si no se hubieran examinado los ojos. Las enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos o al sistema nervioso pueden producir cambios en los ojos. Si su gato tiene una enfermedad que afecta a ambos ojos, su veterinario a menudo buscará enfermedades en el resto del organismo.
Se puede producir inflamación del párpado con enfermedades cutáneas de todo el organismo causadas por ácaros, hongos o trastornos del sistema inmunitario. Las enfermedades infecciosas (como el herpesvirus felino 1 o las infecciones bacterianas) pueden causar una inflamación súbita o recurrente de la conjuntiva (conjuntivitis). El herpesvirus felino 1 también se asocia con enfermedades corneales, incluyendo la inflamación (queratitis), el secuestro corneal y el ojo seco. Las enfermedades infecciosas frecuentes (como la peritonitis infecciosa felina, la toxoplasmosis, el virus de la inmunodeficiencia felina y el virus de la leucemia felina) también pueden causar inflamación del tracto uveal (uveítis), desprendimiento de retina y glaucoma. La presión arterial alta (hipertensión sistémica) puede causar una pérdida repentina de la visión.
Herpesvirus felino 1 (rinotraqueítis felina) en los gatos
El herpesvirus felino 1 (rinotraqueítis felina) es un virus que afecta a los ojos y al tracto respiratorio de los gatos. Es muy frecuente. De hecho, en algunas zonas del mundo, el 97 % de los gatos han estado expuestos al virus. Después de la exposición al herpesvirus felino 1, más del 80 % de los gatos se infectan "latentemente" de por vida. Esto significa que el virus suele permanecer inactivo en el organismo, pero puede reactivarse, especialmente durante los momentos de estrés. Es durante estos periodos de reactivación (cuando el gato puede o no mostrar signos de enfermedad) cuando el gato puede transmitir el virus a otros gatos. Aproximadamente la mitad de los gatos afectados transmitirán la enfermedad en algún momento de su vida. El virus se suele transmitir de un gato a otro a través de las secreciones de los ojos, la nariz y la boca, pero también puede transmitirse por contaminación ambiental con estas secreciones. La enfermedad puede afectar a gatos de todas las edades, pero es especialmente común en gatos jóvenes. También es común en lugares donde los gatos estresados están agrupados (p. ej., en albergues y residencias).
El herpesvirus felino 1 causa conjuntivitis (inflamación de las membranas alrededor de los ojos), queratitis (inflamación de la córnea) y úlceras corneales (úlceras en la córnea). Los signos incluyen ojos enrojecidos, conjuntiva hinchada, parpadeo excesivo, secreción ocular (que puede ser clara o coloreada y espesa) y dolor. Las infecciones a largo plazo y recurrentes pueden producir cicatrices en la córnea, "ojo seco" e incluso ceguera. El herpesvirus felino 1 también suele causar inflamación de las vías nasales ("rinitis"), que puede provocar estornudos, congestión nasal y secreción nasal. Los gatos afectados también pueden tener fiebre, nódulos linfáticos agrandados y falta de apetito. Con menor frecuencia, el virus puede causar neumonía, llagas en la boca, lesiones cutáneas y enfermedad generalizada. Cuando se infectan por primera vez con el virus, los gatos a menudo muestran signos hasta 3 semanas antes de que la enfermedad desaparezca por sí sola. Las infecciones recurrentes pueden ser menos graves, pero pueden aparecer enfermedades oculares a largo plazo.
Diagnóstico
Los veterinarios diagnostican el herpesvirus felino 1 basándose en la historia clínica y los signos del gato, los resultados de las pruebas de laboratorio y la respuesta a los tratamientos antivirales (véase más adelante). La presencia de signos respiratorios y queratitis sugiere una enfermedad causada por el herpesvirus 1 felino. Si están presentes, la aparición de úlceras corneales clásicas (llamadas úlceras dendríticas) confirma el diagnóstico. Las pruebas de laboratorio se pueden realizar en muestras tomadas de la conjuntiva o la córnea de gatos enfermos.
Tratamiento
Su veterinario le recomendará el mejor tratamiento para su gato. Los medicamentos antivirales pueden aplicarse en el ojo o administrarse oralmente. Los antibióticos no son eficaces contra los virus, pero se pueden prescribir para infecciones bacterianas secundarias. Los tratamientos de apoyo (como la administración de líquidos o alimentos suplementarios) también son necesarios en los gatos gravemente afectados.
Prevención
El estrés puede estimular la reactivación del virus y hacer que la enfermedad recidive. Es importante evitar situaciones estresantes para su gato, siempre que sea posible. Por ejemplo, las infecciones con otras enfermedades, la introducción de una nueva mascota, los conflictos con gatos de la casa o del vecindario, la gestación y el amamantamiento, el cambio de alojamiento o ambiente, la dieta o los cambios de rutina pueden ser estresantes para su gato. Además, el uso de corticoesteroides también puede provocar la reactivación del virus.
Existe una vacuna disponible para el herpesvirus felino 1. Se incluye en el grupo de vacunas de rutina ("esenciales") administradas a gatitos y gatos. La vacuna no previene la infección por el virus, pero puede reducir la diseminación del virus y los signos de la enfermedad. Algunos gatos vacunados todavía pueden mostrar signos leves de enfermedad. Siga las recomendaciones de su veterinario sobre la pauta de las vacunaciones.