Trastornos de los párpados en los perros

El entropión es el giro hacia adentro de los bordes del párpado, de modo que las pestañas y el pelo rozan la superficie del ojo. Es el defecto hereditario más frecuente de los párpados en muchas razas de perros. También puede aparecer después de la formación de cicatrices y un guiño involuntario grave debido al dolor en el ojo o en el área circundante. El giro hacia adentro de las pestañas o de los pelos faciales causa malestar e irritación de la conjuntiva y la córnea. El entropión a largo plazo puede causar cicatrices, coloración anormal y posiblemente la formación de úlceras de curación lenta en la córnea.

Los primeros espasmos del entropión pueden revertirse si se elimina la causa o si se alivia el dolor. Retirar las pestañas hacia atrás con suturas en el párpado, inyectar medicamentos en el párpado cerca del área donde el párpado está girando hacia adentro o usar anestésicos para bloquear los nervios de los párpados son algunos de los métodos que se han utilizado para disminuir el dolor. Los cachorros muy jóvenes con esta afección a veces pueden tratarse con suturas temporales que se retiran en 2-3 semanas. El entropión establecido suele necesitar cirugía para corregir el defecto.

El ectropión es la eversión de una parte del borde del párpado, por lo general con una amplia fisura palpebral. Se trata de una anomalía común que afecta a ambos párpados en varias razas de perros, como el Perro de San Huberto, el Bull Mastiff, el Gran Danés, el Terranova, el San Bernardo y varias razas de Spaniel. Las cicatrices en el párpado o la parálisis del nervio facial pueden producir ectropión en un párpado en cualquier especie. La exposición de la conjuntiva a factores ambientales irritantes y a las infecciones bacterianas secundarias puede causar una conjuntivitis crónica o recidivante (inflamación de la conjuntiva). Los antibióticos tópicos pueden controlar temporalmente las infecciones, pero suelen ser necesarios procedimientos quirúrgicos de acortamiento del párpado para resolver la afección. La limpieza periódica y repetida del párpado afectado con soluciones descongestionantes suaves puede controlar los casos leves. Para proteger la vista de su mascota, siga cuidadosamente el programa de tratamiento de su veterinario.

Ectropión ocular, perro

El lagoftalmos es una incapacidad para cerrar completamente los párpados y proteger la córnea de la desecación y traumatismos. Puede ser el resultado de órbitas extremadamente planas, una afección común en razas con cabezas cortas, anchas y aplanadas (p. ej., razas braquicéfalas, como los Bulldogs y los Carlinos). También puede estar causada por una protrusión anormal del globo ocular debido a una masa en la cuenca del ojo o por parálisis del nervio facial. Las cicatrices, la coloración anormal y la formación de úlceras de cicatrización lenta en la córnea son problemas comunes de esta enfermedad. A menos que pueda corregirse la causa, el tratamiento implica el uso frecuente de pomadas lubricantes y el acortamiento o cierre quirúrgico de los cantos del ojo de forma temporal o permanente. Los pliegues cutáneos nasales excesivos y el pelo facial pueden agravar los daños causados por el lagoftalmos.

Las anomalías de las pestañas incluyen pestañas de más o pestañas mal dirigidas en el borde del párpado. Estas afecciones pueden causar ojos llorosos, desarrollo de vasos sanguíneos en la córnea y úlceras y cicatrices de curación lenta en la córnea. En muchos casos, las pestañas irregulares son muy finas y no causan signos de irritación ni dañan el ojo. Sin embargo, las pestañas en una posición inusual que sobresalen por la parte posterior del párpado pueden causar un dolor intenso. Si las pestañas adicionales causan daño a la córnea o la conjuntiva, puede ser necesario cortar quirúrgicamente o congelar y eliminar los folículos de las pestañas. Las anomalías de las pestañas son comunes en ciertas razas caninas, y probablemente hereditarias.

La inflamación de los párpados puede ser el resultado de la diseminación de una inflamación generalizada de la piel, de la inflamación de la conjuntiva, de infecciones glandulares locales o de irritantes como aceites vegetales o la luz solar. Los hongos, los ácaros o las bacterias pueden infectar los párpados, lo que puede dar lugar a una inflamación generalizada.

Pueden aparecer lesiones por enfermedades inmunomediadas donde se unen la piel y la conjuntiva. El pénfigo es un ejemplo de una enfermedad en la que aparecen grandes ampollas en la piel y las membranas mucosas. El pénfigo a menudo se acompaña de picor o sensación de ardor. Pueden ser necesarios raspados, cultivos y biopsias cutáneas para establecer un diagnóstico preciso. Las infecciones glandulares localizadas pueden ser de corta duración (p. ej., un orzuelo) o de larga duración (p. ej., un absceso de Meibomio).

Cuando la inflamación de los párpados está causada por una afección generalizada, a menudo es necesario el tratamiento de todo el organismo además del tratamiento del ojo. En los casos graves se suele utilizar una terapia de apoyo con compresas calientes y limpiezas frecuentes. Su veterinario le recomendará un programa de tratamiento diseñado para controlar la afección generalizada, hacer que su mascota se sienta más cómoda y tratar la afección ocular. Asegúrese de comprender completamente el programa de tratamiento que recomienda su veterinario. No dude en pedir instrucciones detalladas sobre cualquier colirio u otro medicamento que deba administrar a su mascota. A menudo es útil que el veterinario le haga una demostración de la administración de estos medicamentos.

Consulte también el contenido para veterinarios sobre trastornos del párpado.