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Trastornos de la glándula tiroides en los perros

PorDeborah S. Greco, DVM, PhD, DACVIM-SAIM;David Bruyette, DVM, DACVIM;Robert J. Kemppainen, DVM, PhD;Mark E. Peterson, DVM, DACVIM-SAIM;Janice E. Kritchevsky, VMD, DACVIM-LAIM
Revisado/Modificado jun 2018

La glándula tiroides es una glándula bilobulada en el cuello. Produce hormonas que contienen yodo, las más importantes de las cuales son T3 y T4 , que afectan a muchos procesos en el organismo. En general, las hormonas tiroideas regulan la tasa metabólica, o la velocidad a la que los procesos del organismo "funcionan". Una cantidad insuficiente de hormonas hace que los procesos del organismo sean lentos. Demasiada hace que funcionen demasiado rápido.

La secreción de hormona tiroidea está regulada por una cadena de acontecimientos que se inicia en el hipotálamo. El hipotálamo secreta hormona liberadora de tirotropina, que actúa sobre la hipófisis estimulándola para que secrete hormona estimulante de la tiroides, que a su vez actúa sobre la glándula tiroides estimulándola a secretar T3 y T4.

Las hormonas tiroideas actúan en muchos procesos celulares diferentes. Algunas de sus acciones ocurren en minutos u horas, mientras que otras tardan varias horas o más. Las hormonas tiroideas en cantidades normales trabajan junto con otras hormonas, como la hormona del crecimiento y la insulina, para formar tejidos. Sin embargo, cuando se secretan en exceso, pueden contribuir a la degradación de proteínas y tejidos.

Hipotiroidismo

En el hipotiroidismo, la disminución de los niveles de hormonas tiroideas da lugar a una tasa metabólica más lenta. Más del 95 % de los casos de hipotiroidismo en perros están causados por la destrucción de la propia glándula tiroides. Otra causa es un tumor de la hipófisis, que por lo general también causa deficiencias de otras hormonas hipofisarias. En raras ocasiones, los perros pueden nacer con una glándula tiroides que no se desarrolla o no funciona normalmente. Los cachorros que nacen con un trastorno hipofisario, como el enanismo hipofisario, también pueden tener hipotiroidismo.

El hipotiroidismo es más frecuente en perros de 4-10 años. Suele afectar a las razas de tamaño mediano o grande y es infrecuente en las razas toy y miniatura. Las razas más afectadas son el Golden Retriever, el Doberman Pinscher, el Setter Irlandés, el Schnauzer miniatura, el Teckel, el Cocker Spaniel y el Airedale Terrier. El hipotiroidismo se produce por igual en machos y hembras, pero las hembras esterilizadas pueden tener un riesgo mayor que los perros no esterilizados.

Dado que la deficiencia de la hormona tiroidea afecta al funcionamiento de todos los sistemas y aparatos, los signos varían. La mayoría de los signos están directamente relacionados con la ralentización del metabolismo, que se traduce en torpeza mental, letargo, falta de voluntad o incapacidad para hacer ejercicio y aumento de peso sin aumento del apetito. Algunos perros tienen problemas para mantenerse calientes y buscan fuentes de calor. Son frecuentes los cambios en la piel y el pelo, como la sequedad, la muda excesiva, el retraso en el crecimiento del pelo y el adelgazamiento o la pérdida de pelo (por lo general con el mismo patrón en ambos lados), a veces asociados a un aumento de la pigmentación sobre los puntos de desgaste. En los casos más graves, la piel puede engrosarse, especialmente en la frente y la cara, dando lugar a un aspecto hinchado y a pliegues cutáneos engrosados sobre los ojos. Esta hinchazón, junto con una ligera caída del párpado superior, da a algunos perros una expresión facial "trágica".

En raras ocasiones, los trastornos neurológicos, que incluyen un esófago dilatado (megaesófago), parálisis de la laringe y de los nervios faciales y mareos intensos (enfermedad vestibular), pueden asociarse con hipotiroidismo. Desafortunadamente, estos signos pueden no resolverse con tratamiento. En casos raros, el hipotiroidismo grave también puede inducir un coma.

En los perros no esterilizados, el hipotiroidismo puede producir diversos trastornos reproductivos. Las hembras pueden tener ciclos de celo irregulares o no tenerlos y volverse infértiles, o la supervivencia de la camada puede ser escasa. Los machos pueden tener falta de libido, testículos pequeños, bajo recuento de espermatozoides o infertilidad.

Durante el periodo fetal y en los primeros meses de vida, las hormonas tiroideas son cruciales para el crecimiento y el desarrollo del esqueleto y del sistema nervioso central. Los animales que nacen con deficiencia tiroidea o que la desarrollan temprano en la vida a menudo muestran enanismo y deterioro del desarrollo mental. También puede detectarse un agrandamiento de la glándula tiroides, dependiendo de la causa del hipotiroidismo.

El diagnóstico preciso del hipotiroidismo requiere una evaluación minuciosa de los signos y varias pruebas de laboratorio, incluida la demostración de concentraciones séricas bajas de hormonas tiroideas (especialmente T4). Debido a que otras enfermedades pueden tener signos similares y disminuir el nivel de T4 en la sangre, su veterinario puede necesitar realizar pruebas adicionales, como análisis de sangre rutinarios, pruebas de anticuerpos, administración de hormona estimulante de la tiroides, ecografía o gammagrafía de la glándula tiroides, o un ensayo con un fármaco terapéutico. Ciertas razas, como los Galgos, los Lebreles Escoceses o los perros de trineo de Alaska suelen tener niveles sanguíneos de T4 más bajos que otras razas. Además, algunos fármacos, como los glucocorticoides, pueden reducir los niveles sanguíneos de T4.

El tratamiento implica aumentar o reemplazar la hormona tiroidea que falta. La tiroxina (T4) es la hormona tiroidea de sustitución más utilizada en los perros. El éxito del tratamiento puede medirse por la mejora de los signos. Por lo general, el tratamiento debe probarse durante 4-8 semanas antes de poder evaluar cualquier cambio en el pelo y el peso corporal. También se controlan las concentraciones séricas de la hormona tiroidea para determinar si es necesario ajustar la dosis de esta. Una vez estabilizada la dosis, los niveles de hormonas tiroideas suelen controlarse una o dos veces al año. El tratamiento suele ser de por vida. Si su perro no mejora mientras toma la medicación para la tiroides, el culpable podría ser otro trastorno y habría que realizar más pruebas.

Hipertiroidismo

El hipertiroidismo está causado por un exceso de hormonas tiroideas, T3 y T4. Los signos comprenden pérdida de peso, aumento del apetito, excitabilidad, aumento de la sed y de la micción, vómitos, diarrea y aumento de la frecuencia cardiaca, todos los cuales reflejan un aumento de la tasa metabólica. El hipertiroidismo es mucho más frecuente en gatos que en perros. Cuando ocurre en perros, la causa más probable es el cáncer maligno de la glándula tiroides (carcinoma de tiroides). El tratamiento del cáncer de tiroides y del hipertiroidismo en perros depende del tamaño del tumor, de la cantidad de tejido afectado y de la presencia de metástasis (diseminación del cáncer a otras localizaciones del organismo). La cirugía, la radioterapia o el yodo radiactivo son posibles opciones de tratamiento. Los medicamentos pueden mejorar los signos del hipertiroidismo, pero no tratarán un tumor subyacente. Dado que el hipertiroidismo casi siempre se asocia con el cáncer de tiroides, el pronóstico a largo plazo es malo.

Para más información

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