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Tumores del conducto auditivo en los perros

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Última revisión/modificación jun 2018

Los tumores pueden desarrollarse a partir de cualquiera de las estructuras que recubren o soportan el canal auditivo, incluyendo la capa externa de la piel, las glándulas que producen el cerumen y la grasa, o cualquiera de los huesos, tejidos conectivos, músculos o capas medias de la piel. Los tumores del conducto auditivo externo y del pabellón son más frecuentes que los tumores originados en el oído medio o interno. Los Cocker Spaniels son más propensos a tener tumores en el canal auditivo que otras razas de perros. Los perros de mediana edad son más propensos a tener tumores benignos del oído, mientras que los perros de más de 11 años son más propensos a tener tumores malignos.

Aunque se desconoce la causa exacta de los tumores del conducto auditivo, se cree que la inflamación a largo plazo del conducto auditivo puede provocar un crecimiento y desarrollo anormales de tejido y finalmente la formación de un tumor. El engrosamiento de las secreciones de las glándulas ceruminosas durante la inflamación del conducto auditivo externo puede estimular la producción de células cancerosas. Los tumores del conducto auditivo son más propensos a ser benignos que malignos. De los que son malignos, menos del 10 % se diseminan más allá del área local.

Los signos de los tumores del conducto auditivo incluyen secreción del oído (ceruminosa, con pus o con sangre) en un oído, mal olor, sacudidas de la cabeza, rascado del oído e hinchazón o abscesos que drenan cerca del oído. Si el oído medio o interno está afectado, el perro puede presentar pérdida de equilibrio y coordinación, sordera, inclinación de la cabeza y otros signos neurológicos. En cualquier caso de inflamación en un oído que no responda al tratamiento, su veterinario debe sospechar un tumor del conducto auditivo.

Tumores de las glándulas ceruminosas del oído

Los tumores benignos o malignos de las glándulas ceruminosas pueden desarrollarse en el conducto auditivo externo. Estos tumores pueden aparecer como bultos lisos o irregulares en forma de tallo o como parches aplanados que se elevan desde el revestimiento del conducto auditivo. Para el diagnóstico es necesaria una biopsia profunda del tejido. La TC y la RM también puede ser necesarias para determinar si el tumor está invadiendo los tejidos circundantes, incluyendo el oído medio.

Tumor de la glándula ceruminosa, perro

La extirpación quirúrgica de los tumores benignos del conducto auditivo es posible en muchos casos. También se ha utilizado la cirugía por láser. Se necesita una cirugía más extensa para los tumores malignos del conducto auditivo. El tiempo medio de supervivencia de los animales con tumores malignos en el conducto auditivo es de casi 5 años en los perros; sin embargo, los perros con afectación tumoral extensa tienen un pronóstico menos favorable. La radioterapia puede utilizarse para tratar los tumores malignos de las glándulas ceruminosas extirpados de forma incompleta, con una tasa de supervivencia a un año del 56 %.

Su veterinario puede discutir el estado de salud individual de su mascota y proporcionarle una perspectiva más completa del posible resultado de cualquier cirugía u otro tratamiento.

Consulte también el contenido para veterinarios sobre tumores del canal auditivo.