Tanto en los animales como en las personas, la fiebre puede indicar una infección, una inflamación, una enfermedad inmunomediada o un cáncer. Para determinar la causa de la fiebre son necesarias una historial clínica, una exploración física y, a veces, pruebas de laboratorio u otras pruebas diagnósticas. A menudo, la fiebre se resuelve por sí sola o en respuesta al tratamiento antibiótico. Sin embargo, en un pequeño porcentaje de animales, la fiebre continúa o vuelve y no se puede determinar la causa. Esto se llama fiebre de origen desconocido. En los perros, las causas más comunes de fiebre de origen desconocido son las infecciones, las enfermedades inmunomediadas y el cáncer.
Regulación de la temperatura corporal
La temperatura corporal está regulada por un área del cerebro llamada hipotálamo. El hipotálamo actúa como un termostato para mantener la temperatura lo más cerca posible de lo normal, y pone en marcha actividades en el cuerpo que influyen en la producción de calor, la pérdida de calor y la ganancia de calor. En la fiebre verdadera, el termostato se restablece a una temperatura más alta.
En ciertas afecciones, como la insolación, las convulsiones o la hipertermia maligna, la temperatura corporal aumenta por encima del rango normal, pero no se considera una fiebre verdadera, ya que el termostato no se reinicia. Dependiendo de su gravedad, estas afecciones pueden dar lugar a temperaturas corporales peligrosamente altas de 41,1 °C o mayores. En comparación, la mayoría de los enfermos con fiebre verdadera tienen una temperatura corporal de 39,5-41,1 °C.
Diagnóstico
El diagnóstico de la fiebre de origen desconocido puede requerir mucho tiempo y paciencia y exigir numerosas pruebas diagnósticas.
Los esfuerzos diagnósticos iniciales incluyen la obtención de los antecedentes y la realización de una exploración física detallada, así como exámenes oculares y neurológicos. Se revisará el estado de vacunación, el control de parásitos, el historial de viajes, la respuesta a los medicamentos previos y la presencia de enfermedad en otros animales (incluidas las personas). Las pruebas de laboratorio iniciales incluyen análisis de sangre completos, análisis de orina, un cultivo de orina y, por lo general, radiografías de tórax y abdomen.
Para mayores esfuerzos diagnósticos, puede ser necesario repetir algunas pruebas iniciales (en especial la exploración física) y pueden ser necesarias pruebas más especializadas, según los resultados de las pruebas iniciales o para investigar más específicamente las causas conocidas más comunes de fiebre de origen desconocido. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre adicionales, pruebas especializadas para enfermedades infecciosas, extracción y análisis de líquido articular, ecografía de abdomen, tórax o corazón, aspiración o biopsias de médula ósea, nódulos linfáticos u otros tejidos para examinar las células de estos tejidos, análisis y cultivos bacterianos de varios líquidos corporales, radiografías de los huesos, articulaciones o médula espinal, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM); o cirugía exploratoria.
Tratamiento
En algunos casos de fiebre de origen desconocido no se puede encontrar un diagnóstico específico, o se interrumpen las pruebas diagnósticas, y se prueban diferentes tratamientos sin un diagnóstico. Las opciones incluyen antibióticos, antifúngicos y antiinflamatorios o inmunosupresores. Aunque el tratamiento de prueba puede resolver los signos clínicos o puede confirmar un diagnóstico tentativo, también puede conllevar un riesgo significativo, y es necesario un seguimiento cuidadoso.
En la fiebre verdadera, la temperatura corporal elevada está siendo regulada por el organismo, por lo que los métodos de enfriamiento, como los baños de agua, funcionan en contra de los propios mecanismos de regulación del organismo. También es probable que la propia fiebre tenga algunos efectos beneficiosos, sobre todo en las enfermedades infecciosas. No obstante, la fiebre puede provocar pérdida de apetito, pérdida de energía y deshidratación. Por ello, los animales con fiebre de origen desconocido pueden beneficiarse de la fluidoterapia intravenosa o del uso de medicamentos para reducir la fiebre.
Para más información
Consulte también el contenido para veterinarios sobre la fiebre de origen desconocido.