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Trastornos de las glándulas adrenales en los perros

PorDeborah S. Greco, DVM, PhD, DACVIM-SAIM;David Bruyette, DVM, DACVIM;Robert J. Kemppainen, DVM, PhD;Mark E. Peterson, DVM, DACVIM-SAIM;Janice E. Kritchevsky, VMD, DACVIM-LAIM
Revisado/Modificado jun 2018

Las glándulas adrenales se localizan justo delante de los riñones. La glándula adrenal tiene dos partes: la corteza y la médula.

La corteza adrenal se subdivide en tres capas, y cada capa produce un conjunto diferente de hormonas esteroideas. La capa externa produce los mineralocorticoides, que ayudan a controlar el equilibrio de las sales de sodio y potasio del organismo. La capa intermedia produce glucocorticoides, que intervienen en la metabolización de los nutrientes y en la reducción de la inflamación y las respuestas inmunitarias. La capa interna produce hormonas sexuales como el estrógeno, la progesterona y los andrógenos.

La médula adrenal desempeña un papel importante en la respuesta al estrés o al bajo nivel de azúcar en sangre (glucosa). Libera epinefrina (a veces también llamada adrenalina) y norepinefrina, que aumentan el gasto cardiaco, la presión arterial y la glucosa en sangre, y ralentizan la digestión.

Enfermedad de Cushing

La enfermedad de Cushing, también llamada hiperadrenocorticismo, es una enfermedad endocrina común en perros adultos y mayores. Los signos resultan principalmente del exceso crónico de la hormona cortisol. El aumento de los niveles de cortisol en los perros puede ser el resultado de uno de varios mecanismos. La causa más común (85-90 % de los casos) es un tumor en la hipófisis. El tumor hipofisario produce una hormona que desencadena un desarrollo excesivo de la glándula adrenal. Menos común (10-15 % de los casos) es un tumor en las propias glándulas adrenales. El uso prolongado de fármacos corticoesteroides (p. ej., para disminuir la inflamación o tratar un trastorno inmunitario) también puede causar signos de la enfermedad de Cushing ( ver Enfermedad de Cushing).

Enfermedad de Addison

La enfermedad de Addison, también llamada hipoadrenocorticismo, está causada por una deficiencia de las hormonas de las glándulas adrenales. Es más común en perros jóvenes o de mediana edad. La causa por lo general no se conoce, pero es probable que exista una afección autoinmunitaria en la que el organismo destruye parte de su propio tejido. La glándula adrenal también puede ser destruida por otras afecciones, incluidos los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad de Cushing y el cáncer en otras partes del organismo. Se reduce la secreción de aldosterona, la principal hormona mineralocorticoide, lo que afecta a los niveles de potasio, sodio y cloro en la sangre. El potasio se acumula gradualmente en la sangre y, en casos graves, puede hacer que el corazón se ralentice o lata irregularmente. Algunos perros tienen una frecuencia cardiaca tan lenta (50 latidos por minuto o menos) que pueden debilitarse o entrar en shock. La disminución de la producción de glucocorticoides (como el cortisol) da lugar a un nivel de azúcar en sangre moderadamente bajo. Los perros con enfermedad de Addison atípica pueden tener niveles sanguíneos bajos de cortisol, pero niveles normales de sodio, potasio y cloro.

Los signos de la enfermedad de Addison incluyen episodios repetidos de vómitos y diarrea, pérdida de apetito, deshidratación y pérdida gradual de la condición corporal. La pérdida de peso suele ser grave. Aunque los signos pueden ser difíciles de identificar mientras se desarrolla la enfermedad de Addison, se pueden desarrollar repentinamente consecuencias graves, como shock e indicios de insuficiencia renal. La afección puede ser hereditaria en Caniches estándar, West Highland White Terriers, Gran Daneses, Collies Barbudos, Perros de Aguas Portugueses y una variedad de otras razas. Aunque la enfermedad se puede observar en cualquier raza, sexo o edad, es más común en perros jóvenes, hembras y adultos.

Un veterinario puede hacer un diagnóstico tentativo basado en la anamnesis, los signos y ciertas anomalías de laboratorio, como niveles muy bajos de sodio y niveles muy altos de potasio en la sangre. El diagnóstico se confirma mediante una evaluación específica de la función adrenal. Esto se hace midiendo el nivel de cortisol en la sangre, se trata al perro con adrenocorticotropina (una hormona que estimula la glándula adrenal en animales sanos) y se vuelve a medir el nivel de cortisol en la sangre. Los perros afectados tienen niveles bajos de cortisol de referencia, y hay poca respuesta a la administración de adrenocorticotropina.

Una crisis adrenal es una urgencia médica y requiere tratamiento con fluidos intravenosos para restaurar los niveles de líquidos corporales, sal y azúcar a la normalidad. El tratamiento de reemplazo hormonal a menudo se puede iniciar mientras se está estabilizando a la mascota. Los valores de laboratorio se controlan regularmente para evaluar la respuesta al tratamiento y ajustar las dosis si es necesario. Para el tratamiento a largo plazo, las hormonas de reemplazo se pueden administrar por la boca o en inyección. El tratamiento de por vida no es necesario.

Feocromocitomas

Los feocromocitomas son tumores de la médula adrenal que son capaces de secretar epinefrina (adrenalina), norepinefrina o ambas. A menudo no hay signos, y el tumor se encuentra por casualidad durante el tratamiento de otras afecciones. Cuando los signos están presentes, pueden incluir un aumento de la sed y la micción, un aumento de la frecuencia cardiaca, inquietud y un abdomen distendido. El diagnóstico se suele basar en los signos y la ecografía. El tratamiento implica la cirugía (si es posible) y manejo de la presión arterial alta. Otros tumores de las glándulas adrenales, como los neuroblastomas y los ganglioneuromas, pueden desarrollarse a partir de las células nerviosas.

Para más información

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