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Infestación por ácaros (sarna, acariasis) en los perros

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Última revisión/modificación jun 2018

La sarna está causada por ácaros microscópicos que invaden la piel de animales por lo demás sanos. Los ácaros causan irritación de la piel, dando lugar a picor, pérdida de pelo e inflamación. La mayoría de los tipos de ácaros son altamente contagiosos. Tanto los perros como los gatos son muy sensibles. Los caballos y otros animales domésticos también pueden estar infestados. Hay varios tipos de sarna que afectan a los perros, incluyendo la sarna canina (sarna sarcóptica), los ácaros del oído (sarna otodéctica), la caspa andante (cheyletielosis) y la trombiculosis.

Sarna canina (sarna sarcóptica)

Esta forma de sarna está causada por el ácaro Sarcoptes scabiei var canis. Este parásito altamente contagioso se encuentra en perros en todo el mundo. A menudo se llama sarna canina. Aunque los ácaros que causan la sarna prefieren a los perros, los humanos y otros animales que entran en contacto con un perro infestado también pueden infestarse. Todo el ciclo biológico del ácaro (17-21 días) transcurre sobre el perro infestado. Las hembras perforan túneles en la piel para poner huevos. La sarna se transmite fácilmente entre los animales por contacto. La transmisión indirecta, como a través de las camas infestadas, es menos común, pero puede darse. El periodo de incubación varía entre 10 días y 8 semanas, dependiendo de la gravedad de la infestación del perro, de la parte del cuerpo afectada, del número de ácaros transmitidos y de la salud e higiene de cada perro.

Sarna canina

No todos los perros presentan signos cuando están infestados con ácaros de la sarna sarcóptica. Por lo general, sin embargo, el animal presenta picor intenso que aparece de repente. El picor probablemente está causado por la sensibilidad a las heces de los ácaros. Al principio, la piel infestada presentará pequeños bultos sólidos. Debido a que el perro se rasca o se muerde a sí mismo para aliviar el picor, estos bultos y la piel circundante a menudo se dañan, causando úlceras gruesas y costrosas. Pueden desarrollarse infecciones secundarias por levaduras o bacterias en la piel dañada. Por lo general, las úlceras aparecen primero en el abdomen, el tórax, las orejas, los codos y las patas. Si la sarna no se diagnostica ni se trata, las úlceras pueden extenderse por todo el cuerpo. Los perros con sarna recurrente a largo plazo desarrollan caspa grasa (seborrea), engrosamiento grave de la piel con arrugas y acumulación de costras, y úlceras supurantes. Los perros afectados de forma tan grave pueden quedarse emaciados e incluso morir.

"Sarna incógnito" es un término usado para describir la sarna difícil de diagnosticar. Si un perro se baña regularmente y tiene un pelo bien cuidado, los ácaros pueden ser difíciles de encontrar, incluso si el perro muestra signos de infestación como picor. Los otros signos típicos de la sarna (costras y escamas en la piel) se eliminan con baños regulares.

Si se sospecha sarna, su veterinario hará una exploración física, incluyendo la recogida de raspados de piel y posiblemente una muestra de heces. Algunas clínicas también pueden usar un análisis de sangre para diagnosticar la sarna. Si no se encuentran ácaros pero los signos son altamente sugestivos de sarna, se justifica un tratamiento de prueba. La sarna es muy contagiosa y puede extenderse fácilmente entre animales de diferentes especies e incluso a los humanos. Por lo tanto, debe consultar a su veterinario sobre cómo evitar contraer la sarna de su mascota.

El tratamiento debe incluir a todos los perros y otros animales que han estado en contacto entre sí. Puede ser necesario afeitar el pelo. Las costras y la suciedad deben eliminarse con un champú medicado (antiseborreico) y aplicar un baño antiácaros. El sulfuro de cal es muy eficaz y seguro para su uso en animales jóvenes. Se pueden necesitar varios baños. Como alternativa, los medicamentos internos o tópicos también son eficaces. Algunos medicamentos internos para la sarna también se usan para la prevención del gusano del corazón, por lo que su veterinario puede querer hacerle pruebas a su perro en busca de dirofilariosis antes del tratamiento. También puede ser necesario el tratamiento de las infecciones secundarias.

Ácaros del oído (sarna otodéctica)

Esta forma de sarna está causada por los ácaros Otodectes cynotis. Estos ácaros a menudo infestan el oído externo, lo que causa inflamación del canal auditivo en los perros y especialmente en los gatos. Los ácaros del oído se suelen encontrar en la profundidad del conducto auditivo externo, pero a veces se ven sobre el cuerpo. El animal infestado sacudirá la cabeza y se rascará las orejas. En los perros con orejas normalmente erguidas, la parte externa de la oreja puede caer. La intensidad del picor varía y puede ser intensa. En los casos graves, el oído externo puede estar inflamado y producir pus; también es posible que se desgarre el tímpano. Los perros con ácaros en los oídos se deben tratar con un parasiticida en las orejas o en todo el cuerpo. Su veterinario le recomendará un plan de tratamiento apropiado que incluya medicamentos e instrucciones para la limpieza del oído. Los animales que tienen contacto con perros infestados también se deben tratar.

Caspa andante (cheyletielosis)

Los ácaros Cheyletiella yasguri causan caspa andante en los perros. (La caspa que se ve "caminando" son en realidad los ácaros que se mueven sobre la piel del perro.) Aunque estos ácaros suelen permanecer en sus hospedadores preferidos, las infestaciones entre especies son posibles. La caspa andante es muy contagiosa, especialmente en perreras, criaderos de gatos o en hogares con múltiples mascotas. El uso regular de ciertos insecticidas para controlar las infestaciones por pulgas tiene el beneficio secundario de controlar a menudo los ácaros que causan la caspa andante. Los humanos también pueden estar infestados con estas especies de ácaros. Los ácaros que causan la caspa andante pasan todo su ciclo biológico de 3 semanas en su hospedador, pero también pueden vivir hasta 10 días en el medio ambiente.

La descamación de la piel y la infestación a lo largo del lomo son signos frecuentes de la caspa andante. El picor intenso es frecuente, aunque algunos animales no tienen picor en absoluto. Las mascotas que no muestran signos pueden portar los ácaros y transmitirlos a otras mascotas y a los humanos.

La cheyletielosis se diagnostica observando la piel de un animal y examinando muestras de piel y pelo con un microscopio para identificar la presencia de ácaros. Los ácaros y los huevos pueden ser difíciles de encontrar, especialmente en animales que se bañan a menudo.

En muchos casos, los veterinarios prescribirán tratamientos tópicos o de todo el cuerpo con un insecticida para eliminar los ácaros. Además, es necesario tratar el entorno de la mascota para matar los ácaros en la cama, las alfombras y otras áreas. El tratamiento insecticida de las perreras y otras comunidades de múltiples mascotas es necesario para detener las infestaciones por ácaros.

Los propietarios de animales de compañía infestados con estos ácaros pueden querer consultar con sus médicos sobre la medicación y otros pasos para controlar las infestaciones de ácaros en ellos mismos, sus familiares y el entorno del hogar. Es muy fácil que estos ácaros se transmitan de las mascotas a los propietarios.

Demodicosis canina

Los ácaros que causan la demodicosis canina viven en pequeñas cantidades en los folículos pilosos y las glándulas sebáceas de todos los perros. Esto es normal y no causa signos de enfermedad. Sin embargo, por razones que no se comprenden claramente, algunos perros tienen un gran número de ácaros de Demodex canis, dando lugar a inflamación y pérdida de pelo. Hay pruebas de la predisposición hereditaria a esta enfermedad en algunos perros. Se sospecha que la supresión de la respuesta inmunitaria a estos ácaros puede desempeñar un papel importante.

Hay dos formas clínicas de demodicosis canina: localizada (limitada a un área pequeña) y generalizada (encontrada en todo el cuerpo). La demodicosis localizada se suele observar en perros de menos de 1 año de edad. Los perros afectados tienen de una a cinco áreas pequeñas y aisladas que suelen estar sin pelo, rojas y escamosas. El picor es leve o está ausente. Unos pocos casos de demodicosis localizada evolucionan a la forma generalizada, aunque la mayoría de los casos se resuelven sin tratamiento.

La forma generalizada de demodicosis se puede dar en perros jóvenes (inicio juvenil) o en adultos (inicio adulto). Los perros afectados presentan una enfermedad grave con una inflamación generalizada de la piel. La demodicosis generalizada de inicio juvenil es el resultado de un defecto hereditario del sistema inmunitario. Por otro lado, la demodicosis generalizada de inicio en la edad adulta se suele asociar con una enfermedad subyacente que ha deprimido el sistema inmunitario (como el cáncer, la enfermedad de Cushing, el hipotiroidismo o la diabetes). Ambos tipos de demodicosis generalizada pueden causar pérdida de pelo, piel enrojecida e hinchada, aumento de la pigmentación (oscurecimiento de la piel), protuberancias que parecen acné y costras. las infecciones bacterianas secundarias (piodemodicosis) son frecuentes. Muchos perros con demodicosis generalizada también presentan inflamación de las almohadillas. Otros signos pueden incluir nódulos linfáticos agrandados, letargo, fiebre e inflamación llena de pus de las capas más profundas de la piel.

El análisis de laboratorio de raspados cutáneos profundos se suele utilizar para confirmar el diagnóstico de demodicosis. Además, su veterinario también querrá examinar a su perro para detectar otras infecciones o enfermedades que puedan haber suprimido el sistema inmunitario.

Los casos de demodicosis localizada a menudo se resuelven sin tratamiento. La demodicosis generalizada es una enfermedad grave que requiere tratamiento médico. El pronóstico para estos casos es reservado. Los champús y baños medicados se usan a menudo para tratar la demodicosis. Puede ser necesario recetar medicamentos para matar los ácaros. En los casos en que hay infecciones bacterianas secundarias también se pueden prescribir antibióticos. Se toman raspados de piel a intervalos mensuales para controlar el número de ácaros en el perro.

Los propietarios de perros con demodicosis deben comprender que el tratamiento de la demodicosis generalizada puede llevar varios meses. El tratamiento antiparasitario prescrito debe continuarse hasta que se obtengan al menos dos raspados cutáneos negativos consecutivos a intervalos mensuales. Algunos perros pueden necesitar varios meses de tratamiento. La recidiva durante el primer año de tratamiento no es infrecuente.

Dado que puede ser hereditaria, los perros con demodicosis no se deben cruzar.

Trombiculosis

La trombiculosis es un tipo de sarna causada por la fase larvaria parasitaria de los ácaros de la familia Trombiculidae (niguas). Los adultos y las ninfas parecen arañas diminutas y viven sobre material en descomposición. Los perros adquieren las larvas al tumbarse en el suelo o caminar por un hábitat adecuado.

Las larvas se adhieren al hospedador, se alimentan durante unos pocos días y lo abandonan cuando se hinchan. Se identifican fácilmente como pequeños puntos ovalados de color rojo anaranjado que no se mueven. Estos se suelen encontrar agrupados en la cabeza, orejas, patas o abdomen. Los signos incluyen enrojecimiento, bultos, pérdida de pelo y costras. El intenso picor puede persistir incluso después de que las larvas hayan salido del animal. El diagnóstico se basa en la anamnesis y en los signos. Su veterinario querrá excluir otros trastornos de la piel que causan picor, como las alergias. El diagnóstico se confirma mediante la cuidadosa exploración de las áreas afectadas. También se pueden examinar al microscopio los raspados de piel para detectar la presencia de larvas de ácaros de seis patas.

El tratamiento para perros y otras mascotas con trombiculosis sigue el patrón para el tratamiento general de la sarna (véase anteriormente). Los medicamentos para matar estos ácaros en su mascota pueden ser diferentes a los recetados para otros tipos de ácaros. Siga el programa de tratamiento de su veterinario. Si el picor ha sido grave o prolongado se pueden prescribir antibióticos u otros medicamentos para controlar las infecciones secundarias en las heridas por arañazos y mordeduras.

A menudo es difícil evitar la reinfestación. El enfoque más útil, si es factible, consiste en mantener a las mascotas alejadas de las zonas que se sabe que albergan ácaros.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre la sarna.