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Tularemia (fiebre del conejo) en los perros

PorDana G. Allen, DVM, MSc, DACVIM;Bert E. Stromberg, PhD;J. P. Dubey, MVSc, PhD;Paul Ettestad, DVM, MS;Jodie Low Choy, BVSc, BVMS, IVAS Cert;Joseph Taboada, DVM, DACVIM;Charles O. Thoen, DVM, PhD;John F. Timoney, MVB, PhD;Ian Rodney Tizard, BVMS, BSc, PhD, DSc (Hons), DACVM;Geoffrey W. Smith, DVM, PhD, DACVIM-LAIM;Martin E. Hugh-Jones, VetMB, MPH, PhD, MRCVS;Henry R. Stämpfli, DMV, Dr Med Vet, DACVIM-LAIM;Kate E. Creevy, DVM, MS, DACVIM-SAIM;Gad Baneth, DVM, PhD, DECVCP;Katharine F. Lunn, BVMS, PhD, DACVIM-SAIM;Reinhard K. Straubinger, DrMedVetHabil, PhD;Jodie Low Choy, BVSc, BVMS, IVAS Cert;Manuals Staff;Márcio Garcia Ribeiro, DVM, PhD;Thomas Wittek, Dr Med Vet, DECBHM;Yasuko Rikihisa, PhD;Janet E. Foley, DVM, PhD
Revisado/Modificado jun 2018

    La tularemia es una enfermedad bacteriana que afecta a las personas y a muchas especies de animales silvestres y domésticos. Está causada por toxinas en la sangre producidas por la bacteria Francisella tularensis. La bacteria puede sobrevivir durante semanas o meses en un ambiente húmedo. Existen tres tipos de microorganismos que se diferencian en función de la gravedad de la enfermedad que producen. El tipo A es más probable que cause una enfermedad rápida y grave. Se encuentra con mayor frecuencia en América del Norte. La enfermedad resultante de la infección por el tipo B suele ser leve y se produce más comúnmente como resultado del contacto con artrópodos (garrapatas, pulgas o moscas) que propagan la enfermedad o la ingestión de agua contaminada en América del Norte y Eurasia. El tipo C es el tipo de tularemia menos común y menos grave.

    En los animales domésticos, las ovejas son las que se infectan con mayor frecuencia, pero también se han descrito casos de infección en perros, gatos, cerdos y caballos. Es posible que muchos casos leves no se traten ni se declaren entre las mascotas y el ganado. La infección se produce con mayor frecuencia en el conejo de cola de algodón y la liebres, el castor, la rata almizclera, los topillos de la pradera y las ovejas en América del Norte, y en otros topillos, ratones de campo y lemmings en Europa y Asia. Aunque se encuentra en todos los estados, excepto Hawái, la tularemia es más frecuente en la zona sur y central y oeste de EE. UU. (California, Misuri, Oklahoma, Dakota del Sur y Montana). Los perros parecen ser relativamente resistentes a la bacteria, y las infecciones en perros son raras.

    La enfermedad puede transmitirse de los animales a las personas por varias vías. La forma más común de transmisión a las personas es la picadura de una garrapata infectada. La transmisión directa puede producirse por contacto con tejido húmedo durante el desollado y la preparación de animales de caza. La inhalación de microorganismos en el aire puede causar enfermedad en los pulmones. Otras fuentes de infección incluyen comer carne de caza infectada, poco cocinada y beber agua contaminada. En raras ocasiones, la mordedura de un gato que se ha alimentado recientemente de un animal infectado se ha encontrado como fuente de infección humana.

    Los perros pueden infectarse con tularemia de la misma manera que las personas. Además, los perros pueden infectarse al comer animales muertos.

    En la mayoría de los mamíferos, los signos de enfermedad pueden incluir la infestación por garrapatas, la inflamación de las glándulas, la aparición repentina de fiebre alta, el letargo y la falta de apetito. Otros signos pueden incluir rigidez y movilidad reducida y se asocian con una infección generalizada. El pulso y la frecuencia respiratoria también pueden aumentar, y el animal infectado puede presentar tos, diarrea y micción frecuente. La postración y la muerte pueden producirse en unas pocas horas o días. Pueden ser frecuentes los casos muy leves sin signos.

    Los veterinarios tratan los casos de tularemia con un antibiótico. El tratamiento precoz debería evitar la muerte; sin embargo, puede ser necesario un tratamiento prolongado. El control es difícil y se limita a reducir la infestación por garrapatas y un diagnóstico y tratamiento rápidos. Los animales que se recuperan desarrollan una inmunidad duradera.

    Consulte también el contenido para veterinarios sobre la tularemia.