La cardiomiopatía restrictiva es la segunda forma más común de cardiomiopatía en los gatos y se caracteriza por un ventrículo izquierdo rígido y no distensible, por lo general debido a un aumento de la formación de colágeno (es decir, cicatriz) en el ventrículo izquierdo. Se reconocen varias formas, como la endomiocarditis/fibrosis endocárdica, la fibrosis endomiocárdica y la fibrosis miocárdica. El aumento de la rigidez incrementa la presión diastólica para cualquier volumen diastólico dado. Como en la CMH, el resultado es un aumento del tamaño de la aurícula izquierda y de la presión de la aurícula izquierda, lo que provoca edema pulmonar o derrame pleural (insuficiencia cardiaca izquierda). En algunos gatos que tienen un engrosamiento endomiocárdico evidente o una obliteración parcial de la cavidad, el diagnóstico de cardiomiopatía restrictiva puede establecerse fácilmente utilizando una ecocardiografía bidimensional. En otros casos, el diagnóstico solo puede confirmarse mediante el uso de técnicas electrocardiográficas especializadas (p. ej., patrón de flujo de entrada mitral mediante Doppler pulsado o Doppler tisular). Puede ser evidente un trombo auricular izquierdo, con mayor frecuencia en la aurícula izquierda. Se suele conservar la función sistólica. La ecocardiografía Doppler de color muestra la regurgitación mitral.
Los signos clínicos y el tratamiento de la insuficiencia cardiaca son similares a los de la cardiomiopatía hipertrófica; sin embargo, el pronóstico parece ser peor, especialmente en gatos con ICC. Se desconoce la causa de la cardiomiopatía restrictiva.