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Otitis media e interna en los perros

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Última revisión/modificación jun 2018

La inflamación de las estructuras del oído medio (otitis media) suele estar causada por una extensión de la infección desde el conducto auditivo externo o por la penetración de un cuerpo extraño en el tímpano. La extensión de la infección a través del torrente sanguíneo hasta estas áreas también es posible pero es rara. La inflamación del oído medio puede provocar inflamación de las estructuras del oído interno (otitis interna). Esto puede a su vez producir pérdida de equilibrio y sordera.

Los signos de la otitis media pueden ser similares a los de la otitis externa. Se suelen observan sacudidas de la cabeza, rascado de la oreja, frotamiento del oído afectado contra el suelo y la rotación de la cabeza hacia el lado afectado. El oído suele estar dolorido y puede presentar una secreción y cambios inflamatorios en el canal auditivo. La inflamación del oído externo (otitis externa) que recidiva puede ser otro signo.

Dado que los nervios faciales y simpáticos viajan a través del oído medio, la parálisis del nervio facial, la constricción de la pupila del ojo, la caída del párpado, el hundimiento del globo ocular en la cavidad orbital y la protrusión del tercer párpado pueden producirse en el mismo lado que el oído afectado. Si la otitis interna se produce al mismo tiempo, la inclinación de la cabeza hacia el lado afectado será más evidente. Además, un animal con inflamación del oído interno puede tener una falta de coordinación general lo suficientemente grave como para causar dificultades para levantarse y caminar. También se puede observar un movimiento rítmico involuntario de los ojos de lado a lado (llamado nistagmo) con la inflamación del oído interno. Si la inflamación se extiende al cerebro, se pueden observar signos neurológicos.

Su veterinario puede diagnosticar la otitis media cuando el tímpano está roto, ya sea por un cuerpo extraño o por una inflamación a largo plazo. Es difícil de diagnosticar si el tímpano no está roto, que es el caso más del 70 % de las veces. Se ha encontrado que la otitis media está presente en más de la mitad de los perros con inflamación recidivante a largo plazo del oído externo. El líquido en el oído medio o el endurecimiento y el sobrecrecimiento fibroso del hueso redondo detrás de la oreja pueden detectarse mediante radiografías, TC o RM.

La otitis interna puede diagnosticarse basándose en signos similares, además de la pérdida del equilibrio. La exploración con un otoscopio y radiografías del hueso redondo detrás de la oreja puede confirmar la presencia simultánea de inflamación del oído medio e interno.

Tratamiento

Dada la posibilidad de pérdida de la audición y lesión del órgano del equilibrio (aparato vestibular), su veterinario puede prescribirle antibióticos de larga duración administrados por la boca o inyectados para tratar la otitis media o interna. El tratamiento puede durar de 3 a 6 semanas. Si el tímpano está roto, su veterinario limpiará cuidadosamente el oído medio. Las perforaciones pequeñas del tímpano suelen cicatrizar en 2-3 semanas. Cualquier inflamación del conducto auditivo externo se tratará al mismo tiempo. Además, se pueden prescribir antiinflamatorios durante la primera semana de tratamiento para disminuir el dolor y los cambios inflamatorios en los nervios cercanos.

Si el oído externo de su perro está limpio y es normal, pero el tímpano está abultado o descolorido, su veterinario puede perforar el tímpano para aliviar la presión (y por lo tanto el dolor) dentro del oído medio, para permitir la eliminación de la descarga inflamatoria y para permitir el cultivo del líquido para el diagnóstico y el tratamiento. Pueden recetarse antibióticos administrados por la boca o inyectados durante 3 a 6 semanas si existe inflamación del oído interno. En la otitis media a largo plazo puede ser necesaria la cirugía para permitir el drenaje y la resolución adecuada de la infección.

La otitis media con el tímpano intacto suele responder bien al tratamiento con antibióticos. Sin embargo, si existe una inflamación prolongada del oído interno y se rompe el tímpano, las posibilidades de éxito del tratamiento se reducen. Si se desarrollan problemas nerviosos locales, pueden continuar incluso después de que la infección haya desaparecido. La inflamación del oído interno suele responder bien al tratamiento antibiótico a largo plazo, pero algunos problemas neurológicos (p. ej., falta de coordinación, inclinación de la cabeza, sordera, labios caídos o incapacidad para parpadear) pueden persistir de por vida. A los animales que se recuperan de una inflamación del oído interno se les debe dar un tiempo adecuado para que se adapten a cualquier signo persistente relacionado con los nervios.

Cuanto antes se pueda tratar a los animales, mejores serán las perspectivas de un buen resultado. Si observa alguno de los signos que indican una posible infección o inflamación en los oídos de su mascota o si nota algún cambio en la posición normal de la cabeza o en los movimientos de su perro, se debe programar una revisión cuanto antes.

Consulte también el contenido para veterinarios sobre la otitis media e interna.