logoVERSIÓN PARA PROPIETARIOS DE MASCOTAS

Atención médica rutinaria de los perros

PorJohn A. Bukowski, DVM, MPH, PhD;Susan Aiello, DVM, ELS
Revisado/Modificado jul 2011

Además de alimentar y ejercitar a su perro, hay otros aspectos del cuidado general que son necesarios para mantenerlo sano durante toda su vida. Estos incluyen la atención veterinaria rutinaria para aplicar vacunaciones, control de parásitos y cuidado dental, aseo y protección contra los peligros domésticos.

Importancia de la atención veterinaria

Los perros adultos deben someterse a un examen veterinario completo al menos una vez al año. Los cachorros necesitan revisiones veterinarias por lo general cada 3 o 4 semanas hasta que tienen aproximadamente 4 meses de edad. Los perros geriátricos (mayores de 7 a 8 años) deben ver a su veterinario dos veces al año o con mayor frecuencia porque en los animales de mayor edad las enfermedades son más frecuentes y se pueden identificar antes. Su veterinario puede recomendar un programa de bienestar para su mascota, incluyendo análisis rutinarios de sangre para controlar problemas como enfermedad renal o hepática precoz.

Signos de enfermedad

Ya que usted está más familiarizado con su perro que nadie, debe vigilarlo cuidadosamente para detectar signos sutiles de enfermedad que otra persona o incluso un veterinario puedan pasar por alto. Los signos generales de enfermedad incluyen falta de apetito o disminución de la actividad. Otros signos más específicos incluyen vómitos y diarrea, orinar con más (o menos) frecuencia, tos y estornudos o secreción de los ojos, oídos o nariz. La enfermedades también pueden manifestarse como pérdida de pelo o áreas de picor en la piel o alrededor de las orejas. Los problemas con el sistema musculoesquelético se observan a menudo como rigidez o cojera, como no apoyar peso sobre una pata. Si su perro muestra alguno de estos signos durante más de uno o dos días, es buena idea hacer una visita al veterinario.

Administrar medicación

Las pastillas y los medicamentos masticables suelen ser relativamente fáciles de administrar a los perros. La mayoría de los perros se tragarán fácilmente una pastilla escondida en una golosina pequeña, como un trozo de queso o un poco de mantequilla de cacahuete. A veces puede ser útil sostener suavemente el hocico del perro hasta estar seguro de que ha tragado. A veces se prescriben medicamentos líquidos, especialmente para cachorros. Los líquidos se pueden administrar mediante una jeringa en la parte posterior de la boca del perro insertando la punta de la jeringa cerca de los dientes posteriores a cada lado. Sostener la cabeza del perro apuntando parcialmente hacia arriba puede ayudar a prevenir derrames. Los productos spot on u otros medicamentos tópicos se administran directamente sobre el pelo o la piel. Si su perro necesita gotas para los ojos o medicación para los oídos, su veterinario o técnico veterinario le hará una demostración. Independientemente del tipo de medicamento o de cómo se vaya a administrar, es importante leer y seguir todas las instrucciones del prospecto.

Administración de medicamentos líquidos

Vacunaciones

La vacunación es un componente clave de la medicina preventiva en perros, al igual que en las personas. Las vacunas se administran para estimular el sistema inmunitario frente a la infección antes de la exposición a una enfermedad. Se administran varias vacunas rutinariamente a los perros como defensa básica frente a enfermedades infecciosas graves (p. ej., moquillo, parvovirus, rabia). Muchas otras (denominadas como no básicas) son importantes en ciertas regiones y situaciones (p. ej., Bordetella, enfermedad de Lyme). Su veterinario puede aconsejarle qué vacunas son necesarias en su área local y circunstancias.

Tradicionalmente, las vacunaciones de refuerzo se han administrado cada año durante toda la vida del perro para asegurar una protección continua. Sin embargo, la necesidad de una revacunación anual se ha cuestionado en los últimos años. Algunos datos indican que después del primer año de vida, la inmunidad dura lo suficiente como para que las vacunas de refuerzo sean necesarias solo cada pocos años. Sin embargo, el debate todavía continúa. Su veterinario estará al tanto de los hallazgos más recientes y puede aconsejarle sobre el mejor programa de vacunación para su mascota.

Control parasitario

Los parásitos intestinales principales de los perros incluyen los ascáridos, los anquilostomas, los gusanos látigo y los cestodos. Estos parásitos dañan el tracto digestivo o interfieren en la absorción de nutrientes esenciales, o ambos. Las infestaciones por parásitos intestinales se diagnostican mediante el hallazgo de huevos de parásitos (o, a veces, parásitos enteros o segmentos) en muestras fecales. Las muestras fecales deben analizarse periódicamente (anualmente o según el programa recomendado por su veterinario) en todos los perros y con mayor frecuencia en los cachorros, que son especialmente propensos a infestaciones parasitarias. Estos parásitos no suelen causan infestación intestinal en las personas; sin embargo, se han desarrollado infestaciones por anquilostomas que causan dolor abdominal e inflamación en personas con sistemas inmunitarios debilitados. Las larvas de gusanos redondos también tienen potencial de infestar a las personas. Cuando se ingieren huevos infestantes de gusanos redondos, estos pueden convertirse en larvas en el intestino y potencialmente migrar a órganos sensibles. Es mucho más probable que esta migración se produzca en niños y personas con sistemas inmunitarios debilitados. La higiene es clave para la prevención porque los huevos de lombrices intestinales tardan unos 30 días en volverse infestantes; por lo tanto, limpiar rápidamente las heces de su jardín esencialmente puede eliminar la exposición potencial.

El gusano del corazón es un parásito especialmente grave que se transmite por picaduras de mosquito. Estos gusanos viven en los vasos sanguíneos principales del pulmón, causando inflamación de los vasos sanguíneos y potencialmente causando daño cardiaco y muerte prematura. Debido a que el tratamiento de la infestación por el gusano del corazón conlleva una serie de riesgos graves para la salud y también es potencialmente mortal, la prevención es crucial. El Companion Animal Parasite Council, un comité de expertos en medicina veterinaria y parasitología, recomienda la prevención de la enfermedad del gusano del corazón durante todo el año en perros, porque es imposible predecir con exactitud todos los momentos en los que estarán presentes los mosquitos. Además, la mayoría de los fármacos preventivos frente al gusano del corazón contienen medicamentos que también tratan los parásitos intestinales, que pueden transmitirse en cualquier época del año. Los análisis de sangre para detectar el gusano del corazón deben realizarse anualmente.

Los principales ectoparásitos incluyen las pulgas, las garrapatas y los ácaros de la sarna. Los tratamientos preventivos mensuales están disponibles para controlar las pulgas y las garrapatas, y se administran como aerosoles corporales o preparaciones en spot on que se colocan sobre la piel entre los omóplatos. Los ácaros de la sarna se pueden detectar raspando la piel de las áreas infestadas en busca de signos de ácaros o sus huevos. Los signos de la sarna incluyen áreas rojas, escamosas o zonas de alopecia en la piel, o ambos.

Cuidados dentales

Los perros necesitan atención dental durante toda su vida. Puede ayudar a mantener los dientes y encías de su perro en buenas condiciones dándole comida seca, proporcionándole ciertos juguetes (p. ej., huesos tipo "hilo dental"), cepillándole los dientes regularmente y siguiendo un programa de limpiezas dentales profesionales y cuidado bucal realizado por su veterinario. Un buen cuidado dental reduce el desarrollo de placa que, si no se trata, puede progresar a gingivitis y enfermedad periodontal. En los casos graves de enfermedad dental, la extracción es frecuente.

Aseo

El pelo de su perro debe cepillarse regularmente para eliminar el pelo suelto y evitar los nudos. El aseo es especialmente importante para los perros con pelo denso o enmarañado que se enreda fácilmente. Los nudos pueden irritar la piel, y las condiciones húmedas y mal ventiladas debajo de ellos hacen que la piel sea más sensible a infecciones bacterianas o parasitarias. Los nudos se deben quitar con máquinas cortapelo eléctricas (no tijeras) para evitar cortar la piel. El baño periódico con un champú para mascotas también es importante para mantener la piel y el pelo sanos. Sin embargo, un baño excesivo puede irritar y secar la piel y el pelo. En promedio, la mayoría de los perros no necesitan bañarse más de una vez al mes, según la época del año y las condiciones climáticas.

Perro de pelo largo

Peligros domésticos

Su perro debe estar protegido de los peligros domésticos, incluidos los productos químicos, pesticidas, productos de limpieza, anticongelantes, cables eléctricos, drogas, alcohol y plantas venenosas. Los cachorros curiosos que tienden a investigar y masticar todo son los que corren mayor riesgo; sin embargo, estos productos deben mantenerse fuera del alcance de todos los perros. Los artículos peligrosos (especialmente los cables eléctricos) se pueden cubrir frecuentemente con un aerosol de mal sabor para evitar que los mastiquen. Los elementos del diseño de la casa, como las escaleras empinadas, los suelos resbaladizos y las ventanas abiertas también suponen un peligro potencial para las mascotas (y las personas) y deben corregirse tanto como sea posible.

Esterilización/castración

Todos los perros se deben esterilizar o castrar a menos que se vayan utilizar para la reproducción. Esto previene cachorros no deseados y evita problemas médicos potencialmente graves en el futuro, como enfermedades de la próstata en los machos y la infección uterina o el cáncer mamario en las hembras. La esterilización y la castración también pueden mejorar el comportamiento. Las hembras se suelen esterilizar alrededor de los 6 meses de edad, antes de su primer ciclo de celo. Permitir que una hembra pase por un celo o tenga una camada no es necesario. De hecho, la cirugía es más segura y los beneficios médicos futuros son mayores cuando se realiza antes de que comience el primer celo o estro. Los machos se suelen castrar entre los 5 y los 10 meses de edad, según la raza y el tamaño.