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Modificación del comportamiento en los perros

PorGary M. Landsberg, BSc, DVM, MRCVS, DACVB, DECAWBM
Revisado/Modificado feb 2018 | Modificado mar 2018

Las técnicas más utilizadas para modificar el comportamiento incluyen la habituación, la extinción, la desensibilización, el contracondicionamiento, la sustitución de la respuesta y el modelado. Una técnica de modificación del comportamiento llamada inundación, descrita a continuación, no se usa con mucha frecuencia porque es más probable que empeore a los animales. Aunque se afirma que el castigo se usa con frecuencia con diversos grados de éxito, pocas personas lo emplean de forma correcta. Para que el castigo (como gritarle al perro) tenga éxito, debe producirse al principio del comportamiento, aplicarse de forma consistente y ser lo suficientemente fuerte como para detener el comportamiento no deseado. La mayoría de los castigos no se aplican en el momento adecuado o no son del tipo apropiado para la situación. Tampoco se recomiendan las técnicas de entrenamiento de "dominancia" que animan a los propietarios a afirmar su liderazgo a través de enfrentamientos físicos. Múltiples estudios han demostrado que es más probable que el entrenamiento basado en castigos o enfrentamientos produzcan miedo, evitación y un aumento de la agresividad. Los perros entrenados con recompensas tienen menos problemas de comportamiento y menos miedo.

Técnicas de modificación del comportamiento

La mayoría de las técnicas involucradas en la modificación de la conducta no son difíciles de aprender y se pueden utilizar con éxito como técnicas preventivas. Sin embargo, requieren una inversión regular de tiempo y esfuerzo. A continuación, se revisan brevemente los principios básicos de estas técnicas.

Pautas para seleccionar un adiestrador de perros

  • Busque adiestradores que utilicen el refuerzo positivo para el buen comportamiento en lugar del castigo por un comportamiento inaceptable.

  • Observe una clase de obediencia sin su mascota. ¿Los perros y la gente se lo están pasando bien? Hable con algunos de los participantes después de la clase. Si alguien no le permite sentarse en una clase, no se inscriba.

  • No permita que los adiestradores trabajen con su perro a menos que le digan de antemano exactamente lo que planean hacer.

  • No tema decirle a un adiestrador que se detenga si él o ella hace algo (o le dice que haga algo) a su perro con lo que no se siente cómodo.

  • Evite a los adiestradores que ofrecen garantías. Estos adiestradores ignoran o no comprenden las complejidades del comportamiento animal.

  • Evite a los adiestradores que se oponen al uso de comida como recompensa del entrenamiento. La comida es una de las mejores formas de motivar a un perro.

  • Evite a los adiestradores que insisten en usar una cadena de estrangulamiento. Los ronzales de cabeza son alternativas humanitarias a las cadenas y los collares de estrangulamiento.

  • Si cree que se ha sometido a su perro a un trato cruel por parte de un adiestrador, obtenga los nombres y números de teléfono de los testigos. Lleve a su perro a su veterinario inmediatamente para hacerle una exploración física completa. Dígales que los resultados del examen pueden usarse como prueba en un caso judicial para que su veterinario documente los procedimientos teniendo esto en cuenta.

La habituación es una forma elemental de aprendizaje que no implica recompensas. Es simplemente el final o la disminución de una respuesta a una situación que resulta de la exposición repetida o prolongada a esa situación. Por ejemplo, los caballos que se encuentran alojados en un prado que rodea una carretera pueden huir al principio cuando pasa el tráfico, pero finalmente aprenden a ignorarlo. Un perro que se habitúa a un tipo de sonido no se habitúa automáticamente a otros sonidos como consecuencia de esta habituación. La habituación no es lo mismo que no responder a la estimulación debido a la fatiga, la adaptación sensorial o a una lesión. Los efectos de la habituación suelen ser duraderos. Sin embargo, si un animal se expone repetidamente a un estímulo potencialmente dañino (como un depredador) sin ser dañado, la habituación no se suele producir. Debido a esto, los científicos creen que las respuestas a estímulos peligrosos pueden tener una resistencia hereditaria a la habituación. Si la respuesta de miedo es demasiado intensa, el perro puede volverse más temeroso en lugar de adaptarse al estímulo.

La recuperación espontánea está asociada a la habituación. Si hay un largo periodo de tiempo entre el momento en el que un perro ha experimentado un acontecimiento al que se había habituado y la reexposición al mismo acontecimiento, el perro puede reaccionar de nuevo. Por ejemplo, un cachorro ladra para obtener una reacción. Cuanto más intenta calmarlo el propietario, más ladra el cachorro. Continuará con este patrón porque está recibiendo la atención que deseaba. Incluso si la atención es "negativa", algunos cachorros la encontrarán gratificante. El mejor método para desalentar el comportamiento es ignorarlo. Finalmente, el cachorro deja de ladrar si el propietario lo ignora constantemente. Sin embargo, el mal comportamiento vuelve de vez en cuando. Esto se llama recuperación espontánea.

Dar un premio a un perro

El condicionamiento se refiere a las asociaciones entre los estímulos y el comportamiento. Por ejemplo, un perro hambriento babea (el comportamiento) cuando ve comida (el estímulo). Después de esto, cada vez que el perro hambriento ve la comida, suena una campana (un segundo estímulo). Una vez que la comida y la campana se han emparejado varias veces, el perro babeará incluso si solo oye la campana. Esto se llama condicionamiento. La campana genera la misma respuesta que la vista de la comida. Después de varias veces, el perro ha aprendido a asociar la campana con la comida. El condicionamiento puede ser positivo o negativo. Por ejemplo, el sonido de un timbre puede causar miedo o excitación en un perro, según si al perro le gustan o no las visitas.

El refuerzo es cualquier acontecimiento que aumenta las probabilidades de que un determinado comportamiento se repita. El refuerzo puede ser positivo o negativo. Cuando se usa un refuerzo positivo (una recompensa) en el adiestramiento, hay una relación positiva entre el comportamiento y sus consecuencias. Cuanto más exhiba el comportamiento la mascota, más refuerzo positivo recibe. Esto hace que ese comportamiento aumente. Un refuerzo negativo (que muchas personas consideran erróneamente como un castigo) es algo desagradable que aumenta un comportamiento cuando se elimina. Por ejemplo, sujetarlo con fuerza puede ser desagradable para un cachorro que se retuerce. Pero la sujeción se libera solo cuando el cachorro se calma. Después de varias veces, la liberación de la sujeción aumentará la posibilidad de que el cachorro se relaje más rápido.

Los refuerzos de segundo orden son señales que se pueden usar a distancia para hacer saber al perro que se acerca una recompensa. Los refuerzos de segundo orden más frecuentes son palabras, como "¡buena chica!", señales con las manos y señales con el clicker. Al combinarlos cuidadosamente con una recompensa primaria (como comida o caricias), los refuerzos de segundo orden pueden obtener la misma respuesta que la recompensa. Por ejemplo, un clicker puede asociarse con palmaditas en la cabeza como recompensa por sentarse y quedarse quieto. Al asociar el clicker con una recompensa, puede entrenar al perro para que se siente y permanezca lejos y recompensar el comportamiento usando el clicker. El entrenamiento positivo y el entrenamiento con clicker se han vuelto muy populares. Sin embargo, es posible hacer un excelente trabajo de entrenamiento en positivo sin usar ningún refuerzo de segundo orden. El entrenamiento con clicker requiere práctica frecuente y una excelente sincronización. En algunas situaciones que involucran problemas de comportamiento, el uso incorrecto de un clicker puede entorpecer, más que ayudar, un programa de modificación de conducta.

La extinción es una respuesta que se detiene cuando se retira una recompensa. Un ejemplo clásico de extinción implica a un perro que salta sobre las personas para llamar la atención. Si las personas acarician al perro, el comportamiento continúa. Si dejan de acariciar al perro, finalmente este dejará de saltar porque la recompensa ya no está ahí. Sin embargo, incluso una caricia ocasional en respuesta a sus saltos reforzará el patrón. Cuanto más valiosa sea la recompensa original, más tiempo haya estado presente y más incertidumbre haya sobre si se ha retirado realmente, mayor será la resistencia a la extinción. La resistencia a la extinción también puede darse incluso sin refuerzo si la recompensa era lo suficientemente buena y estaba estrechamente vinculada al comportamiento.

Debido a que a menudo hay una asociación entre obtener la recompensa y la intensidad del comportamiento, la intensidad o la frecuencia del comportamiento que está tratando de eliminar suele aumentar al comienzo de la extinción. En otras palabras, un comportamiento que está tratando de extinguir puede empeorar antes de mejorar. Es fundamental que usted no ceda. Ceder solo hará que la extinción sea más difícil. El perro aprenderá que, aunque su umbral haya aumentado, puede anularlo esforzándose más.

El sobreaprendizaje es la ejecución repetida de una conducta ya aprendida. Se utiliza con frecuencia en adiestramiento para eventos específicos, y también puede ser útil para prevenir respuestas de miedo en perros. El sobreaprendizaje logra tres cosas: retrasa el olvido, aumenta la resistencia a la extinción y aumenta la posibilidad de que el comportamiento se convierta en una respuesta automática o "instintiva" en situaciones similares. Este aspecto puede ser extremadamente útil para enseñar a un perro a superar el miedo o la ansiedad.

El modelado es una técnica de aprendizaje que funciona bien para perros que no saben qué respuesta desea el adiestrador. El modelado funciona a través de aproximaciones graduales y permite recompensar al perro inicialmente por un comportamiento que se asemeja al deseado. Por ejemplo, cuando se enseña a un cachorro a sentarse, darle una golosina por agacharse aumentará la probabilidad de que esa postura se repita. La conducta de agacharse se recompensa entonces solo cuando comienza a ser más exagerada y, finalmente, cuando comienza a sentarse de verdad.

PUNTO CLAVE

La evitación de un problema de comportamiento es esencial hasta que pueda conseguir ayuda cualificada, en especial en casos de agresividad. Con tratamiento es posible reducir la conducta agresiva, pero la evitación es la clave para minimizar el riesgo. La evitación no significa que el animal tenga el control, o que esté cediendo ante el perro. En cambio, puede ayudar a extinguir el comportamiento agresivo. Cada vez que un perro se pone agresivo, aprende que la agresividad puede ayudarlo a manejar la situación, con lo que se refuerza el problema.

La desensibilización es una forma de enseñar gradualmente a un perro a tolerar una situación exponiéndolo cuidadosamente a esa situación en pequeños pasos. Si un cachorro se sobreexcita con el sonido del timbre de la puerta, el uso de una cinta grabada con el sonido del timbre podría ayudar a frenar esa respuesta indeseable. Si la cinta se reproduce muy suavemente al principio y luego se aumenta su volumen de forma gradual mientras el cachorro permanece tranquilo, entonces este puede dejar de reaccionar al timbre.

El contracondicionamiento es un método para reducir el comportamiento no deseado al enseñar al perro a reemplazarlo por otro comportamiento más favorable. En el ejemplo anterior del timbre, el cachorro podrá aprender más rápidamente si se le enseña primero a sentarse, quedarse quieto y relajarse a cambio de una recompensa. El cachorro debe estar absolutamente tranquilo y calmado, y expresar con la mirada, la postura corporal o las expresiones faciales que haría cualquier cosa por su propietario. Una vez aprendido este comportamiento, se añade la desensibilización con la reproducción de la cinta y aumentando gradualmente el volumen. Si en cualquier momento el cachorro comienza a estar demasiado excitado, se debe bajar el volumen de la cinta hasta que el cachorro se relaje. La relajación es clave y es el primer paso para modificar el comportamiento. El contracondicionamiento y la desensibilización pueden requerir mucho tiempo y esfuerzo. Los ejercicios deben repetirse con frecuencia para que el comportamiento no deseado disminuya hasta que ya no sea un problema.

La inundación es la exposición prolongada a un estímulo hasta que el perro finalmente deja de reaccionar. Esto es lo opuesto al planteamiento adoptado en la desensibilización. Es mucho más estresante que ninguna otra estrategia de tratamiento y si no se usa correctamente puede empeorar las cosas. El problema más frecuente es el aumento del miedo. Esta técnica solo la debe aplicar un profesional y solo como último recurso.

El castigo también se conoce como condicionamiento aversivo. Es cualquier acontecimiento desagradable que reduce la posibilidad de que un comportamiento se repita. El castigo puede ser positivo o negativo. El castigo positivo se refiere a la aplicación de algo desagradable para disminuir un comportamiento, mientras que el castigo negativo se refiere a eliminar algo positivo para disminuir un comportamiento. El castigo no es lo mismo que el refuerzo negativo ( ver Técnicas de modificación del comportamiento). Para que sea más eficaz, el castigo debe aplicarse lo antes posible (en unos segundos al comienzo del comportamiento), y debe ser consistente y apropiado. Los factores cruciales en el castigo incluyen el momento, la consistencia, una intensidad apropiada y la presencia de una recompensa después de que cese el comportamiento indeseable. Esta es la parte ignorada con más frecuencia por las personas cuyas mascotas tienen problemas de conducta. Los propietarios suelen recurrir al castigo físico como primera opción, pero el castigo no tiene por qué ser físico. Además, el castigo es tan difícil de usar correctamente como el contracondicionamiento y la desensibilización. El castigo nunca es una "salida fácil" y tiene muchas posibilidades de fracasar. También puede dar lugar a otras consecuencias negativas, como el aumento de la posibilidad de miedo o agresividad.

El Principio de Premack afirma que los comportamientos más probables reforzarán los comportamientos menos probables. Cuando el mal comportamiento aumenta la probabilidad de que un perro logre un objetivo, es más probable que el perro se comporte mal. Para prevenir la mala conducta, el propietario puede enseñar al perro un comportamiento alternativo y positivo; por ejemplo, enseñar a un perro a sentarse y permanecer quieto antes de dejarlo salir al exterior puede disuadirlo de salir corriendo.

La sustitución de respuesta implica el reemplazo de una respuesta indeseable por una deseada. Un ejemplo es enseñarle a un perro a tumbarse en lugar de saltar. Los propietarios deben comenzar en un entorno tranquilo donde es probable el éxito, y luego progresar a lugares con más distracciones a medida que se aprende el comportamiento. Se puede necesitar primero desensibilizar a los perros a los estímulos para que la sustitución tenga éxito.

Uso de medicación para tratar problemas de conducta

Su veterinario puede prescribir medicamentos para ayudar a tratar un problema de comportamiento de su mascota. El tratamiento farmacológico para tratar casi cualquier cambio del comportamiento es más útil cuando se combina con una modificación de la conducta.

En los últimos años ha habido un aumento en el uso de medicamentos para tratar una variedad de problemas de comportamiento en mascotas ( ver la Tabla: Fármacos utilizados para tratar problemas de comportamiento en los perros). Sin embargo, existen varias desventajas potenciales en el uso de medicamentos para tratar estos problemas, y debe saber que no existe una "fórmula mágica" que pueda resolver el problema fácil y rápidamente. Las limitaciones del uso de la medicación incluyen la posibilidad de efectos adversos, el coste, la necesidad de tratar durante un periodo de tiempo considerable antes de que la medicación surta efecto, la información limitada sobre qué medicación es más eficaz y la posibilidad de que el problema reaparezca una vez que la medicación se retira.

Tabla
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Todos los medicamentos tienen el potencial de causar efectos secundarios. Afortunadamente, la mayoría de los medicamentos modernos contra la ansiedad y los antidepresivos utilizados en los animales de compañía se toleran bien. Los efectos secundarios más comunes son trastornos gastrointestinales (que producen reducción del apetito, vómitos o diarrea). En algunas mascotas puede producirse una disminución de la actividad o letargo durante la primera semana de tratamiento, a medida que el animal se adapta a la medicación. (Esta reacción suele desaparecer por sí sola.) En casos raros se han descrito efectos secundarios más graves, como inflamación potencialmente mortal del hígado, convulsiones u otros signos de toxicidad. La mayoría de los medicamentos utilizados para los problemas de comportamiento en las mascotas fueron diseñados para su uso en personas. Pocos han sido aprobados directamente por la FDA para su uso en animales, aunque tal uso no está prohibido. Esto significa que puede haber información limitada disponible sobre seguridad, toxicidad y eficacia en perros u otros animales.

Dado que esta es un área relativamente nueva de la medicina veterinaria, en muchos casos no se ha demostrado su eficacia mediante la investigación. Los veterinarios a menudo deben confiar en los informes de casos, su propia experiencia clínica y las presentaciones en reuniones para saber qué medicamentos y qué dosis recomendar. Los animales individuales varían en su respuesta a la medicación, al igual que las personas. Como resultado, siempre habrá algún elemento de ensayo y error para determinar si un medicamento en particular ayudará a resolver un problema de conducta.

Si la medicación se usa sin modificar el comportamiento o cambios ambientales (e incluso cuando se usa con estas técnicas en algunos casos), el comportamiento no deseado puede volver una vez que se suspende la medicación. Algunos problemas pueden requerir tratamiento durante un año o más. En la mayoría de los casos, la medicación se usa durante un periodo de varios meses.

A pesar de estas limitaciones, la medicación tiene el potencial de ser muy útil en una amplia gama de problemas de comportamiento de las mascotas, incluidos los problemas relacionados con el miedo como la ansiedad por separación y las fobias a las tormentas, los comportamientos compulsivos como los granulomas por lamido y algunos tipos de agresividad. Los fármacos y algunos suplementos pueden ayudar a normalizar las emociones de su perro y mejorar su capacidad para entrenar perros ansiosos, hiperactivos o miedosos. También pueden mejorar el bienestar de una mascota. Su veterinario puede estudiar si la medicación podría ser apropiada para su perro.