La hipertermia maligna se observa sobre todo en los cerdos, pero también se ha registrado en perros (especialmente Galgos), gatos y caballos. Este síndrome se caracteriza por una temperatura corporal anormalmente elevada y una contracción muscular que puede producir potencialmente la muerte. Un aumento rápido y repentino de la temperatura corporal puede ir seguido de rigidez muscular, latidos cardiacos muy rápidos e irregulares, aumento de la frecuencia respiratoria, coloración azulada de la piel y las membranas mucosas, presión arterial inestable, acumulación de líquido en los pulmones, alteración de la coagulación sanguínea, insuficiencia renal y muerte. La hipertermia maligna se ha descrito en Pointers, Galgos, Labradores Retrievers, San Bernardos, Springer Spaniels, Bichones Frisé, Golden Retrievers y Border Collies.
La hipertermia maligna se desencadena en animales sensibles por la excitación, la aprensión, el ejercicio o el estrés ambiental. La administración de ciertos anestésicos o fármacos específicos que afectan a los sistemas neurológico y muscular también desencadena sistemáticamente hipertermia maligna en animales sensibles.
El diagnóstico se basa en el desarrollo de los signos clínicos en un animal expuesto a un agente anestésico o que participa en algún acontecimiento estresante. Los signos pueden desarrollarse lenta o rápidamente. Los animales que no están bajo anestesia pueden mostrar una respiración con la boca abierta y un aumento de la frecuencia respiratoria, seguido de una interrupción temporal de la respiración. En los animales de color claro puede observarse el escaldado y el enrojecimiento de la piel, seguidos de manchas azules. La temperatura corporal aumenta rápidamente y puede alcanzar los 45 °C.
Las pruebas de laboratorio se han desarrollado para ayudar a identificar animales sensibles a la hipertermia maligna, pero no son útiles para el diagnóstico de hipertermia maligna en una crisis súbita.
Tratamiento y prevención
Por lo general, los episodios de hipertermia maligna aparecen repentinamente y son muy graves. Si la afección se reconoce pronto en un animal bajo anestesia, las medidas de apoyo pueden salvar al animal. Un medicamento llamado dantroleno también puede ser eficaz. Desafortunadamente, independientemente del tratamiento, la hipertermia maligna a menudo es mortal.
El estrés se debe minimizar para prevenir episodios de hipertermia maligna en animales individuales. Si un animal del que se sospecha que es susceptible de sufrir hipertermia maligna (o que ha sobrevivido a un episodio previo) necesita anestesia y cirugía, se deben tomar ciertas precauciones. Estas incluyen administrar dantroleno antes de la anestesia y evitar ciertos agentes anestésicos. Ciertos anestésicos locales también son seguros. Todos los procedimientos deben ser lo más breves posible porque la hipertermia maligna se produce con mayor frecuencia cuando el animal ha estado anestesiado durante más de 1 hora. Aunque estas precauciones no pueden prevenir la hipertermia maligna, pueden reducir las posibilidades de que se desarrolle una crisis.
Siempre que se sospeche un caso de hipertermia maligna, se debe informar a los propietarios de hermanos y criadores si es posible. Sin embargo, la hipertermia maligna no siempre está relacionada con una línea de pedigrí.
Consulte también el contenido para veterinarios sobre la hipertermia maligna.