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Glaucoma en los perros

PorKirk N. Gelatt, VMD, DACVO
Última revisión/modificación jun 2018

    Los perros, como las personas, pueden desarrollar glaucoma. El glaucoma se produce cuando un desequilibrio en la producción y el drenaje de líquido en el ojo (humor acuoso) provoca una acumulación de líquido que aumenta la presión ocular hasta niveles poco saludables. El aumento de la presión puede causar la destrucción de la retina y del disco óptico (el punto donde el nervio óptico entra en el ojo). El glaucoma de ángulo abierto es un desarrollo indoloro y gradual de puntos ciegos o pérdida de visión durante un largo periodo de tiempo. El glaucoma de ángulo cerrado es un aumento súbito de la presión ocular con dolor intenso, enrojecimiento y pérdida de la visión. El glaucoma se da en aproximadamente el 1,7 % de los perros de América del Norte. La frecuencia de glaucoma con predisposición de raza en ambos ojos en los perros de raza pura es la más alta de todas las especies animales, excepto la humana.

    La mayoría de los perros con glaucoma precoz o moderado a largo plazo no acuden al veterinario porque los primeros signos (pupilas entre lentas y ligeramente dilatadas, congestión leve de las venas de la conjuntiva y aumento de tamaño precoz del ojo) son tan sutiles que los propietarios no son conscientes de los cambios. Para detectar el glaucoma precoz, un veterinario usa un instrumento llamado tonómetro para medir la presión dentro del ojo. Esto suele hacerse en las razas de perros de alto riesgo como parte de la exploración física general. Los perros con glaucoma súbito y grave suelen tener una presión ocular muy elevada, una pupila dilatada, inmóvil o de movimiento lento, enrojecimiento en el blanco de los ojos, hinchazón y decoloración de la córnea y un globo ocular duro.

    Los aumentos prolongados de la presión dentro del ojo pueden provocar el agrandamiento del globo ocular, el desplazamiento del cristalino y roturas de una membrana de la córnea. El dolor suele manifestarse en forma de cambios de comportamiento y de dolor ocasional alrededor del ojo, más que por un guiño espasmódico.

    Si su perro muestra algún signo de glaucoma, debe ser examinado por un veterinario inmediatamente. Hay varios instrumentos que un veterinario puede utilizar para evaluar y tratar el glaucoma. La elección del tratamiento médico o quirúrgico o, con mayor frecuencia, una combinación de ambos, depende del tipo de glaucoma presente. Es importante disminuir la presión dentro del ojo tan rápido como sea posible para minimizar el daño. A menudo se recetan medicamentos que pueden extraer el líquido del ojo y otros que disminuyen la producción de líquido. Una vez que se baja la presión, debe estabilizarse para evitar problemas futuros. Los perros con glaucoma en fase terminal con un ojo ciego agrandado pueden necesitar una cirugía para aliviar el dolor. Su veterinario podrá sugerirle el tratamiento médico y/o quirúrgico adecuado para su mascota. La mayoría de los glaucomas requieren un tratamiento a largo plazo.

    Consulte también el contenido para veterinarios sobre el glaucoma.