Los protozoos son organismos unicelulares que a veces pueden causar enfermedad. Pueden ser de vida libre o parásitos. A continuación se presentan algunas de las enfermedades más comunes causadas por protozoos en los perros.
Amebiasis
La amebiasis es una enfermedad causada por la ameba Entamoeba histolytica. Causa inflamación del intestino grueso, que produce una diarrea persistente. La amebiasis es común en las zonas tropicales y subtropicales de todo el mundo. Su prevalencia ha disminuido en las últimas décadas en áreas como EE. UU., pero la enfermedad todavía es importante en muchas zonas tropicales, especialmente en épocas de desastres. Es común en personas, a veces se observa en perros y gatos, y es rara en otros mamíferos. Los humanos son el hospedador natural de esta especie y son la fuente habitual de infección para los animales domésticos. Los perros se infectan al ingerir alimentos o agua contaminados con heces que contienen quistes infecciosos, que son una forma latente del parásito.
Entamoeba histolytica vive dentro del intestino grueso y a veces no produce signos evidentes; por otro lado, puede invadir el revestimiento intestinal y producir inflamación, heridas y sangrado. En la enfermedad a corto plazo, puede desarrollarse una diarrea grave. Esta enfermedad puede ser mortal, de larga duración o mejorar espontáneamente. Los signos en los casos a largo plazo incluyen pérdida de peso, pérdida de apetito, esfuerzo para defecar y diarrea. Cualquiera de estos signos puede ser continuo o aparecer y desaparecer. Además del intestino grueso, las amebas infestantes pueden invadir la piel alrededor del ano, los genitales, el hígado, el cerebro, los pulmones, los riñones y otros órganos. Los signos pueden parecerse a los de otras enfermedades del intestino grueso. La enfermedad es más grave en animales o personas que tienen un sistema inmunitario debilitado.
La enfermedad se diagnostica por la presencia de E histolytica activa o latente en las heces. Los parásitos pueden ser difíciles de detectar porque no siempre están presentes en las heces, especialmente si la infección se ha producido fuera del intestino. En algunos casos, su veterinario puede examinar el intestino grueso directamente usando instrumentos especializados. Este procedimiento se llama colonoscopia. Se dispone de una prueba para la identificación de la ameba en humanos y puede utilizarse para el diagnóstico en perros y otros animales.
Se pueden prescribir medicamentos para tratar esta enfermedad, aunque la eficacia del tratamiento no se ha evaluado completamente. Los perros pueden continuar excretando amebas en las heces incluso después del tratamiento. Asegúrese de seguir completamente las instrucciones de tratamiento y cuidado.
Consulte también el contenido para veterinarios sobre la amebiasis.
Coccidiosis
La coccidiosis es una invasión y destrucción de los tejidos intestinales por cualquiera de varios protozoos. Los perros tienen se pueden infectar por especies de protozoos Isospora, Hammondia y Sarcocystis, y la más frecuente es Isospora. Puede causar enfermedad en perros, pero aunque las infecciones son relativamente comunes, la mayoría de los perros infectados no muestran signos.
Los coccidios tienden a infectar a los perros o cachorros que se han debilitado de alguna manera. Por lo tanto, los signos de la enfermedad causada por la coccidiosis son más prevalentes en condiciones de mala nutrición, malas condiciones sanitarias o hacinamiento, o después de situaciones de estrés, como el destete. La infección se produce cuando un perro ingiere huevos infecciosos (ooquistes). Estos ooquistes entran en el medio ambiente en las heces de un perro infectado, pero son incapaces de causar la infección hasta que se desarrollan más en las condiciones ambientales adecuadas.
Los signos más frecuentes en los casos graves son diarrea (algunas veces sanguinolenta), pérdida de peso y deshidratación. El veterinario combinará los resultados de los exámenes fecales con la observación de los signos y anomalías intestinales para confirmar el diagnóstico.
La infección suele terminar por sí sola en unas semanas, a menos que se produzca una reinfección. La medicación puede disminuir la probabilidad de reinfección y diseminación. Los perros enfermos deberían aislarse rápidamente para evitar la exposición a otros animales.
Las condiciones sanitarias son importantes, especialmente en las perreras o donde se aloja un gran número de perros. Las heces deben eliminarse con frecuencia y debe evitarse la contaminación fecal del pienso y del agua. Los lugares de ejercicio, jaulas y utensilios deben desinfectarse a diario. No se debe alimenta ra los animales con carne cruda. El control de los insectos también es importante.
Consulte también el contenido para veterinarios sobre la coccidiosis.
Giardiasis
La giardiasis es una infección protozoaria intestinal a largo plazo causada por especies de Giardia. Se observa en todo el mundo en la mayoría de los mamíferos domésticos y silvestres, en muchas aves y en las personas. La infección es común en perros. Se ha descrito que Giardia se puede encontrar hasta en el 39 % de las muestras fecales de perros de compañía y de refugios, con una tasa de infección más elevada en animales jóvenes.
Los protozoos de Giardia viven en el intestino delgado, donde se adhieren y se multiplican. Producen quistes que se excretan en las heces. La transmisión se produce cuando un perro ingiere estos quistes, ya sea por contacto con un perro infectado o por un ambiente contaminado. La excreción de quistes por un perro infectado puede ser continua durante varios días y semanas, pero a menudo es intermitente. Actualmente no está claro si la misma especie de Giardia puede infectar tanto a los animales domésticos como a las personas. Parece que algunas especies de Giardia afectan a una diversidad de mamíferos, mientras que otras infectan a una sola especie.
La infección por Giardia en perros a veces no causa signos. En otros casos provoca pérdida de peso y diarrea de larga duración, que puede ser continua o intermitente, sobre todo en los cachorros. Las heces suelen ser blandas, mal formadas, pálidas y fétidas. La diarrea acuosa es poco habitual y no suele haber sangre en las heces. A veces se producen vómitos. La giardiasis produce malabsorción de nutrientes y debe distinguirse de otras afecciones que también afectan a la capacidad del perro para absorber los nutrientes adecuadamente. El diagnóstico se suele hacer mediante la identificación de quistes de Giardia o antígenos de Giardia en muestras de heces.
Para tratar la giardiasis, su veterinario probablemente le recetará un fármaco o una combinación de fármacos que sean eficaces contra los protozoos. En algunos países hay una vacuna disponible para perros. Algunos estudios indican que la vacuna puede reducir los signos, así como el número y la duración del tiempo que los quistes se excretan al medio ambiente.
Los quistes de Giardia en las heces son una fuente de infección y reinfección para los perros, especialmente los que se encuentran en condiciones de hacinamiento, como las perreras. La pronta retirada de las heces de jaulas, zonas de ejercicio y patios limita la contaminación ambiental. Los quistes se inactivan con desinfectantes, como los compuestos de amonio cuaternario, la lejía doméstica (1 parte de lejía por 16 o 32 partes de agua), el vapor y el agua hirviendo. Para aumentar la eficacia del tratamiento con desinfectantes, las soluciones deben dejarse de 5 a 20 min antes de enjuagar las superficies de la perrera o las zonas de ejercicio. La desinfección de los patios o corrales de hierba es imposible, y estas zonas deben considerarse contaminadas durante al menos un mes después de que los perros infectados hayan tenido acceso por última vez. Los quistes son sensibles a la desecación, por lo que hay que dejar que las zonas se sequen bien después de limpiar. Enjabonar y aclarar bien a los perros puede ayudar a eliminar los quistes del pelo.
Los perros pueden infectarse ocasionalmente por un tipo de Giardia que también infecta a las personas. Las heces de los perros deben eliminarse rápidamente. Es importante lavarse las manos correctamente después de manipular animales infectados o sus heces.
Consulte también el contenido para veterinarios sobre la giardiasis.