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Tumores de la piel en los perros

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Revisado/Modificado jun 2018

Los tumores son crecimientos anormales de células. Los tumores que afectan a la piel o al tejido justo debajo de la piel son los tumores más frecuentes en los perros. Los tumores cutáneos se diagnostican con más frecuencia que otros tumores en animales, en parte porque son los tumores más visibles y en parte porque la piel está constantemente expuesta a muchos factores del entorno que causan tumores. Las sustancias químicas, la radiación solar y los virus son solo algunas de las causas que pueden causar tumores cutáneos. Las anomalías hormonales y los factores genéticos también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de tumores cutáneos.

Todas las diversas capas y componentes de la piel tienen el potencial de desarrollar tumores distintivos. A veces puede ser difícil distinguir un tumor de una enfermedad inflamatoria. Los tumores suelen ser pequeños bultos o protuberancias, pero también pueden presentarse como placas descoloridas y sin pelo, erupciones cutáneas o úlceras que no cicatrizan. Dado que los tumores cutáneos son tan diversos, su identificación debe dejarse en manos de un veterinario.

Los tumores pueden ser benignos o malignos (cancerosos). Los tumores benignos no son invasivos, no se diseminan a otras zonas del cuerpo y son fáciles de extirpar quirúrgicamente. Los tumores malignos pueden diseminarse y causar daño al animal. Los tumores malignos pueden invadir el tejido circundante y diseminarse a órganos distantes. Distinguir un tumor benigno de un tumor canceroso requiere conocimientos especializados y equipo de laboratorio. Un veterinario puede realizar una aspiración de células con aguja fina o una biopsia (que extrae una pequeña cantidad de tejido de un tumor) para su evaluación.

El tratamiento de un tumor concreto depende en gran medida del tipo de tumor, su ubicación y tamaño, y el estado físico general del perro. Para los tumores benignos que no están ulcerados y no afectan a la rutina normal del perro, el tratamiento puede no ser necesario. Esta puede ser la opción más prudente, especialmente en perros envejecidos.

Hay varias opciones de tratamiento para los tumores cancerosos y los tumores benignos que inhiben las actividades normales o son estéticamente desagradables. Para la mayoría de los tumores, la extirpación quirúrgica es la opción más eficaz. También es probablemente la opción menos costosa y la que tiene menos efectos secundarios. Si se sospecha malignidad, el tejido que rodea al tumor también se extirpará para aumentar la posibilidad de que no quede ninguna de las células tumorales. En el caso de los tumores que no pueden extirparse por completo, la extirpación parcial puede prolongar la vida del perro. La radioterapia o la quimioterapia también pueden usarse para proporcionar a su mascota un mejor resultado.

Después de la extirpación quirúrgica, los tumores deben evaluarse bajo un microscopio (lo que se denomina prueba de histopatología) para confirmar el tipo de tumor y si es probable que se haya extirpado todo el tumor. Esto último se realiza mediante la evaluación microscópica del borde del tejido resecado (los "márgenes") para ver si hay células tumorales presentes. Los márgenes "sucios" describen las células tumorales que se extienden hasta el borde del tejido extirpado, lo que indica que todavía quedan células tumorales en el cuerpo del perro. Los márgenes "estrechos" describen las células tumorales cerca, pero no en el borde, lo que indica que las células tumorales podrían quedar en el lugar de la cirugía. Los márgenes "anchos" o "limpios" describen las células tumorales alejadas del borde del tejido extirpado, lo que indica que es poco probable que las células tumorales permanezcan en el lugar quirúrgico.

Además de los tumores de la piel y los folículos pilosos, también hay tumores que afectan a las glándulas ceruminosas. Estos se tratan en la sección sobre enfermedades del oído.

Tumores de las glándulas apocrinas del saco anal

Estos tumores suelen aparecer como masas profundas y duras cerca de los sacos anales. Los Cocker Spaniel Ingleses mayores, los Springer Spaniels, los Teckels, los Alaskan Malamutes, los Pastores Alemanes y los perros mestizos presentan mayor riesgo. A medida que los tumores crecen pueden comprimir el recto e inducir el estreñimiento. Algunos de estos tumores están asociados a un síndrome que se caracteriza por un nivel anormalmente alto de calcio en la sangre. El calcio elevado causa falta de apetito, pérdida de peso, enfermedad renal y aumento de la ingestión de agua y de la producción de orina. Los tumores a menudo se diseminan a los nódulos linfáticos locales y a otros órganos. En la mayoría de los casos, la cirugía requiere la extirpación de la masa y los tejidos que la rodean, incluidos los nódulos linfáticos afectados. Si no se puede extirpar todo el tumor, la reducción del tamaño del tumor puede ayudar a mejorar los signos. También se puede proporcionar quimioterapia y radioterapia. Pocos perros viven más de un año después del diagnóstico de este tipo de tumor.

Tumores de células basales y carcinomas

Las células basales se encuentran en la base de la capa superior de la piel (la epidermis). Un crecimiento benigno de estas células es un tumor de células basales. Un crecimiento maligno es un carcinoma de células basales.

Los tumores de células basales son frecuentes en los perros y la mayoría son benignos. Los tumores de células basales caninos se desarrollan con mayor frecuencia en perros de mediana o avanzada edad. Muchas razas están predispuestas, especialmente el Grifón de Muestra de pelo duro, el Kerry Blue Terrier y el Wheaten Terrier. Estos tumores se encuentran con más frecuencia en la cabeza (especialmente en las orejas), la nuca y las extremidades delanteras. Estos tumores suelen aparecer como masas elevadas duras, solitarias y con forma de cúpula, que a menudo no tienen pelo o están ulceradas. Los bultos pueden sobresalir como tallos de la superficie de la piel. Varían en tamaño desde menos de 1 cm hasta más de 10 cm de diámetro. Estos tumores a veces tienen un color oscuro. También pueden formarse quistes. Aunque los tumores de células basales son benignos, pueden ser de gran tamaño y causar una amplia ulceración e inflamación secundaria. Estos tumores pueden romper la piel, causar la muerte del tejido cutáneo y drenar líquido o pus. El perro a menudo se siente incómodo. La extirpación quirúrgica es un tratamiento eficaz y reduce la posibilidad de infección e inflamación secundarias.

Loscarcinomas de células basales son menos frecuentes en perros que en gatos. También suelen llamarse carcinomas de células basoescamosas en los perros. Pueden aparecer casi en cualquier parte del cuerpo. Estos carcinomas pueden estar aplanados o elevados por encima de la superficie de la piel. Sin embargo, se diseminan formando nuevas úlceras. Por consiguiente, la extirpación quirúrgica es el tratamiento de elección. Estos tumores suelen producirse en perros mayores. Los San Bernardos, los Scottish Terriers y los Cazadores de Alces Noruegos son las razas con mayor riesgo. A diferencia de los tumores de células basales, los carcinomas de células basales se pueden encontrar en casi cualquier parte del cuerpo. Estos tumores se diseminan a la piel vecina, pero rara vez a otros órganos. La extirpación quirúrgica es el tratamiento que se suele recomendar. Al realizar esta cirugía, el veterinario extraerá una cantidad suficiente de piel normal alrededor del tumor para asegurarse de que se haya extirpado todo el tumor.

Tumores fibroblásticos benignos

Los nevus colágenos son colecciones benignas de proteínas fibrosas conocidas como colágeno. Son frecuentes en los perros. Por lo general, los nevus colágenos se encuentran en animales de mediana edad o mayores, con mayor frecuencia en las patas, la cabeza, el cuello y las zonas propensas a los traumatismos. Son bultos planos o elevados que se desarrollan en la piel o grasa debajo de la piel. La extirpación quirúrgica de ambas formas suele ser eficaz. Con poca frecuencia, algunos pueden crecer demasiado para poder ser extirpados quirúrgicamente.

Un trastorno llamado dermatofibrosis nodular generalizada (dermatofibromas) se observa rara vez en los Pastores Alemanes. Los perros afectados tienen múltiples nevus de colágeno que se asocian con tumores renales y uterinos. Los tumores cutáneos se reconocen primero y la enfermedad renal se desarrolla 3-5 años más tarde. No se conoce ningún tratamiento para prevenir la formación de tumores renales.

Las verrugas son bultos cutáneos característicos, benignos, en perros mayores. Son frecuentes, pueden ser únicas o múltiples y pueden desarrollarse en cualquier raza, aunque las razas grandes pueden tener un mayor riesgo. Lo más habitual es que las verrugas tengan el aspecto de crecimientos extendidos en forma de tallo, a menudo cubiertos por una superficie verrugosa. La extirpación quirúrgica es opcional, pero se recomienda una biopsia para confirmar el diagnóstico. Los perros que desarrollan una son propensos a desarrollar otras.

Los fibromas se parecen a los nevus colágenos o a las verrugas. Los fibromas se dan en todas las razas, pero son principalmente tumores de perros mayores. Los Doberman Pinschers, los Boxers y los Golden Retrievers tienen mayor riesgo. La cabeza y las patas son las localizaciones más probables. Los fibromas aparecen como bultos aislados, por lo general elevados, a menudo sin pelo, que se originan bajo la superficie de la piel. Se notan duros y gomosos (fibroma duro) o blandos y pastosos (fibroma blando). Estos tumores son benignos y el tratamiento es opcional. Sin embargo, se recomienda la extirpación completa si cambian de aspecto o crecen.

Tumores benignos, no víricos y con aspecto de verruga

Estos tumores se parecen mucho a las verrugas, pero no están causados por un virus como las verrugas verdaderas (papilomas). Estos tumores son a menudo fáciles de extirpar y hay poca amenaza para la salud general del perro. Para obtener información sobre las verrugas víricas, véase más adelante.

Los hamartomas epidérmicos (nevus) son bultos oscuros y puntiagudos en la piel. A veces se ordenan en línea. Son raros y se encuentran con mayor frecuencia en los cachorros. La enfermedad puede ser hereditaria en Cocker Spaniels. Algunos forman espinillas o pliegues cutáneos oscuros y gruesos. Son benignos, pero su aspecto es desagradable y son propensos a sufrir infecciones bacterianas secundarias. Por estas razones, los hamartomas epidérmicos se suelen extirpar o tratar. Los hamartomas más pequeños se pueden extirpar quirúrgicamente. Los perros con hamartomas grandes o múltiples pueden responder al tratamiento farmacológico.

Los disqueratomas verrugosos caninos son tumores poco frecuentes y benignos que crecen cerca de los folículos pilosos o de las glándulas sudoríparas. Son protuberancias con un punto oscuro en el centro. Se desconoce cómo se forman. Se suelen tratar mediante extirpación quirúrgica.

Tumores de los vasos sanguíneos

Los tumores de los vasos sanguíneos (vasculares) de la piel y los tejidos blandos son crecimientos que se parecen mucho a los vasos sanguíneos. Algunas formas son benignas, mientras que otras son muy malignas.

Los hemangiomas son tumores benignos de los perros adultos. Muchas razas (incluidos los Setter Gordon, Boxers y los Airedales, Scottish y Kerry Blue Terriers) deben considerarse de riesgo. Estos tumores son más comunes en las patas y el tronco. Los hemangiomas son bultos únicos o múltiples, circulares, a menudo comprimibles, de color rojo a negro y pueden tener el aspecto de una "ampolla de sangre". Aunque son benignos, tienden a desarrollar úlceras y algunos crecen bastante. Debido a esto, y puesto que es importante identificar si el tumor es canceroso, se deben extirpar.

Los hemangiopericitomas se desarrollan con mayor frecuencia en la parte inferior de las patas y el tórax de los perros mayores. Se producen más con más frecuencia en las hembras que en los machos. Los Huskies Siberianos, los Setter Irlandeses, los Pastores Alemanes y los perros mestizos son los que más riesgo corren. Estos sarcomas suelen ser tumores duros y solitarios con bordes irregulares en forma de bucle. Se producen con mayor frecuencia en la grasa bajo la piel. Pueden invadir los tejidos circundantes, pero rara vez se diseminan a otros lugares. El tratamiento de elección es la extirpación quirúrgica completa. Dado que estos tumores son localmente invasivos, las células tumorales pueden permanecer después de la cirugía, a menos que también se extirpe un área amplia alrededor del tumor. El rebrote es común al cabo de 1 año. Si la primera extirpación quirúrgica de cualquier sarcoma no es adecuada, se suele prescribir una cirugía de seguimiento para extirpar completamente el tumor. El tratamiento de seguimiento con radiación también puede ser necesario si la extirpación quirúrgica es incompleta. Si está disponible, también se pueden realizar tratamientos de quimioterapia y/o radiación en el área durante la cirugía para reducir el riesgo de que vuelva a crecer.

Los angiosarcomas cutáneos (de la piel) (también conocidos como angioendoteliomas) comienzan pareciendo hemangiomas benignos, pero luego progresan hasta convertirse en tumores malignos de los vasos sanguíneos. Se producen con mayor frecuencia en perros con pelo corto, a menudo blanco, con grandes cantidades de exposición al sol. Las razas propensas a los angiosarcomas causados por el sol son los Whippets, los Lebreles Italianos, los Boxers blancos y los Pit Bull Terriers. Los Loberos Irlandeses, los Vizslas, los Golden Retrievers y los Pastores Alemanes también son propensos a desarrollar estos tumores, pero no en respuesta a la exposición al sol. En los perros se desarrollan con mayor frecuencia en la parte inferior del tronco, las caderas, los muslos y la parte inferior de las patas. Los pequeños tumores superficiales se controlan fácilmente con congelación (criocirugía) o cirugía láser, según sea necesario. Evitando la exposición solar se puede reducir el desarrollo de nuevas lesiones; sin embargo, pueden aparecer más tumores a lo largo de varios años.

Los angiosarcomas son altamente malignos y pueden variar mucho en apariencia. Lo más habitual es que aparezcan como uno o varios bultos rojos en la piel o en los tejidos blandos subyacentes. Con menor frecuencia aparecen como un moratón mal definido. Todos crecen rápidamente y a menudo causan la muerte del tejido normal cercano. Estos tumores se extienden, especialmente a los pulmones y al hígado. Se necesita una biopsia para confirmar el diagnóstico. La extirpación quirúrgica amplia es el tratamiento de elección para los angiosarcomas situados por debajo de la superficie de la piel. Durante la cirugía se pueden aplicar fármacos quimioterapéuticos en el área para tratar cualquier célula tumoral remanente.

Epiteliomas cornificantes

Otros nombres de estos tumores benignos de los perros incluyen queratoacantoma y acantoma queratinizante infundibular. Estos crecimientos son nidos de bultos duros y en capas que sobresalen de la superficie de la piel. Pueden parecerse un poco a un cuerno, razón por la cual se describen como cornificados. En otros casos, los epiteliomas pueden aparecer únicamente como quistes cornificados. Lo más probable es que surjan de un folículo piloso. Estos tumores pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero son más frecuentes en el dorso, la cola y las patas. Los perros de mediana edad corren mayor riesgo. Los Cazadores de Alces Noruegos, los Pastores Belgas, los Lhasa Apsos y los Collies Barbudos tienen más posibilidades de desarrollar estos tumores. Los Cazadores de Alces Noruegos y los Lhasa Apsos tienen riesgo de desarrollar tumores diseminados. La afección se diagnostica al encontrar los tumores en el animal. El tratamiento es opcional, siempre que no haya autotraumatismo, ulceración o infección secundaria. Algunos perros encuentran los tumores molestos e intentan rascarlos, frotarlos o morderlos. Esto produce traumatismos cutáneos que pueden infectarse fácilmente. La extirpación quirúrgica es el tratamiento de elección. Sin embargo, los perros son más propensos a desarrollar tumores adicionales. Para los animales con una forma generalizada de la enfermedad, los medicamentos retinoides orales pueden ayudar.

Tumores del folículo piloso

Los tricolemomas son tumores raros y benignos de los folículos pilosos de los perros, que se encuentran con mayor frecuencia en la cabeza. Los Caniches pueden estar predispuestos. Aparecen como masas duras ovaladas de 1-7 cm de diámetro, que son compactas pero que crecen gradualmente.

Los tricoepiteliomas son múltiples bultos pequeños en los que todo un folículo piloso está lleno de material condensado, amarillo, granuloso, con aspecto de queso. Se dan principalmente en la piel de la cara. Pueden ser benignos o malignos.

En los perros, pueden producirse a cualquier edad, pero se encuentran con mayor frecuencia al final de la mediana edad. Muchas razas están predispuestas, como el Basset Hound, Bull Mastiff, Setter Irlandés, Caniche estándar, Springer Spaniel Inglés y Golden Retriever. Los tumores pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero lo más habitual es que se desarrollen en el tronco de los perros. Las formas benignas aparecen como quistes dentro o debajo de la piel. El crecimiento de los quistes o el autotraumatismo pueden causar úlceras cutáneas. El tratamiento es mediante extracción quirúrgica. Sin embargo, los perros que desarrollan un tumor de este tipo son propensos a desarrollar más en otros lugares. Esto es especialmente frecuente en el Basset Hound y en el Springer Spaniel Inglés.

Los tricoepiteliomas malignos son mucho menos frecuentes que los tricoepiteliomas benignos. Invaden los tejidos circundantes, se diseminan a la superficie de la piel y causan inflamación extensa, muerte tisular y fibrosis. Es poco frecuente que estos tumores se extiendan a otros órganos. La cirugía es el tratamiento habitual. Durante la cirugía, su veterinario extraerá tejido alrededor del tumor para reducir las posibilidades de que vuelva a aparecer.

Los pilomatricomas son tumores del folículo piloso que parecen similares a los tricoepiteliomas, pero su contenido quístico es a menudo arenoso. Pueden ser benignos o malignos. Los tumores benignos son más comunes en el tronco de los perros de mediana edad. El Kerry Blue y el Wheaten Terrier, el Boyero de Flandes, el Bichon Frise y el Caniche estándar se encuentran entre las razas de mayor riesgo. La extirpación quirúrgica es el tratamiento de elección, pero pueden desarrollarse tumores adicionales en otras localizaciones.

Los pilomatricomas malignos son tumores raros de perros mayores. Son tumores quísticos que se adhieren firmemente a los tejidos circundantes, lo que dificulta su extirpación quirúrgica. La recidiva es común después de la cirugía y con frecuencia metastatizan a los nódulos linfáticos, los pulmones y otros órganos.

Tumores de células histiocíticas

Estos tumores forman un grupo de enfermedades cutáneas mal definidas, todas ellas caracterizadas por una proliferación de células llamadas histiocitos (macrófagos tisulares). Se desconoce la causa de estas enfermedades.

Los histiocitomas son tumores cutáneos comunes que se suelen observar en perros más jóvenes (menos de 3 años y medio). Sin embargo, pueden producirse en perros de cualquier edad. Los Bulldogs Ingleses, Scottish Terriers, Galgos, Boxers y Boston Terriers tienen mayor riesgo. La cabeza, las orejas y las extremidades son las localizaciones más probables. Los tumores aparecen como bultos solitarios, elevados, por lo general sin pelo y a veces ulcerados que se mueven libremente. El diagnóstico se realiza mediante el examen microscópico de muestras de células tumorales obtenidas por aspiración con aguja fina o biopsia. Los histiocitomas caninos se suelen considerar benignos; la mayoría se resuelve espontáneamente en 2-3 meses sin tratamiento. La extirpación quirúrgica es opcional y por lo general se realiza solo si los tumores causan problemas graves al perro.

La histiocitosis cutánea está asociada con el desarrollo de numerosos bultos elevados o planos que afectan a la capa profunda de la piel o a la grasa debajo de la piel. Es rara en perros y puede desarrollarse a cualquier edad, aunque es más común en los jóvenes adultos. Los Shar Peis, Collies, Border Collies, Pastores de Shetland, Pastores de Brie, Boyeros de Montaña Berneses, Golden Retrievers y Pastores Alemanes pueden tener un mayor riesgo de enfermedad. Los bultos cutáneos pueden aparecer y desaparecer y no suelen causar picor. Las patas y el tronco son los más frecuentemente afectados. La enfermedad también puede afectar a la cara y puede causar dificultad para respirar si está presente en las fosas nasales. Esta forma de histiocitosis no suele afectar a ningún órgano interno, pero puede hacer que los perros tengan un aspecto feo. Se han probado varias terapias para tratar esta afección, pero la respuesta es variable. Algunos perros responderán rápida y permanentemente, mientras que otros solo mejorarán temporalmente, si es que lo hacen.

Dos formas de histiocitosis afectan a los perros de la raza Boyero de Montaña Bernés. Lahistiocitosis sistémica del Boyero de Montaña Bernés es una enfermedad cutánea agresiva que causa múltiples lesiones cutáneas que aumentan y disminuyen. La enfermedad tiende a agravarse con cada nueva oleada de erupciones. Se desarrollan bultos cutáneos a través de la piel (especialmente en el escroto de los machos), dentro de la nariz y en los párpados. Aunque las masas cutáneas pueden desaparecer, suelen reaparecer varios meses después. También pueden desarrollarse masas en órganos internos, como los nódulos linfáticos, el bazo y la médula ósea. La enfermedad finalmente se vuelve progresiva y causa la muerte. La quimioterapia y otros fármacos pueden usarse para tratar la histiocitosis sistémica.

La histiocitosis maligna es la otra forma de enfermedad que afecta al Boyero de Montaña Bernés. Aunque es poco frecuente, la enfermedad también puede afectar a otras razas. Es más probable que la enfermedad afecte a los perros machos, con una edad media de aparición de 7 años. Esta enfermedad aparece primero en los órganos internos, como el hígado, los nódulos linfáticos y los pulmones, y no suele afectar a la piel. El trastorno progresa rápidamente, causando enfermedad, dolor y finalmente la muerte. Pocos perros sobreviven más de 6 meses después del diagnóstico. La quimioterapia y otros fármacos pueden usarse para tratar la histiocitosis maligna.

Quistes cutáneos queratinizados

Algunos perros desarrollan quistes que están llenos de queratina, una proteína de la piel. Estos quistes tienen un núcleo duro o sólido. El tipo más común de quiste contiene un material gris, marrón o amarillento, granular y con aspecto de queso. La mayoría son malformaciones de los folículos pilosos. Hay varios tipos de quistes cutáneos queratinizados, cada uno de los cuales afecta a una parte diferente del folículo piloso. Los que se encuentran en los perros incluyen quistes foliculares infundibulares, quistes catágenos del istmo, quistes de matriz, quistes híbridos (quistes panfoliculares) y quistes dermoides. Los quistes dermoides son congénitos (el animal nace con ellos). Entre los perros, se encuentran con más frecuencia en Boxers, Kerry Blue Terriers y Crestados Rodesianos. La mayoría de los quistes dermoides son múltiples y contienen tallos de pelo completamente formados. El diagnóstico consiste en encontrar los quistes en el perro. Pueden ser solitarios o múltiples y son benignos. La extirpación quirúrgica es el mejor tratamiento. No debe intentar extirpar los quistes comprimiéndolos, ya que esto puede diseminar el contenido del quiste a los tejidos circundantes. El cuerpo de su perro reaccionará al contenido del quiste como una sustancia extraña, lo que puede causar una inflamación grave.

Lipomas y liposarcomas

Los lipomas son tumores benignos de la grasa (tejido adiposo) y son frecuentes en perros. Los lipomas suelen aparecer en hembras obesas mayores, sobre todo en el tronco y cerca de la parte superior de las patas. Las razas de mayor riesgo son el Doberman Pinscher, el Labrador Retriever, el Schnauzer miniatura y los perros mestizos. Los lipomas suelen aparecer como masas blandas, a veces finas y con bultos discretos; la mayoría se mueven libremente cuando se tocan. Una variante rara de este tumor, la lipomatosis difusa, se ha identificado en los Teckel, en los que prácticamente toda la piel está afectada, con formación de pliegues cutáneos prominentes en el cuello y tronco.

Muchos lipomas se fusionan con el tejido graso sano que hay junto a ellos, lo que dificulta la determinación de los bordes de los tumores. La aspiración con aguja fina es necesaria para excluir otros tipos de tumores que pueden simular lipomas, como los mastocitomas (véase más adelante).

A pesar de su naturaleza benigna, los lipomas no deben ignorarse. Algunos tienden a crecer y pueden ser indistinguibles de los lipomas infiltrativos o de los liposarcomas. La extirpación quirúrgica es la cura. En los perros, la restricción dietética (dieta de pérdida de peso) que se inicia varias semanas antes de la cirugía puede facilitar al cirujano la identificación de los bordes del tumor y su extirpación total.

Los lipomas infiltrantes son raros en perros. Son más frecuentes en hembras de mediana edad, por lo general en el tórax y las patas. Las razas de mayor riesgo son el Doberman Pinscher, el Labrador Retriever, el Schnauzer miniatura y los perros mestizos. Estos tumores son bultos blandos y abultados en la capa de grasa debajo de la piel. Pueden extenderse a los músculos subyacentes y al tejido conectivo. Los lipomas infiltrativos se consideran sarcomas de malignidad parcial. Rara vez se diseminan a otros sitios. El tratamiento de elección para los lipomas infiltrativos es la cirugía para extirpar el tumor y un margen de tejido normal que lo rodea. En algunos casos, esto puede significar la amputación de una extremidad.

Lipoma, perro

Los liposarcomas son tumores raros en todos los animales domésticos. La mayoría se reconocen en perros machos mayores, en los que por lo general se desarrollan en el tórax y las patas. Los Pastores de Shetland y los Beagles tienen mayor riesgo de liposarcomas. Los liposarcomas son abultados y pueden ser blandos o duros. Son tumores malignos con un bajo potencial de diseminación a otros sitios. La extirpación quirúrgica amplia (extirpando tanto el tumor como parte del tejido circundante) se recomienda con mayor frecuencia. La recidiva es frecuente, por lo que puede ser necesario un tratamiento de radiación de seguimiento.

Tumores linfoides de la piel

Los plasmocitomas extramedulares caninos son tumores cutáneos relativamente frecuentes en los perros. Se identifican con mayor frecuencia en la cabeza, las orejas, los labios, la boca y las patas de los animales maduros o envejecidos. Los Cocker Spaniels, Airedales, Scottish Terriers y Caniches estándar son las razas de mayor riesgo. Los tumores suelen ser pequeños (menos de 5 cm) de diámetro y algunas veces estrechos. El diagnóstico consiste en encontrar los tumores en el animal y confirmar el tipo de tumor con una aspiración con aguja fina o una biopsia. La mayoría de estos tumores no se diseminan y la extirpación quirúrgica es el tratamiento habitual. Cuando estos tumores se desarrollan en la boca, pueden multiplicarse. El tratamiento de la forma múltiple es más difícil, porque es más probable que los tumores regresen después de la cirugía. En tales casos, puede ser necesario extirpar el tejido alrededor de los tumores. Cuando los tumores son múltiples o la extirpación quirúrgica no es factible, se considera el tratamiento con radiación. La quimioterapia se suele recomendar para los pacientes si el tratamiento con radiación se rechaza o si el tumor es resistente al tratamiento con radiación.

El linfosarcoma cutáneo (de la piel) es una forma rara de cáncer de piel que puede presentarse en una forma en la que la piel es el primer y principal sitio de afectación del tumor linfoide. Sin embargo, esta enfermedad también puede ser secundaria a enfermedades internas de todo el cuerpo, como el linfoma maligno canino. Este tumor poco frecuente se presenta en dos formas distintas: linfosarcoma cutáneo epiteliotrópico y linfosarcoma cutáneo no epiteliotrópico.

El linfosarcoma cutáneo epiteliotrópico es la forma de linfosarcoma cutáneo más frecuentemente reconocida en los perros. Se trata de una enfermedad que afecta principalmente a los perros de mediana edad y mayores, y que se da con mayor frecuencia en Caniches y Cocker Spaniels. La enfermedad progresa lenta o moderadamente. Los signos varían ampliamente y pueden incluir piel escamosa, manchas rojas en la superficie cutánea, áreas elevadas y ulceradas o bultos profundos en la piel. Estos cambios también pueden aparecer en la boca o en los labios, párpados o almohadillas plantares. Debido a su aspecto variable, el diagnóstico puede ser muy difícil. Las primeras etapas pueden confundirse con alergias, enfermedades inmunomediadas o infecciones. Por lo tanto, su veterinario puede sugerir una biopsia de tejido de cualquier tumor o crecimiento similar a un tumor encontrado en su mascota. La presencia de tumores con leucemia simultánea se conoce como síndrome de Sézary.

Se han probado muchos tratamientos para el linfosarcoma cutáneo, aunque ningún tratamiento ha demostrado ser completamente exitoso. Hasta ahora, todos los procedimientos de tratamiento probados mejoraron los signos de la enfermedad, pero no alargaron la vida del perro afectado. Su veterinario o un especialista en cáncer veterinario tendrá acceso a la información más reciente sobre el tratamiento del linfosarcoma cutáneo y le recomendará el programa de tratamiento más adecuado para su mascota y su salud general.

El linfosarcoma cutáneo (de la piel) no epiteliotrópico es más frecuente en animales de mediana edad o mayores. Los tumores son bultos o placas que suelen desarrollarse en el tronco. Por lo general son tumores múltiples. En muchos casos, el linfosarcoma cutáneo no epiteliotrópico es, por su apariencia, indistinguible del linfosarcoma cutáneo epiteliotrópico. Un diagnóstico definitivo es importante porque la forma no epiteliotrópica en los perros suele ser más grave que la forma epiteliotrópica. Estos tumores se diseminan con frecuencia a otros órganos y lo hacen en una fase temprana de la enfermedad. Por lo tanto, un diagnóstico precoz y preciso es extremadamente importante en el tratamiento de esta enfermedad.

Se han utilizado diversos tratamientos, como la extirpación quirúrgica, la quimioterapia y, con menor frecuencia, el tratamiento con radiación, tanto por separado como en combinación. La extirpación quirúrgica suele ser la primera elección cuando la enfermedad se limita a un solo tumor. La extirpación del tumor puede potencialmente curar por completo al perro. Para las formas difusas o múltiples, la extirpación quirúrgica o la congelación han tenido menos éxito. La quimioterapia puede aliviar los signos, pero esta forma de cáncer a menudo recidiva. El tiempo medio de remisión es de 8 meses.

Mastocitomas

Los mastocitomas reciben el nombre del tipo de célula del que crecen. Los mastocitos están implicados en las reacciones alérgicas. Liberan histamina, que causa irritación y picor, y otras sustancias químicas que pueden causar shock. Los mastocitomas son el tumor maligno más común observado en perros. Se pueden observar en perros de cualquier edad, pero se producen con más frecuencia en perros de 8-10 años. Pueden desarrollarse en cualquier parte de la superficie corporal, así como en los órganos internos, pero los sitios más comunes son las patas (especialmente las partes posteriores de los muslos), parte inferior del abdomen y el tórax. En alrededor del 10 % de los casos, los tumores se encuentran en múltiples localizaciones. El tamaño del tumor en el momento de la cirugía a menudo predice el resultado; los tumores mayores de 3 cm se asocian con una disminución del tiempo de supervivencia. Los tumores localizados cerca de las membranas mucosas, las patas, el prepucio o en la superficie inferior del cuerpo son más propensos a diseminarse que los mastocitomas en otras áreas. Los tumores que crecen rápidamente o que no se extirpan completamente durante la cirugía también son más propensos a diseminarse. Muchas razas parecen ser propensas a la enfermedad, especialmente los Boxers y los Carlinos (en los que los tumores con frecuencia son múltiples), los Crestados Rodesianos y los Boston Terriers.

Tumores de mastocitos

Estos tumores varían mucho en tamaño y tasa de crecimiento. Pueden simular lipomas; por lo tanto, los signos visuales por sí solos no pueden establecer un diagnóstico. Lo más habitual es que un mastocitoma aparezca como un bulto o masa elevada que puede ser de blanda a sólida al tacto. Los mastocitomas son complicados y difíciles de tratar porque aparecen como un gran tumor central, pero en realidad están rodeados por un halo de nidos de mastocitos más pequeños y microscópicos que se infiltran en la piel de aspecto normal. Los perros también pueden desarrollar signos asociados a la liberación de toxinas de los mastocitos malignos. Por ejemplo, hasta una cuarta parte de los perros con mastocitomas también tienen úlceras de estómago debido a la liberación de histamina. El diagnóstico se establece mediante el examen microscópico de muestras tumorales obtenidas por aspiración con aguja fina, frotis de impresión o muestras de biopsia.

Además, los mastocitomas pequeños pueden permanecer inactivos y parecer inactivos durante periodos prolongados antes de diseminarse. Otros tumores pueden ser agresivos y diseminarse rápidamente. Por consiguiente, todos los mastocitomas se suelen tratar al menos como enfermedades potencialmente malignas. El tratamiento depende del estadio clínico de la enfermedad y de la propagación prevista de un tumor individual. En el caso de un pequeño tumor solitario confinado en la piel (estadio I), el tratamiento preferido es la extirpación quirúrgica completa. La mayoría de los veterinarios extirpan al menos 3 cm de tejido sano que rodea todos los bordes de estos tumores para eliminar tanto el bulto como los nidos de células tumorales circundantes. Si, durante la cirugía, la biopsia de una muestra del tejido extirpado sugiere que el tumor se extiende más allá del borde inicial de la cirugía, se extirpará tejido circundante adicional. Como alternativa, dado que los mastocitos son sensibles a la radiación, el tratamiento con radiación puede ser eficaz si queda tumor. En algunos casos, una combinación de tratamiento con radiación, quimioterapia en la localización del tumor e hipertermia del lugar (aumentando cuidadosamente la temperatura corporal del área afectada bajo anestesia) puede ser más eficaz que la radiación sola. Si los márgenes no están limpios y no se elige el tratamiento con radiación, la quimioterapia también es un tratamiento de seguimiento eficaz. Algunos perros desarrollan nuevos tumores periódicamente. Cuando la cirugía no se realiza por enfermedad residual o por pequeños tumores recidivantes, la inyección de esteroides y antihistamínicos en el tumor, que puede ser seguida de congelación (crioterapia), puede considerarse como una opción.

Actualmente no existe un tratamiento acordado para los mastocitomas de estadio II a IV. Las opciones incluyen la extirpación quirúrgica de la masa y los nódulos linfáticos regionales afectados (si es factible), radiación y quimioterapia. Su veterinario puede consultar con un oncólogo veterinario para obtener ayuda en el tratamiento de estos tumores. Los especialistas veterinarios en cáncer pueden recomendar nuevos tipos de tratamientos que pueden ayudar a controlar los casos difíciles.

Melanomas

Un melanoma es un tumor cutáneo de pigmentación oscura que puede ser benigno (no canceroso) o maligno (canceroso). Los melanomas benignos (también llamados melanocitomas) se diagnostican con mucha más frecuencia en los perros que los melanomas malignos. Se desarrollan con mayor frecuencia en la cabeza y las extremidades anteriores en los perros de mediana edad o mayores. Las razas en que se reconocen estos tumores con mayor frecuencia son el Schnauzer miniatura y estándar, el Doberman Pinscher, el Golden Retriever, el Setter Irlandés y el Vizsla. Pueden aparecer como manchas o parches, o masas elevadas o planas. La mayoría tiene una superficie oscura. Aunque suelen ser solitarios, los melanomas pueden ser múltiples, especialmente en las razas de riesgo. Cuando estos tumores son benignos, la extirpación quirúrgica cura la afección.

Los melanomas malignos se suelen desarrollar en perros más mayores. Entre los perros, los Schnauzers miniatura y estándar y los Scottish Terrier tienen mayor riesgo. Los labios, la boca y el lecho de las uñas son los lugares más comunes de desarrollo. Los melanomas malignos en la piel con pelo son raros y la mayoría surgen en parte inferior del abdomen y el escroto. Los machos están afectados con mayor frecuencia que las hembras.

La mayoría de los melanomas malignos aparecen como bultos elevados, por lo general ulcerados, que pueden o no estar oscurecidos. Cuando están presentes en los labios o en la boca, los tumores aparecen como bultos elevados de color gris oscuro a claro o rosado. Cuando se presentan en el lecho de la uña, aparecen como hinchazones del dedo, a menudo con pérdida de la uña y destrucción del hueso subyacente.

Por esta razón, un veterinario que encuentre un dedo supurante en un perro mayor a menudo pedirá radiografías y extraerá una muestra de tejido de la parte más profunda del dedo (incluyendo hueso) para una biopsia. Estos pasos ayudarán al veterinario a tratar esta forma de cáncer tan pronto como sea posible. Los melanomas malignos crecen rápidamente y tienen un gran potencial para diseminarse a otros órganos. El tratamiento precoz es fundamental para un resultado positivo en un perro con un melanoma maligno.

El tratamiento consiste en una extirpación quirúrgica completa. Sin embargo, la tendencia del tumor a diseminarse puede hacerla más difícil. Cuando está presente en un dedo, la amputación del dedo afectado es el tratamiento estándar. Cuando está presente en la boca, la extirpación quirúrgica de parte de la mandíbula puede permitir la extirpación completa del tumor y una aceptable apariencia cosmética posquirúrgica y supervivencia. Los melanomas se suelen considerar resistentes a la radioterapia, y no existe ninguna quimioterapia establecida que sea altamente eficaz. Los tiempos de supervivencia típicos para perros con melanomas malignos varían de 1 a 36 meses. Existe una vacuna que ayuda a reducir el tamaño de los melanomas malignos en los perros y puede prolongar la supervivencia.

Tumores de las glándulas perianales (hepatoides)

Los tumores de las glándulas perianales son un tipo de tumor que se encuentra cerca del ano en los perros. Se producen principalmente en las glándulas sebáceas que se encuentran alrededor del ano. También pueden aparecer en glándulas similares a lo largo del abdomen desde el ano hasta la base del cráneo, la cola y en la piel del dorso y áreas cercanas a la cola. Los tumores aparecen en los perros machos tres veces más a menudo que en las hembras. Son más comunes en perros mayores. Los Huskies Siberianos, Samoyedos, Pequineses y Cocker Spaniels son las razas afectadas con mayor frecuencia.

Los tumores aparecen como uno o (más comúnmente) múltiples bultos de 0,5-10 cm de diámetro. Es frecuente que los tumores grandes formen úlceras y sangren. Además, los tumores grandes pueden comprimir el canal anal y dificultar la defecación.

Hasta el 95 % de los perros machos con estos tumores se curan con la castración. La extirpación quirúrgica de los tumores puede utilizarse para eliminar tumores extremadamente grandes o ulcerados que se han infectado secundariamente. La cirugía es el tratamiento de elección para las hembras, pero puede ser necesario repetirla porque la recidiva es frecuente en las hembras. El tratamiento con radiación también es una opción y se puede prescribir sola o en combinación con cirugía. La cirugía con láser y la criocirugía (congelación) son otras opciones, pero dado que la incontinencia fecal es muy común después de una cirugía extensa que afecta al esfínter, esta opción se usa solo cuando los tumores no se pueden extirpar usando técnicas quirúrgicas regulares.

Los adenocarcinomas de las glándulas perianales son poco frecuentes en los perros. Estos tumores se encuentran con una frecuencia diez veces superior en machos que en hembras. Los Huskies Siberianos, los Alaskan Malamutes y los Bulldogs son las razas con mayor probabilidad de desarrollar este tumor. La evaluación por biopsia (estudio de laboratorio de una muestra de tejido tomada del tumor) es el mejor medio de diagnóstico. Estos tumores a menudo se diseminan a los nódulos linfáticos de drenaje que se encuentran a lo largo de la zona lumbar. Por lo tanto, durante la cirugía se extirpará el tumor en sí y un amplio margen de tejido a su alrededor. Si alguno de los nódulos linfáticos está afectado, también se pueden extirpar quirúrgicamente. A menudo se añade tratamiento con radiación después de la cirugía. Los fármacos más nuevos y la quimioterapia también pueden ayudar. Estos tumores no suelen responder a la castración o al tratamiento con estrógenos. El pronóstico es reservado.

Tumores de las vainas nerviosas periféricas

Hay varios tumores que surgen del tejido conectivo que cubre los nervios. Estos incluyen neuromas de amputación, neurofibromas y neurofibrosarcomas.

Los neuromas de amputación son crecimientos desorganizados que se forman después de una amputación o una lesión traumática. Se producen con mayor frecuencia después del corte de la cola en los perros. Son más frecuentes en perros jóvenes que tienen molestias continuas en la cola cortada. La extirpación quirúrgica es la cura.

Losneurofibromas y neurofibrosarcomas son otros tumores que crecen en el tejido conectivo alrededor de un nervio. En perros se producen en animales mayores. Estos tumores aparecen como bultos blancos y duros. Hay formas benignas y malignas. En los perros, la mayoría son localmente invasivos pero no se diseminan a otros sitios. El tratamiento de elección es la extirpación quirúrgica completa. El tratamiento de seguimiento con radiación o quimioterapia puede retrasar el crecimiento.

Tumores de las glándulas sebáceas

Las glándulas sebáceas secretan el aceite conocido como sebo en los folículos pilosos y en la piel. Los tumores de las glándulas sebáceas son frecuentes en los perros.

Los hamartomas de las glándulas sebáceas son tumores solitarios de los perros. Son alargados o circulares, de aproximadamente 5 cm de longitud o diámetro. Se suelen identificar poco después del nacimiento.

El sobrecrecimiento de las glándulas sebáceas (hiperplasia) se produce en perros y gatos mayores. Aparece en forma de bultos que rara vez superan 1 cm de diámetro, a menudo con una superficie brillante y con forma de cuerno. Entre los perros, los Manchester, Wheaten y Welsh Terriers presentan mayor riesgo. La cabeza y el abdomen se ven afectados con mayor frecuencia.

Los adenomas de las glándulas sebáceas son más comunes en los perros mayores. Los Coonhounds, Cocker Spaniel Ingleses, Cocker Spaniels, Huskies, Samoyedos y Alaskan Malamutes son las razas con mayor probabilidad de desarrollar estos tumores. A menudo son indistinguibles del sobrecrecimiento de las glándulas sebáceas, pero tienden a ser más grandes (por lo general más de 1 cm de ancho). Suelen ser múltiples y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero es habitual encontrarlos en la cabeza. Los adenomas sebáceos pueden estar cubiertos por una costra y pueden inflamarse o infectarse. Los epiteliomas de las glándulas sebáceas son un tipo de adenoma sebáceo que puede extenderse profundamente en la piel. Con frecuencia aparecen como bultos ulcerados.

Los adenocarcinomas de las glándulas sebáceas son una forma rara de tumor de las glándulas sebáceas. Se producen en perros de mediana edad o mayores. Los Cavalier King Charles Spaniels, los Cocker Spaniels y los Scottish, Cairn y West Highland White Terriers son las razas que presentan mayor riesgo. Los perros machos pueden tener mayor predisposición. Pueden ser indistinguibles de los epiteliomas sebáceos o de otros carcinomas cutáneos. Se diseminan dentro de la piel y pueden extenderse a los nódulos linfáticos regionales en una fase avanzada de la enfermedad.

Una vez establecido el diagnóstico, la cirugía es opcional para los tumores benignos de las glándulas sebáceas, a menos que estén inflamados e infectados. Para los adenocarcinomas malignos, la cirugía es el tratamiento de elección. Su veterinario extirpará no solo el tumor, sino también el tejido que lo rodea, incluidos los nódulos linfáticos afectados. Además, también se puede prescribir quimioterapia y radioterapia. Los perros que desarrollan un sobrecrecimiento de las glándulas sebáceas o un adenoma suelen desarrollar nuevos tumores en otros lugares. Su veterinario puede consultar con un oncólogo veterinario o un dermatólogo veterinario para obtener ayuda en el tratamiento de estos tumores.

Tumores del músculo liso de la piel

Estos tumores (llamados leiomiomas o leiomiosarcomas) se producen raramente en la piel y se sabe poco sobre ellos. Los que se han descrito han sido malignos y se han encontrado en perros y gatos. En la mayoría de los casos, se trata de masas duras que se pueden palpar a través de la piel. El tratamiento es la cirugía para extirpar el tumor. También se puede recomendar la quimioterapia.

Tumores de células gigantes de tejidos blandos (histiocitomas fibrosos)

Estos tumores no se entienden muy bien. Parecen más una reacción inflamatoria que un tumor y se suelen tratar con esteroides. Una anomalía llamada histiocitoma fibroso canino se ha encontrado en el ojo de algunos perros, más comúnmente en los Collies de 2 a 4 años.

Algunos tumores de células gigantes de tejido blando son malignos (cancerosos). Los histiocitomas fibrosos malignos son poco frecuentes en perros. Rara vez se diseminan a otros sitios, pero tienden a volver después de la extirpación quirúrgica. La cirugía para extirpar estos tumores es el tratamiento de elección. Debido a que estos tumores pueden crecer hacia los tejidos circundantes, la mayoría de los veterinarios también extirparán un amplio margen de tejido que rodea al tumor, para estar lo más seguros posible de que se ha extirpado todo el tumor.

Sarcomas de tejidos blandos

Los sarcomas son un grupo de tumores del tejido conectivo que a menudo invaden rápidamente los tejidos circundantes, pero es menos probable que se diseminen a otras partes del cuerpo. Los sarcomas en la superficie de la piel tienden a ser benignos. Los sarcomas profundos tienden a ser malignos. Cuanto más grande sea el tumor, es más probable es que sea maligno. Un tumor de crecimiento rápido tiene mayor probabilidad de ser maligno que uno de desarrollo lento. Los tumores benignos tienen pocos vasos sanguíneos, mientras que la mayoría de los tumores malignos tienen muchos vasos sanguíneos.

El diagnóstico se establece mediante la biopsia del sarcoma. Muchos sarcomas tienen forma de pulpo, con unos tentáculos que pueden extenderse profundamente en el lecho del tumor. A menudo se denominan sarcomas de "células fusiformes".

La extirpación quirúrgica amplia es el tratamiento de elección para los sarcomas de tejidos blandos. El veterinario extraerá un margen de tejido de 2-3 cm que rodea al sarcoma. Esto es necesario porque existe una gran posibilidad de que el sarcoma se haya diseminado más allá de la masa hacia los tejidos circundantes que parecen normales. A veces, según la localización, puede ser necesaria la amputación para extirpar todo el tumor. Es importante extirpar todo el tumor durante la primera cirugía, porque los sarcomas que recidivan tienen un mayor potencial de invadir el tejido local y también pueden extenderse a otras partes del cuerpo. Cada intento futuro de extirpación quirúrgica puede aumentar la tasa de diseminación. La congelación (criocirugía) no suele utilizarse en los sarcomas porque algunos tipos de tumores son resistentes a la congelación. Los sarcomas de células fusiformes no suelen responder bien a las dosis convencionales de radiación. Las dosis más altas han tenido cierto éxito. La extirpación quirúrgica seguida de radiación es una opción, así como la radiación antes de la extirpación quirúrgica. La quimioterapia para los sarcomas se ha convertido en un método de tratamiento más común. Aunque la quimioterapia puede mejorar la calidad de vida y prolongar la vida de un perro afectado, en escasas ocasiones es una cura completa. El pronóstico para los perros con sarcomas de tejidos blandos es reservado.

La fibromatosis es un engrosamiento y crecimiento invasivo en las vainas del tendón. Se suele observar en las cabezas de los perros, en especial los Golden Retrievers y los Doberman Pinschers, donde se suele llamar fascitis nodular. Las fibromatosis suelen ser indistinguibles de los fibrosarcomas infiltrantes (véase más adelante), excepto por el examen microscópico. Los bultos linfoides pequeños se encuentran distribuidos en todos los tejidos. La fibromatosis puede extenderse a los tejidos cercanos, pero no a través del torrente sanguíneo a órganos distantes. Si es posible, la extirpación quirúrgica es el tratamiento de elección. La recidiva es común y la radioterapia puede ser útil para reducir el nuevo crecimiento.

Los fibrosarcomas son tumores malignos que crecen rápidamente. Son frecuentes en los perros, la mayoría localizados en el tronco y las patas. Los Setter Gordon, Loberos Irlandeses, Spaniel Bretones, Golden Retrievers y Doberman Pinschers tienen más probabilidad de desarrollar estos tumores. Los fibrosarcomas varían notablemente en su apariencia y tamaño. Los tumores que surgen bajo la superficie de la piel pueden tener un aspecto abultado. Los que surgen en la grasa o en los tejidos blandos cercanos pueden requerir un examen práctico para su detección. Son duros y carnosos y aparecen profundamente en la piel y la grasa subyacente. A menudo invaden los músculos subyacentes. Cuando hay varios tumores, suelen aparecer en la misma zona del cuerpo. En los perros, los fibrosarcomas son tumores invasivos que se diseminan a los tejidos circundantes; solo alrededor del 10 % de estos tumores se diseminan a otras partes del organismo (metastatizan). La extirpación quirúrgica amplia y profunda es el mejor tratamiento, aunque la extirpación completa es difícil. Debido a que es difícil determinar los bordes del tumor durante la cirugía, la recidiva es común (más del 70 % regresan dentro del primer año de la cirugía inicial). Incluso cuando la extirpación quirúrgica es completa, la recidiva sigue siendo la norma. Se ha recomendado la radioterapia y la quimioterapia de seguimiento después de la cirugía, para los tumores que no son operables y para los tumores que no se pueden extirpar completamente. Su veterinario puede derivarlo a un especialista en cáncer veterinario para el tratamiento de estos tumores.

Carcinomas de células escamosas

Los carcinomas de células escamosas son tumores malignos. Se pueden encontrar en todos los animales domésticos. En los perros, estos son los carcinomas diagnosticados con mayor frecuencia. Se dan dos formas en perros: la cutánea y la subungueal. Los carcinomas de células escamosas de la piel son tumores de perros mayores. Los Perros de San Huberto, los Basset Hounds y los Caniches estándar tienen mayor riesgo. Aparecen en la cabeza, parte inferior de las patas, abdomen y parte trasera. La mayoría aparecen como manchas y bultos duros, elevados y frecuentemente ulcerados. A veces pueden crecer hacia fuera con una superficie como la de una verruga. Algunos están causados por la exposición prolongada al sol. Suelen desarrollarse en la parte inferior del abdomen, especialmente en la zona del pubis o cerca, en las razas de piel blanca y pelo corto, como los Dálmatas, los Pit Bull Terriers, los Bull Terriers y los Beagles. Se desarrollan en la parte inferior de los perros porque la piel con poco pelo ofrece una protección mínima contra la radiación ultravioleta. Muchos animales toman el sol tumbados de espaldas. También reciben algo de radiación solar que se refleja desde el suelo. Antes de que se desarrolle un tumor maligno, los perros desarrollan queratosis solar. La queratosis solar es una piel engrosada y descolorida. Por lo tanto, encontrar áreas en su perro donde la piel esté gruesa y descolorida es motivo de una revisión veterinaria. El diagnóstico precoz es importante para el éxito del tratamiento.

Los carcinomas subungueales de células escamosas son tumores que se originan debajo de una uña (garra). Son más frecuentes en Schnauzers gigantes y estándar, Setters Gordon, Pastores de Brie, Kerry Blue Terriers, Scottish Terriers y Caniches estándar. Por lo general, todas son razas con capas oscuras, y se ha asociado el color oscuro de capa con el desarrollo de carcinomas de células escamosas subungueales que emergen de múltiples dedos, con frecuencia en patas diferentes. Las hembras son ligeramente más propensas a desarrollar estos tumores que los machos, y ambas patas delanteras y traseras son igualmente propensas a tener tumores. Pueden extenderse a otros órganos, incluidos los nódulos linfáticos y los pulmones.

La mayoría de los carcinomas de células escamosas son tumores solitarios. sin embargo, se pueden desarrollar múltiples tumores, especialmente en zonas con una exposición solar prolongada. Tienen aspecto de masas elevadas e irregulares con úlceras o granos. Los perros con carcinomas de células escamosas subungueales primero muestran cojera o malformación, infección o pérdida de una uña. Estos tumores suelen invadir los tejidos circundantes. Algunos tumores crecen lentamente, mientras que otros son más propensos a diseminarse o regresar dentro de las 20 semanas posteriores a la extirpación quirúrgica. En general, cuando el tratamiento fracasa es debido al diagnóstico tardío o a una falta de control del tumor original más que a la diseminación de nuevos tumores. Por esta razón, debe estar alerta a cualquier problema que su perro pueda tener en la piel, los dedos o las garras y hacer que su veterinario los revise rápidamente tras descubrirlos.

Para los perros, la extirpación quirúrgica, como la amputación del dedo o la oreja afectados, es el tratamiento adecuado. Es necesario extirpar un margen de piel de al menos 2 cm alrededor del tumor. La extirpación quirúrgica puede combinarse con radioterapia o quimioterapia. Las tasas de supervivencia dependen de la malignidad del tumor y de su tamaño antes del tratamiento.

Limitar la exposición a la luz solar excesiva puede ayudar a prevenir los carcinomas de células escamosas. Esto puede lograrse utilizando pantallas ultravioletas en las ventanas, protectores solares y manteniendo a los animales en el interior durante las horas de máxima luz solar.

Tumores de las glándulas sudoríparas

Hay dos tipos de glándulas sudoríparas en los perros, llamadas apocrinas y ecrinas. En los animales domésticos, todos los folículos pilosos tienen glándulas apocrinas, al igual que las glándulas anales y las glándulas ceruminosas de los oídos.

Los quistes de las glándulas apocrinas se encuentran en perros de mediana edad o mayores. Pueden aparecer dentro o fuera de los folículos pilosos. Aparecen con mayor frecuencia en la cabeza y el cuello. Se desarrollan uno o más quistes en la capa media o superior de la piel con una asociación suelta con los folículos pilosos. Otra forma es más difusa y consiste en quistes dentro de las glándulas asociadas a múltiples folículos pilosos en la piel no lesionada. Ambas formas de quistes de las glándulas apocrinas son benignas (no cancerosas). El tratamiento es mediante extirpación quirúrgica, aunque esto puede ser difícil si los quistes son difusos.

Los adenomas de las glándulas apocrinas incluyen adenomas apocrinos y adenomas ductulares apocrinos. Los adenomas apocrinos aparecen como quistes de duros a blandos, que rara vez miden más de 4 cm de diámetro. Contienen cantidades variables de un líquido de color claro o parduzco. Se encuentran en perros y gatos mayores y, en casos raros, caballos. Entre los perros, los Montañas de los Pirineos, los Chow Chows y los Alaskan Malamutes son las razas afectadas con mayor frecuencia. La cabeza, el cuello y las patas son los lugares más frecuentes.

Los adenomas apocrinos del conducto son menos frecuentes que los adenomas apocrinos. Se encuentran en perros y gatos mayores y aparecen más cerca de la superficie de la piel. En los perros, estos tumores se reconocen sobre todo en el Peekapoo, el Bobtail y el Springer Spaniel Inglés. Suelen ser más pequeños, más duros y menos quísticos que los adenomas apocrinos.

Los adenomas apocrinos y los adenomas apocrinos del conducto son benignos y la extirpación quirúrgica completa cura la afección.

Los adenocarcinomas de las glándulas apocrinas son tumores malignos de las glándulas sudoríparas. Son poco frecuentes en todos los animales domésticos, pero se dan con mayor frecuencia en perros y gatos de edad avanzada. Entre los perros, los Treeing Walker Coonhounds, los Cazadores de Alces Noruegos, los Pastores Alemanes y los perros mestizos tienen mayor riesgo. Este tumor se produce con mayor frecuencia donde las patas delanteras se encuentran con el tronco y cerca de la ingle. El aspecto varía desde gruesos bultos hasta úlceras. Es probable que se diseminen a los tejidos circundantes y a los nódulos linfáticos. El tratamiento de elección es la extirpación quirúrgica completa. Se sabe poco sobre la eficacia de la quimioterapia en el tratamiento de estos tumores.

Las glándulas sudoríparas ecrinas se encuentran en las almohadillas de las patas de los perros. Los tumores de las glándulas ecrinas son extremadamente raros. Cuando se producen, la mayoría son gravemente malignos y tienen un alto potencial de diseminarse a los nódulos linfáticos. El tratamiento de elección implica la extirpación no solo de la glándula maligna, sino también del tejido circundante y de los nódulos linfáticos afectados. Además, también se puede proporcionar quimioterapia y radioterapia.

Tumores que se originan fuera de la piel (tumores metastásicos)

Todos los tumores malignos, dondequiera que se originen, son capaces de extenderse a la piel. Sin embargo, la diseminación de un tumor primario desde el interior del organismo a la piel es inusual. Aunque el aspecto es variable, los tumores que se extienden a la piel suelen ser bultos múltiples y ulcerados. A medida que estos tumores crecen, se extienden más profundamente en la piel y el tejido circundante. Suele ser difícil identificar el tumor primario basándose en los signos en la piel. Esto se debe a que solo una pequeña población de células del tumor primario se extenderá a la piel, y estas células pueden tener características microscópicas diferentes a las del tumor primario. Cuando los tumores se han diseminado desde otras áreas del cuerpo a la piel, el tumor primario suele crecer y se disemina rápidamente y el pronóstico de un resultado positivo es de reservado a malo. El tratamiento de estos tumores implica un abordaje de todo el organismo que se ocupa tanto de los tumores cutáneos como del tumor primario.

Sarcomas indiferenciados y anaplásicos

Estos son cánceres de células mesenquimatosas. Las células mesenquimales son las células que se convierten en tejido conectivo, sangre, nódulos linfáticos y otros órganos. Los cánceres de células mesenquimatosas son difíciles de identificar porque, al igual que las células mesenquimatosas mismas, las formas malignas de estas células están poco organizadas y a menudo no están desarrolladas o no se diferencian. Una vez identificados, la cirugía es el tratamiento habitual. Cuando se extirpan estas células cancerosas, el veterinario por lo general extirpará no solo el tumor visible, sino también un amplio margen de tejido que lo rodea. Esto reduce la posibilidad de que la malignidad vuelva a aparecer.

Verrugas (papilomas)

Las verrugas están causadas por papilomavirus. El virus se transmite por contacto directo o por contacto con elementos contaminados como camas, ropa, platos y otros elementos en el entorno del perro. También es posible que los insectos propaguen los papilomavirus. Existen distintos papilomavirus. Se han descrito verrugas en todos los animales domésticos y son más frecuentes en perros y caballos.

Las verrugas múltiples de la piel o las membranas mucosas se suelen observar en los perros más jóvenes. Las verrugas únicas son más frecuentes en los animales más mayores, pero no siempre están causadas por una infección vírica. El periodo entre la infección inicial y el desarrollo de verrugas visibles varía, pero suele durar varios meses.

Papilomas, perro

La mayoría de las verrugas aparecen como protuberancias con una superficie endurecida parecida a una coliflor. Cuando las verrugas son múltiples pueden ser lo suficientemente características como para establecer un protocolo de diagnóstico. Sin embargo, hay muchas cosas que se parecen a las verrugas y un diagnóstico definitivo puede requerir la identificación del virus o sus efectos en las células individuales (un cambio conocido como atipia coilocítica o coilocitosis).

En los perros, hay tres tipos de verrugas. La primera es la papilomatosis canina de las membranas mucosas, que afecta principalmente a los perros jóvenes. Aparecen múltiples verrugas en las membranas mucosas de la boca, desde los labios hasta (ocasionalmente) el esófago, y en el párpado y la piel adyacente con pelo. Cuando la boca está gravemente afectada, es difícil masticar y tragar. El segundo tipo de verrugas en los perros son las verrugas cutáneas, que no se distinguen de las verrugas que se desarrollan en las membranas mucosas o alrededor. Sin embargo, es más frecuente que sean solitarias y se desarrollen en perros mayores. Las verrugas cutáneas son comunes en los Cocker Spaniels y en los Kerry Blue Terriers. El tercer tipo que se encuentra en los perros se llama papiloma cutáneo invertido. En esta enfermedad de los perros adultos jóvenes, las verrugas se desarrollan con mayor frecuencia en la parte inferior del abdomen. Con poca frecuencia, las verrugas víricas en los perros pueden evolucionar a carcinomas de células escamosas invasivos.

Las verrugas finalmente desaparecerán por sí solas, aunque el tiempo que esto tarda varía considerablemente. Se han sugerido diversos tratamientos, pero los resultados varían. Se recomienda la extirpación quirúrgica si las verrugas son lo suficientemente desagradables. Sin embargo, dado que la cirugía en la fase inicial de crecimiento de las verrugas puede dar lugar a la reaparición y a la estimulación del crecimiento, las verrugas deben extirparse cuando estén cerca de su tamaño máximo o cuando estén retrocediendo. Se debe aislar a los perros afectados de los sensibles, pero con el largo periodo de incubación (meses), es probable que muchos hayan estado expuestos antes de que se reconozca el problema. Su veterinario puede recomendar medicamentos para ayudar al sistema inmunitario a eliminar las verrugas de su perro.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre tumores de la piel.