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Trastornos de la retina, coroides y disco óptico (fondo ocular) en los perros

PorKirk N. Gelatt, VMD, DACVO
Revisado/Modificado jun 2018

El fondo ocular es la parte posterior del ojo opuesta a la pupila e incluye la retina, la membrana (la coroides) entre la retina y el blanco del ojo y el disco óptico. Las enfermedades del fondo de ojo pueden aparecer solas o como parte de enfermedades generalizadas. Las anomalías hereditarias, los traumatismos, las alteraciones metabólicas, las infecciones generalizadas, los tumores, los trastornos sanguíneos, la hipertensión arterial y las deficiencias nutricionales son posibles causas subyacentes de las enfermedades de la retina en todas las especies.

Enfermedades hereditarias de la retina

Las anomalías hereditarias pueden ser congénitas o aparecer más tarde y son importantes en el desarrollo de enfermedades de la retina en los perros.

Anomalías oculares en Collies

La anomalía ocular del Collie es un defecto ocular hereditario presente al nacer en diversos grados en los Collies de pelo largo y corto. También se observa en Pastores de Shetland, Border Collies, Pastores Australianos, Lancashire Heelers, Whippets de pelo largo, Boykin Spaniels y Retrievers de Nueva Escocia. La principal anomalía es un área de la coroides o la retina y la coroides que no se desarrolla completamente. Los perros más gravemente afectados también pueden tener anomalías cerca de donde el nervio óptico entra en el ojo, y algunos tendrán desprendimiento de retina. Pueden producirse roturas de vasos sanguíneos dentro del ojo. La visión no se ve afectada de forma notable, a menos que se produzca un desprendimiento de retina. Existe una prueba genética para confirmar la presencia de la enfermedad o identificar a los perros portadores que podrían transmitir la enfermedad a sus cachorros.

Desarrollo anormal de la retina (displasia retiniana)

Un desarrollo anormal de la retina, llamado displasia retiniana, está presente al nacimiento y puede surgir de un traumatismo, un defecto genético o un daño que se produce mientras se está en el útero. En el perro, la mayoría de las formas de displasia retiniana son hereditarias. Las infecciones víricas de la madre (p. ej., el herpesvirus en los perros), especialmente durante el desarrollo fetal temprano, pueden dar lugar a muchas anomalías oculares con displasia retiniana en cachorros. Se cree que la displasia retiniana es hereditaria en el Cocker Spaniel Americano, Beagle, Labrador Retriever, Rottweiler y Yorkshire Terrier. Las áreas pequeñas de displasia retiniana pueden no causar ningún signo o pueden interferir en la visión. La displasia retiniana generalizada con desprendimiento de retina, alteración visual o ceguera es hereditaria en el Springer Spaniel Inglés, Bedlington Terrier, Sealyham Terrier, Labrador Retriever, Doberman Pinscher y Pastor Australiano. Otras anomalías oculares, como ojos anormalmente pequeños y cataratas que están presentes al nacimiento, a menudo se producen junto con las formas generalizadas de displasia retiniana. En el Labrador Retriever y el Samoyedo, la displasia retiniana puede estar asociada con acortamiento anormal de las extremidades anteriores.

Atrofia progresiva de la retina

La atrofia progresiva de la retina es el nombre de un grupo de enfermedades que causan degeneración de la retina. Esto incluye anomalías hereditarias de las células sensibles a la luz (displasia fotorreceptora) y degeneraciones que presentan signos similares. Las displasias hereditarias de los fotorreceptores en las que los signos se desarrollan en el primer año se dan en Setter Irlandeses, Collies, Cazadores de Alces Noruegos, Schnauzers miniatura y Pastores Belgas. Las degeneraciones hereditarias de los fotorreceptores, en las que los signos se desarrollan entre los 3 y los 5 años, se dan en Caniches miniatura y toy, Cocker Spaniels Ingleses y Americanos, Labradores Retriever, Terriers Tibetanos, Spaniels Tibetanos, Papillons, Springer Spaniels Ingleses, Teckels miniatura de pelo largo, Akitas y Samoyedos. La atrofia progresiva de la retina también se hereda en los Huskies Siberianos y los Bull Mastiffs. También se sospecha que muchas otras razas de perros tienen atrofia progresiva de la retina hereditaria.

El primer signo de atrofia progresiva de la retina suele ser la ceguera nocturna. Esto progresa a ceguera total durante un periodo que varía de meses a años. Las cataratas son frecuentes al final del curso de la atrofia progresiva de la retina en muchas razas y pueden enmascarar la enfermedad subyacente de la retina. Su veterinario examinará la parte posterior del ojo para buscar cambios retinianos compatibles con una atrofia progresiva de la retina. La afección se puede confirmar mediante una prueba especializada que mide las respuestas eléctricas del ojo (electrorretinografía). No existe ningún tratamiento eficaz, aunque se han desarrollado pruebas de ADN para detectar a los perros portadores y afectados antes de que se desarrollen los signos en muchas razas.

Distrofia epitelial pigmentaria retiniana (atrofia retiniana progresiva central)

Este tipo de degeneración retiniana se da en el Labrador Retriever, el Collie de pelo largo y pelo corto, el Border Collie, el Pastor de Shetland y el Pastor de Brie. La afección es hereditaria en el Labrador Retriever. En muchos casos, los exámenes oculares precoces pueden detectar esta enfermedad antes de que los signos sean aparentes. La pérdida progresiva de la visión se produce gradualmente en el transcurso de varios años. La formación de cataratas se produce al final de la enfermedad. No existe tratamiento. Los estudios recientes sugieren que los trastornos sistémicos de la vitamina E también pueden ser importantes en el desarrollo de este complejo de enfermedades.

Inflamación de la retina y la coroides (coriorretinitis)

La inflamación de la retina y la coroides es con frecuencia el resultado de una infección generalizada que afecta a muchas áreas del organismo. A menos que las anomalías sean generalizadas o afecten al nervio óptico, suelen pasar desapercibidas para los propietarios. La inflamación de la retina y la coroides puede estar presente con el moquillo canino (una enfermedad vírica), infecciones fúngicas, la prototecosis (una enfermedad por algas), la toxoplasmosis (una enfermedad causada por un microorganismo parasitario), la tuberculosis y septicemias bacterianas (infecciones de la sangre por microorganismos tóxicos). El tratamiento se dirige a la enfermedad sistémica que causa la inflamación.

Es importante asegurarse de que su mascota reciba exámenes oculares de rutina. Estos exámenes son importantes porque a menudo pueden ayudar a diagnosticar muchas enfermedades generalizadas de forma rápida y precisa.

Desprendimientos de retina

Cuando la retina se desprende, se separa de la parte posterior del ojo y de parte de su aporte sanguíneo, impidiendo que funcione correctamente. En los perros, los desprendimientos de retina se asocian con trastornos retinianos presentes al nacimiento (displasia retiniana y anomalía ocular del Collie), inflamación de la retina y coroides (coriorretinitis), lesiones y otros traumatismos, cirugía ocular y ciertos tumores.

Los signos de que la retina se ha desprendido incluyen una dilatación excesiva o prolongada de la pupila, pupilas de diferentes tamaños, deterioro de la visión y sangrado dentro del ojo. Se deben realizar exámenes oculares para confirmar el diagnóstico.

Los desprendimientos de retina se tratan médicamente con terapia dirigida a la enfermedad primaria o quirúrgicamente para corregir el desprendimiento. La degeneración de la retina puede estar presente en las zonas reinsertadas. Su veterinario seleccionará el enfoque de tratamiento más apropiado para la afección de su mascota.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre el fondo de ojo.