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Tumores del sistema inmunitario en los perros

PorIan Rodney Tizard, BVMS, BSc, PhD, DSc (Hons), DACVM
Revisado/Modificado jun 2018

El cáncer se produce cuando las células crecen fuera de control. Esto puede suceder con las células del sistema inmunitario. Las células tumorales no suelen realizar funciones normales, lo que produce inmunodeficiencias.

El sistema inmunitario normal requiere un aumento rápido del crecimiento de linfocitos para combatir a los invasores extraños. En ocasiones, sin embargo, este aumento en el crecimiento de los linfocitos puede ser incontrolado y puede conducir a la producción de células mutadas, lo que causa un tipo de cáncer llamado linfoma. El linfoma es uno de los tumores más habituales en perros. Los Boxers, los Basset Hounds y los Rottweilers muestran predisposición a desarrollar linfomas, que afectan principalmente a los perros de mediana edad y mayores. Los linfomas pueden aparecer en los nódulos linfáticos, bazo, tórax, hígado, riñones, tracto digestivo, sangre, piel y otros órganos.

Los signos del linfoma están relacionados con la localización del tumor o tumores. La mayoría de los tumores se desarrollan en los nódulos linfáticos, lo que hace que se hinchen. Si un perro tiene muchos tumores en todo el cuerpo, puede observarse fiebre, letargo y debilidad. La forma gastrointestinal a menudo se acompaña de vómitos, diarrea, estreñimiento, dolor abdominal, pérdida de peso y falta de apetito. Los signos de la forma torácica del linfoma incluyen dificultad para respirar y tonos cardiacos apagados. La forma cutánea tiene varios signos diferentes, incluyendo bultos únicos o múltiples en la piel o la boca. El linfoma también puede aparecer como placas escamosas en todo el cuerpo.

El linfoma se puede diagnosticar con una combinación de análisis de sangre, biopsias y ecografía. El tratamiento del linfoma canino a menudo incluye quimioterapia, por lo general con una combinación de fármacos. Los efectos adversos de la quimioterapia incluyen vómitos, diarrea, falta de apetito y fiebre. La pérdida de pelo como efecto adverso de la quimioterapia no se produce en perros. Su veterinario puede aconsejarle sobre el tratamiento más adecuado para su perro. Las tasas de supervivencia de los perros con linfoma varían según el tipo de tumor, los factores del paciente y el tipo de tratamiento. Más del 90 % de los pacientes con linfoma de los nódulos linfáticos entrarán en remisión con la quimioterapia. Sin embargo, el linfoma gastrointestinal puede ser más difícil de tratar. También se ha demostrado que la radiación y la extirpación quirúrgica son eficaces para ciertos tipos de linfoma.

Localización de los nódulos linfáticos en el perro

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