La alopecia es la ausencia parcial o completa de pelos en áreas donde están normalmente presentes. La pérdida de pelo es un signo y su causa subyacente debe determinarse para que la afección se trate con éxito. Si un perro tiene pérdida de pelo y también se rasca excesivamente el área, el picor debe investigarse primero.
Hay muchas causas de pérdida de pelo, que pueden ser congénitas (el animal nace con la afección) o adquiridas. La pérdida de pelo congénita puede ser hereditaria o no. Está causada por una falta de desarrollo normal de los folículos pilosos. Puede ser evidente en el momento del nacimiento o poco después. O bien, el perro puede nacer con un pelo normal, y la pérdida de pelo en forma de parches o generalizada se produce cuando el perro se convierte en un adulto joven.
En la pérdida de pelo adquirida, el perro nace con un pelo normal. Tiene o tuvo folículos pilosos normales en algún momento, y es o fue capaz de producir pelos estructuralmente normales. Cualquier enfermedad que afecte a los folículos pilosos puede causar pérdida de pelo. Ciertas enfermedades pueden destruir el folículo o el tallo piloso o interferir en el crecimiento del pelo. Algunas enfermedades pueden causar incomodidad, dando lugar a traumatismos y pérdida de pelo. La pérdida de pelo adquirida puede ser inflamatoria o no inflamatoria.
Las enfermedades que pueden causar directamente la destrucción o el daño del tallo o del folículo piloso son las infecciones bacterianas, fúngicas o parasitarias, las enfermedades inflamatorias graves de la piel, los traumatismos cutáneos, como las quemaduras y (raramente) las intoxicaciones causadas por el mercurio, el talio o el yodo. Estas enfermedades tienden a ser inflamatorias.
Entre las enfermedades que pueden inhibir o ralentizar directamente el crecimiento del folículo piloso se encuentran las deficiencias nutricionales (sobre todo las proteicas) o los desequilibrios hormonales (como el hipotiroidismo). La pérdida de pelo temporal puede producirse durante la gestación, la lactación o varias semanas después de una enfermedad grave o fiebre. Estos tipos de pérdida de pelo tienden a ser no inflamatorios, a menos que se desarrolle una infección secundaria de la piel.
El picor o el dolor es una causa común de alopecia inflamatoria adquirida. Las enfermedades que suelen causar picor o dolor incluyen infecciones, parásitos y alergias. El cáncer de piel rara vez causa pérdida de pelo. La fricción puede causar pérdida local de pelo, por ejemplo, los collares mal ajustados. En raras ocasiones, un cepillado excesivo puede ser la causa de la pérdida de pelo en algunos perros.
Los signos de pérdida de pelo pueden ser obvios o sutiles, según la enfermedad. La pérdida de pelo congénita o hereditaria suele ser simétrica (con apariencia similar en ambos lados del cuerpo) o localizada en una sola zona. No suele acompañarse de inflamación.
Los signos de pérdida de pelo adquirida son variados y suelen estar influidos por las causas subyacentes. La pérdida de pelo puede afectar a un punto aislado o a múltiples áreas, o puede ser simétrica o generalizada. Son frecuentes la inflamación, el engrosamiento de la piel, el cambio de color, la descamación, la descamación excesiva y el picor. Algunas causas pueden provocar el desarrollo de enfermedades cutáneas secundarias, como la infección o la secreción de líquidos. El picor es variable, según la causa primaria.
Un diagnóstico preciso de la causa de pérdida de pelo requiere una anamnesis y una exploración física detalladas. Los puntos clave en la historia incluyen la tendencia de la raza a la pérdida de pelo congénita o hereditaria, la presencia, duración y progresión de los problemas, la presencia o ausencia de picor, indicios de infección y problemas generales de salud.
La exploración física cubrirá tanto la piel del perro como su estado general de salud. En la exploración física, su veterinario observará el patrón y la distribución de la pérdida de pelo. Los pelos se examinarán para determinar si se están desprendiendo del folículo piloso o si se están rompiendo. Su veterinario también buscará signos de infecciones cutáneas secundarias o parásitos y puede realizar raspados de piel y peinar el pelo en busca de pulgas, ácaros y piojos. Los raspados cutáneos y los materiales obtenidos durante el peinado pueden guardarse y enviarse a un laboratorio para su análisis.
Su veterinario puede solicitar pruebas diagnósticas de laboratorio. Suelen incluir frotis y cultivos de la piel para detectar infecciones bacterianas, fúngicas o por hongos. Si estas pruebas no identifican o sugieren una causa subyacente, se puede realizar una biopsia de piel. Las biopsias de piel suelen ser necesarias para confirmar las causas bacterianas y parasitarias de la caída del pelo o para identificar las causas inflamatorias o cancerosas de la pérdida de pelo. Si su veterinario sospecha un problema hormonal, puede solicitar que se analicen muestras de sangre y orina.
El éxito del tratamiento depende de la causa subyacente y del diagnóstico específico. Dado que la identificación de la causa subyacente de una afección cutánea puede llevar algún tiempo, muchos veterinarios proporcionarán o recetarán medicamentos para aliviar cualquier malestar o picor que tenga su mascota en relación con la pérdida de pelo.
Consulte también el contenido para veterinarios sobre la alopecia.