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Infecciones del oído y otitis externa en los perros

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Revisado/Modificado jun 2018

La porción tubular del oído externo que lleva el sonido al tímpano se denomina conducto auditivo. El trastorno más común del conducto auditivo en perros se llama otitis externa. Esta afección se produce cuando la capa de células que recubre el conducto auditivo externo se inflama. Los signos incluyen sacudidas de la cabeza, olor, enrojecimiento de la piel, hinchazón, rascado, aumento de la secreción y piel escamosa. El conducto auditivo puede doler o picar, según la causa o la duración de la afección. Pueden verse afectados uno o ambos oídos, y los signos pueden ser repentinos o a largo plazo. La otitis externa puede estar causada por muchos factores diferentes. Algunos de estos factores (como los parásitos, los cuerpos extraños y las alergias) parecen causar directamente la inflamación, mientras que otros (como ciertas bacterias, levaduras o una infección del oído medio) perpetúan la afección. Para complicar aún más las cosas, la forma de los pabellones auditivos puede predisponer a los perros a desarrollar otitis externa. La identificación de estos factores es clave para controlar con éxito la inflamación. A menos que se identifiquen y traten todas las causas, la enfermedad puede reaparecer. En función de estos factores, su veterinario puede determinar si la enfermedad puede curarse o si son necesarios tratamientos a largo plazo o de por vida.

Otitis externa, perro

Una anamnesis detallada y una exploración física y cutánea minuciosa pueden dar pistas sobre la causa de la otitis externa. Los pabellones auriculares y las regiones cercanas a la oreja pueden mostrar indicios de autotraumatismo (p. ej., por rascarse), enrojecimiento de la piel y anomalías cutáneas primarias y secundarias. Las deformidades del pabellón auricular, un crecimiento anormal de tejido en el canal, y las de sacudidas de la cabeza sugieren molestias del oído a largo plazo.

Su perro puede necesitar sedación o anestesia para permitir un examen completo usando un otoscopio. Esto es especialmente cierto si el oído duele, si el canal está obstruido con secreciones o tejido inflamatorio generalizado, o si el animal no coopera. Un examen otoscópico permitirá la identificación de cuerpos extraños profundos en el oído, detritos impactados, infestaciones de bajo grado por parásitos y roturas o anomalías en los tímpanos. Los tejidos para cultivo (para identificar cualquier microbio causante de infección) se suelen tomar al mismo tiempo que se realiza el examen del conducto auditivo con un otoscopio.

Algunas veces un frotis tomado con un aplicador con punta de algodón puede proporcionar información diagnóstica inmediata. Los conductos auditivos externos de la mayoría de los perros y gatos albergan un pequeño número de microorganismos inofensivos. Estos microorganismos pueden causar enfermedades si el ambiente del oído cambia de manera que les permita multiplicarse y causar una infección. El examen microscópico de un frotis puede determinar rápidamente si existe este tipo de sobrecrecimiento.

Si su perro tiene algún tipo de secreción por los oídos, lo debe examinar un veterinario. Una secreción oscura en el canal suele indicar la presencia de una infección por hongos o un parásito, como los ácaros del oído, pero también puede observarse con una infección bacteriana o mixta. Su veterinario examinará la secreción en busca de huevos, larvas o adultos de ácaros del oído.

A veces se necesitan pruebas adicionales para identificar los factores que causan la inflamación. Se pueden recomendar pruebas de alergia. Las muestras de pelo para las pruebas de tiña pueden estar justificadas. Las biopsias de animales con inflamación obstructiva a largo plazo del conducto auditivo externo en solo un oído pueden revelar la presencia de tumores. Las radiografías pueden tomarse cuando se necesita una mejor visualización del tímpano, cuando se sospecha inflamación del oído medio o cuando existen signos neurológicos (como pérdida del equilibrio).

Tratamiento

Para tratar estas afecciones, su veterinario deberá identificar y corregir cualquier causa subyacente. También debe tratarse cualquier dolor. Se suele rasurar el pelo de la zona que rodea la oreja para mejorar la limpieza y el tratamiento de los oídos. Su veterinario también puede recomendar la eliminación del pelo en los conductos auditivos, un procedimiento doloroso que se suele realizar bajo anestesia.

Dado que los medicamentos tópicos pueden ser inactivados por la secreción de los oídos o el exceso de cerumen, su veterinario probablemente limpiará los oídos suavemente y luego los secará antes de iniciar el tratamiento. En los animales con dolor en el oído, la limpieza adecuada requiere anestesia general. Siga los consejos de su veterinario sobre la limpieza de los oídos en casa. Muchos recomendarán que espere para comenzar con las limpiezas caseras de los oídos hasta después de una nueva cita, por lo general en 5-7 días.

Si se aplica de modo apropiado, el medicamento ideal reviste el epitelio del conducto auditivo externo con una película delgada. En la mayoría de los casos de inflamación del conducto auditivo externo de larga duración y en cualquier caso en el que se sospeche una inflamación del oído medio, en el régimen de tratamiento probablemente se incluirá una medicación por la boca o inyectable.

La mayoría de los medicamentos tópicos para el oído contienen una combinación de antibióticos, fármacos antimicóticos y glucocorticoides. Su veterinario le recetará uno que sea adecuado.

Deben evitarse los medicamentos irritantes (p. ej., remedios caseros y diluciones de vinagre). Provocan una inflamación del revestimiento del conducto auditivo y un aumento de las secreciones glandulares, lo que predispone a infecciones bacterianas o por hongos. Las sustancias que no suelen ser irritantes en el conducto auditivo normal pueden causar irritación en un oído que ya está inflamado. Esto es especialmente cierto con el propilenglicol. Los polvos, como los empleados después de arrancar el pelo del conducto, pueden formar concreciones irritantes dentro del conducto auditivo y no deben utilizarse.

Cuando la causa de la inflamación es una infección bacteriana grave del conducto auditivo externo, pueden utilizarse fármacos antibacterianos en combinación con corticoesteroides para reducir las secreciones, el dolor y la hinchazón, y para disminuir las secreciones glandulares. Los perros que presentan una inflamación bacteriana recidivante del oído externo y antecedentes de infestación por ácaros del oído se deben tratar con un producto tópico que contenga antibacterianos y antiparasitarios para garantizar la eliminación de cualquier infestación parasitaria.

El tratamiento debe continuar hasta que la infección haya desaparecido por completo. En los perros con infecciones bacterianas y por levaduras debe esperar exámenes físicos y pruebas semanales o quincenales hasta que no haya indicios de infección. En la mayoría de los casos esto lleva de 2 a 4 semanas. Los casos de larga duración pueden tardar meses en resolverse y, en algunos casos, el tratamiento debe continuar indefinidamente. Siga el programa de tratamiento recomendado por su veterinario de forma cuidadosa y completa para obtener el mejor resultado para su mascota.

Cuidado preventivo

El mejor tratamiento de la inflamación del oído externo es la prevención. Asegúrese de inspeccionar los oídos de su perro con regularidad y observe cualquier cambio inusual de temperatura, cambios en el color o estado de la piel, aumentos repentinos de humedad u otros cambios. Cuando observe cambios en los oídos de su mascota, es el momento de una revisión.

Cómo limpiar los oídos de su perro

  • Cuando se limpian los oídos de un perro es fundamental no utilizar nada que tienda a empujar cualquier residuo hacia el interior del canal auditivo. No se deben utilizar aplicadores con punta de algodón (como hisopos).

  • Reúna bolas de algodón real (no sintético) y la solución limpiadora de oídos. Es mejor usar una solución ocular salina para limpiar el oído. No utilice líquido anticerumen ni otros limpiadores de oído de venta libre.

  • Rocíe suficiente limpiador en el oído para llenar el canal. Masajee la base de la oreja hasta que escuche que la solución se "estruja".

  • Sujete suavemente la base de la oreja y tire del pabellón hacia arriba y hacia fuera de la cabeza para enderezar la forma de "L" del canal.

  • Enrolle el algodón en forma tubular e insértelo suavemente en el canal lo más lejos posible.

  • Nuevamente, masajee suavemente la base de la oreja para ayudar a mover los residuos y la solución limpiadora hacia el algodón y secar el canal.

  • Espere unos minutos antes de usar cualquier medicamento en el oído afectado, según las instrucciones de su veterinario.

Su veterinario puede mostrarle cómo limpiar adecuadamente los oídos de su perro, si es necesario. La frecuencia de lavado suele disminuir con el tiempo, de diaria a 1-2 veces a la semana, como un procedimiento de mantenimiento preventivo. Los conductos auditivos deben mantenerse secos y bien ventilados. El uso de agentes secantes en los oídos de los perros que nadan con frecuencia y la prevención de la entrada de agua en los canales auditivos durante el baño deberían minimizar el reblandecimiento del canal auditivo y disminuir la frecuencia de las infecciones bacterianas o fúngicas en los canales auditivos húmedos. (El reblandecimiento perjudica la función de barrera de la piel, lo que facilita el inicio de la infección.) En algunos casos, rasurar o depilar el pelo del interior del pabellón auricular y de alrededor del conducto auditivo mejora la ventilación y disminuye la humedad en los oídos. Sin embargo, debe consultar con su veterinario antes de eliminar cualquier pelo, ya que puede causar inflamación. El pelo no debe eliminarse si no está causando un problema. Si se justifica la depilación del conducto auditivo externo, asegúrese de recibir una demostración de cómo hacerlo correctamente.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre la otitis externa.