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Garrapatas de los perros

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Revisado/Modificado jun 2018

Las garrapatas son parásitos chupadores de sangre que se adhieren a los animales y a las personas. Una vez adheridas a un hospedador, las garrapatas se alimentan vorazmente. Mientras se alimentan, las garrapatas pueden transmitir un gran número de enfermedades, como la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, la ehrlichiosis, la fiebre Q y la enfermedad de Lyme. Las garrapatas también liberan toxinas que pueden dañar a sus hospedadores. Las heridas en la piel causadas por garrapatas pueden dar lugar a infecciones bacterianas secundarias e infestaciones por gusanos barrenadores. Las infestaciones graves por garrapatas pueden causar anemia y la muerte.

Técnicamente, las garrapatas no son insectos. Son arácnidos y están relacionados con las arañas y los ácaros. Existen numerosas especies de garrapatas que pertenecen a tres familias biológicas. La familia Ixodidae (comúnmente conocida como garrapatas "duras") contiene más de 650 especies, mientras que la siguiente familia más grande, las Argasidae (garrapatas "blandas"), contiene alrededor de 185 especies en 4 géneros (Argas, Carios, Ornithodoros y Otobius). En particular, muchas garrapatas duras pasan >90 % de su vida fuera del hospedador. Las garrapatas tienen cuatro fases vitales: huevo, larva, ninfa y adulto.

Las garrapatas se pueden encontrar por todo el mundo. Algunas garrapatas se alimentan de animales específicos, aunque otras especies pueden alimentarse de muchas especies de animales, incluidos los humanos. El comportamiento de chupar sangre es diferente según la especie. Las garrapatas pueden sobrevivir de varios meses a varios años sin alimento si las condiciones ambientales lo permiten.

La mayoría de las especies de garrapatas tienen un área de alimentación preferida en un hospedador, aunque en las infestaciones densas, las garrapatas pueden adherirse a cualquier lugar donde puedan encontrar un punto de alimentación. Algunas garrapatas se alimentan principalmente en la cabeza, cuello, hombros y zona púbica. En otras especies, los sitios preferidos pueden ser las orejas, cerca del ano y debajo de la cola, o en las fosas nasales.

El signo definitivo de infestación por garrapatas es la presencia de una garrapata en el animal. El contacto directo con las garrapatas a menudo causa infestación por garrapatas. Los animales que pasan tiempo al aire libre, especialmente en áreas silvestres, son los que se ven afectados más a menudo. Por lo tanto, entre los perros, las razas de caza o los perros vagabundos son más propensos a estar infestados, aunque cualquier perro que pase tiempo al aire libre puede adquirir garrapatas.

Otobius megnini es una especie de garrapata que puede esconderse inusualmente bien. Estas garrapatas prefieren adherirse a las orejas de sus hospedadores y a menudo los propietarios de mascotas las pasan por alto. Estas garrapatas se encuentran en áreas con escasas precipitaciones del oeste de EE. UU. y en México y el oeste de Canadá. Los perros y los humanos pueden sufrir una grave irritación por las infestaciones del canal auditivo. Las toxinas de estas garrapatas pueden causar parálisis. Se han descrito infecciones secundarias por larvas de gusano barrenador. Las garrapatas Otobius megnini pueden transmitir la fiebre Q, la tularemia, la fiebre por garrapatas de Colorado y la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas.

El diagnóstico se realiza por la aparición de marcas de picadura de garrapata en el perro y la presencia del parásito. Las garrapatas que han estado sobre un animal solo por un corto periodo de tiempo (de 1 hora a unos pocos días) aparecen planas. Las garrapatas que han estado sobre un animal durante días aparecen mucho más redondeadas debido a la sangre que han ingerido.

Garrapatas repletas

Las garrapatas deben eliminarse tan pronto como sea posible para minimizar las enfermedades y los daños. Para hacer esto, use unas pinzas para agarrar cuidadosamente la garrapata cerca de la piel y tirar suavemente. Nunca intente eliminar una garrapata con las manos desnudas, ya que algunas enfermedades transmitidas por garrapatas (p. ej., la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas) pueden transmitirse inmediatamente a través de heridas en la piel o por contacto con las membranas mucosas. También debe evitarse el uso de cerillas calientes. Los perros infestados también deben tratarse con insecticidas contra las garrapatas que matan las larvas adheridas, las ninfas y los adultos. Estos pueden administrarse mediante soluciones en spot on (que se aplican en el dorso y se extienden rápidamente por toda la superficie corporal), espráis y polvos. Se debe tener cuidado al seleccionar el producto correcto contra las garrapatas. Póngase en contacto con su veterinario para que le recomiende el mejor producto de control de garrapatas para su mascota. Algunos de los productos que se administran mensualmente para el control de pulgas también controlan eficazmente las garrapatas. Asegúrese de informar al veterinario sobre cualquier otra mascota que tenga en su hogar, ya que esto marcará la diferencia en la recomendación del veterinario.

Si su perro está gravemente infestado por garrapatas, debe llevarlo inmediatamente a un veterinario para que las retire. Las infestaciones intensas no solo dañarán gravemente la piel, sino que las posibilidades de anemia, parálisis y otras complicaciones son altas. Su veterinario está en la mejor posición para proporcionar a una mascota muy infestada el cuidado que necesita. Es probable que estas mascotas tengan que quedarse en la clínica.

Incluso si su mascota ha adquirido solo unas pocas garrapatas, debe controlar a su mascota para detectar cualquiera de las muchas enfermedades transmitidas por estos parásitos. Supervise cualquier sitio de donde haya eliminado las garrapatas. Si la zona de la picadura de la garrapata se enrojece o se hincha, está justificado acudir rápidamente al veterinario.

Mantener a los animales alejados de las zonas propensas a las garrapatas es la medida más eficaz que se puede tomar para controlar la exposición. La mayoría de las garrapatas viven en microhábitats particulares, como la hierba alta o el límite entre las áreas boscosas y el césped. La destrucción de estos microhábitats reduce el número de garrapatas. Quitar la hierba alta y las malas hierbas y recortar la vegetación puede ayudar a proteger a su animal. El tratamiento insecticida de la vegetación puede reducir ligeramente el riesgo de garrapatas. Sin embargo, no se recomienda su uso generalizado debido a la contaminación ambiental y al coste del tratamiento de grandes superficies.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre las garrapatas.