La eritrocitosis es un aumento en la cantidad de glóbulos rojos en el torrente sanguíneo. La afección también se conoce como policitemia, pero la policitemia también puede implicar un aumento en todos los tipos de células sanguíneas (incluyendo los glóbulos blancos y las plaquetas). La eritrocitosis puede ser relativa, transitoria o absoluta.
La eritrocitosis relativa se produce cuando una disminución en el volumen de plasma (la parte líquida de la sangre) da lugar a un aumento aparente en el número de glóbulos rojos. La policitemia relativa puede estar causada por cualquier cosa que cause pérdida de líquido de la sangre, como la deshidratación por vómitos o diarrea.
La policitemia transitoria es un tipo de policitemia relativa que se produce cuando la excitación o el miedo hacen que el bazo se contraiga, dando lugar a la liberación de un gran número de glóbulos rojos a la circulación. El tratamiento consiste en administrar fluidos al animal y abordar la causa subyacente.
La eritrocitosis absoluta es un aumento real en los números de glóbulos rojos debido a una producción aumentada. Esto puede deberse a un trastorno de la médula ósea en el caso de la eritrocitosis primaria (policitemia vera) o por una liberación excesiva de hormonas que estimulan la producción de glóbulos rojos (eritrocitosis secundaria). Los signos del trastorno incluyen membranas mucosas enrojecidas, tendencia al sangrado, producción de grandes cantidades de orina, sed excesiva, convulsiones o cambios de comportamiento, falta de coordinación, debilidad y ceguera.
El diagnóstico requiere medir el porcentaje de glóbulos rojos en la sangre, una prueba simple disponible en la mayoría de las clínicas veterinarias. Las pruebas repetidas deberían ser normales en perros con eritrocitosis relativa y transitoria; sin embargo, los Galgos y otros lebreles tienen porcentajes más altos de glóbulos rojos en comparación con otras razas. Su veterinario utilizará otras pruebas de sangre y orina para distinguir entre eritrocitosis primaria y secundaria. En algunos casos también pueden ser necesarias radiografías y otras pruebas.
La eritrocitosis relativa puede necesitar tratarse con fluidos intravenosos y tratando la afección subyacente. El tratamiento de la policitemia vera incluye la extracción de glóbulos rojos mediante la extracción de sangre a través de un catéter colocado en una vena, y luego la sustitución de la sangre perdida con fluidos. También se pueden añadir al tratamiento fármacos como la hidroxiurea o el clorambucilo. En los animales con eritrocitosis secundaria debe tratarse la enfermedad subyacente.
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