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Diagnóstico de la enfermedad cardíaca en animales

PorMark D. Kittleson, DVM, PhD, DACVIM-Cardiology
Revisado/Modificado ene 2023

La enfermedad cardiaca se define como cualquier anomalía funcional, estructural o eléctrica del corazón. Engloba una amplia gama de trastornos que incluyen anomalías congénitas y trastornos anatómicos y fisiológicos de diversas causas. La enfermedad cardiaca puede clasificarse por diversas características, incluyendo la presencia al nacer (p. ej., congénita o adquirida), causa (p. ej., infecciosa, degenerativa, genética o hereditaria), duración (p. ej., crónica o aguda), estado clínico (p. ej., insuficiencia cardiaca izquierda o derecha o insuficiencia biventricular), por malformación anatómica (p. ej., defecto del septo ventricular), o por alteración eléctrica (p. ej., fibrilación auricular, complejos ventriculares prematuros).

El diagnóstico de las enfermedades cardiacas suele implicar la valoración de la reseña, la anamnesis y los hallazgos en la exploración, así como los resultados de pruebas diagnósticas como la radiografía, la electrocardiografía y la ecocardiografía. Raramente se necesitan pruebas más específicas como el cateterismo cardiaco, TC, RM o estudios nucleares.

Anamnesis y reseña

En los animales en los que se sospecha una enfermedad cardiaca, la reseña (edad, raza y sexo) ayudan a formular una lista de diagnósticos diferenciales. La reseña influye en la importancia relativa de las posibles enfermedades cardiacas (p. ej., la endocarditis es rara en gatos y perros pequeños, pero más frecuente en vacas y perros grandes), así como en muchas anomalías específicas (p. ej., predisposiciones de raza para ciertos defectos congénitos, cardiomiopatía dilatada [CDM], degeneración mixomatosa valvular, etc.).

Los animales que presentan enfermedad cardiaca a menudo no presentan signos clínicos. Los animales con insuficiencia cardiaca pueden tener:

  • Taquipnea.

  • Disnea

  • Distensión abdominal (ascitis).

  • edema subcutáneo

  • Debilidad.

  • Síncope (desmayo).

  • Cianosis.

  • intolerancia al ejercicio

  • Pérdida de peso.

Algunos hallazgos son más frecuentes en algunas especies, como el edema periférico o ventral (subcutáneo) en caballos y ganado vacuno con insuficiencia cardiaca derecha, a diferencia de la ascitis en perros con insuficiencia cardiaca derecha. Los gatos rara vez tienen tos con la insuficiencia cardiaca y suelen acudir con una historia de taquipnea/disnea (que puede ser sutil y pasar inadvertida por el propietario) y anorexia. En los perros, la tos puede deberse a un edema pulmonar; sin embargo, la tos en los perros se debe más frecuentemente a una enfermedad pulmonar (p. ej., bronquitis crónica). Por tanto, se debe tener extremo cuidado al evaluar perros (especialmente perros mayores, de razas pequeñas) con tos y un soplo cardiaco porque muchos no tienen insuficiencia cardiaca.

Exploración física

Se debe realizar una exploración física completa en cualquier animal que esté siendo evaluado por enfermedad cardiaca o que presente signos clínicos posiblemente atribuibles a enfermedad cardiaca. La exploración física cardiaca debe comenzar con la auscultación del corazón. La auscultación debe realizarse en un ambiente lo más tranquilo posible. En todos los gatos, perros pequeños y mamíferos pequeños, se debe utilizar un estetoscopio pediátrico. Además, solo se necesita usar el diafragma del estetoscopio, porque los sonidos cardiacos, incluidos los sonidos de galope, en animales de este tamaño no tienen una frecuencia lo suficientemente baja como para necesitar la campana. En perros grandes y grandes animales también debe usarse la campana. Por lo general, el latido del ápex en el lado izquierdo debe localizarse primero por palpación, luego colocar la cabeza del estetoscopio sobre el mismo (área mitral). La cabeza del estetoscopio se debe inclinar hacia delante y hacia arriba hasta la base izquierda (área pulmonar y aórtica). En cualquier animal joven también se debe tener cuidado de colocar la cabeza del estetoscopio más hacia delante (región axilar izquierda) para escuchar un soplo continuo (conducto arterioso persistente). Después se debe auscultar la región derecha del ápex. En un animal joven sospechoso de tener una cardiopatía congénita también se debe auscultar la base derecha y a lo largo del cuello.

Además de la auscultación del tórax, debe realizarse una palpación del tórax ventral para valorar la presencia de un frémito (vibración creada por un flujo sanguíneo turbulento que se puede palpar con la punta de los dedos) y alteraciones en la intensidad o localización del latido apical. La auscultación y palpación simultáneas del pulso también deben realizarse para identificar los déficits del pulso (latidos prematuros, fibrilación auricular) y para evaluar la fuerza y el carácter del pulso arterial sistémico.

Se debe realizar una auscultación pulmonar (consulte Sonidos respiratorios). El color de las membranas mucosas y el tiempo de llenado capilar deben valorarse, pero a menudo son normales incluso en animales con insuficiencia cardiaca grave. Puede haber cianosis si el animal está gravemente hipoxémico. Las extremidades se deben examinar para detectar la presencia de edema y debe evaluarse el abdomen para detectar la presencia de ascitis (palpación y oleada). Con el animal en posición en estación o sentado, se deben examinar las venas yugulares para detectar la presencia de distensión y pulsaciones anormales. Una vena yugular normal estará distendida y puede tener pulso cuando el animal está en decúbito lateral.

Tonos cardiacos en animales

Los tonos cardiacos se generan por la aceleración y desaceleración rápidas de la sangre y por las vibraciones secundarias del sistema hemocardiaco. Hay cuatro tonos cardiacos que se pueden auscultar potencialmente.

  • Primer sonido cardiaco (S1): cierre de las válvulas auriculoventriculares (AV) (válvulas mitral y tricúspide) al inicio de la sístole.

  • Segundo tono cardiaco (S2): cierre de las válvulas semilunares (válvulas aórtica y pulmonar) al final de la sístole.

  • Tercer sonido cardiaco (S3): vibración de los ventrículos durante la diástole, específicamente durante el llenado ventricular rápido (onda E en un ecocardiograma).

  • Cuarto sonido cardiaco (S4): vibración de los ventrículos durante la diástole tardía o sístole auricular.

En perros, gatos y hurones, S1 y S2 son los únicos tonos cardiacos audibles.

Ritmos de tres sonidos cardiacos (sonidos cardiacos de galope y clics o chasquidos sistólicos)

Un sonido cardiaco de galope (ritmo) consiste en la presencia de S1 y S2 acompañados por un sonido intermitente o sonidos en diástole (entre S2 y S1) que es o bien un tercer sonido acentuado (S3) o cuarto sonido cardiaco S4 o ambos. Los sonidos cardiacos al galope se clasifican como protodiastólicos (S3), presistólicos (S4) o de suma (fusión de S3 y S4). El sonido cardiaco de galope más común observado en perros es el resultado de un acentuado S3 y suele producirse de forma secundaria a una cantidad normal de sangre "vertida" en un ventrículo izquierdo rígido (como en la cardiomiopatía dilatada), o una cantidad masiva de sangre "vertida" en un ventrículo izquierdo normal en la diástole temprana (como en la regurgitación mitral y conducto arterioso persistente). Un sonido cardiaco S4 de galope está causado por la contracción auricular que empuja la sangre hacia un ventrículo izquierdo rígido. En los gatos con cardiomiopatía, especialmente la cardiomiopatía hipertrófica, el ventrículo izquierdo está rígido, por lo que se pueden oír tanto el tercer como el cuarto sonidos cardiacos. Sin embargo, dado que la frecuencia cardiaca suele exceder los 160-180 lpm en gatos en una consulta, normalmente es imposible determinar mediante auscultación si el sonido del galope se debe a un galope S3 o S4 ; a menudo, es una suma de los dos.

Los ritmos de galope no son los únicos ritmos de tres sonidos cardiacos que pueden auscultarse. Los chasquidos sistólicos también se producen en perros y gatos y son mucho más frecuentes que los ritmos de galope en perros. Un chasquido sistólico es un sonido corto y agudo que puede manifestarse durante la segunda mitad de la sístole. En los perros, los chasquidos sistólicos se producen principalmente en razas pequeñas de mediana y avanzada edad, y se cree que son una prueba de degeneración mixomatosa de la válvula AV, que causa un prolapso de la válvula mitral (como ocurre en humanos). También puede o no estar presente un soplo sistólico. Aunque los chasquidos sistólicos son razonablemente fáciles de distinguir de un sonido de galope en un perro (suelen ser relativamente fuertes y de tono alto, mientras que un sonido de galope es suave y grave), a menudo suenan idénticos a un sonido de galope en gatos. Las radiografías torácicas se pueden utilizar para ayudar a distinguir entre los dos. En los gatos, se escuchan sonidos de galope cuando hay una enfermedad cardiaca grave. Los chasquidos sistólicos se suelen escuchar en gatos con un corazón por lo demás normal. Por eso, si el corazón no está dilatado, es más probable que el sonido sea un chasquido sistólico. Los chasquidos sistólicos suelen ser únicos; sin embargo, pueden ser múltiples y pueden variar en intensidad (incluso desapareciendo por completo) según las condiciones de carga cardiaca. Rara vez, un ritmo de tres sonidos cardiacos es un ritmo bigeminal (en el que cualquier otro latido es prematuro).

Desdoblamiento de S o S

Los sonidos cardiacos divididos son infrecuentes, sutiles y rara vez clínicamente notables en pequeños animales. El desdoblamiento de S1 está causado por un cierre discordante de las válvulas mitral y tricúspide, que puede ocurrir cuando hay contracción asincrónica de los ventrículos, como en el bloqueo en rama izquierdo o derecho, marcapasos cardiaco y latidos ventriculares prematuros ectópicos. S1 también se puede dividir en perros sanos de razas grandes y en animales grandes.

El cierre retardado de la válvula pulmonar (en relación con la válvula aórtica) da lugar a un desdoblamiento de S2. El desdoblamiento de S2 puede ser un hallazgo normal en los caballos durante la respiración. El desdoblamiento anómalo de S2 está relacionado con la hipertensión pulmonar, como en el enfisema pulmonar de los caballos y la dirofilariosis grave en perros. Otras causas posibles incluyen un defecto grande del septo auricular, bloqueo en rama derecho o latidos ectópicos ventriculares prematuros de origen ventricular izquierdo. El cierre tardío de la válvula aórtica (división paradójica de S2) puede oírse en un bloqueo en rama izquierdo o en latidos ectópicos ventriculares prematuros de origen ventricular derecho. Nunca se ha descrito en pequeños animales. Una división de S2 es un hallazgo sutil que por lo general debe escucharse varias veces junto con un mentor antes de que pueda apreciarse.

Soplos cardíacos en animales

Los soplos cardiacos son vibraciones audibles (sonido) que emanan del corazón o de los principales vasos sanguíneos. La gran mayoría se debe a un flujo sanguíneo turbulento provocado por un flujo sanguíneo de alta velocidad que produce un soplo de frecuencia mixta. Con mucha menos frecuencia, los soplos se deben a las vibraciones de las estructuras cardiacas, como parte de una valva valvular o estructura cordal que produce un soplo de frecuencia única (musical). Los soplos se definen típicamente en relación con el tiempo (sístole, diástole, continuo); intensidad (grados 1-6); y localización (por ejemplo, ápice izquierdo, base izquierda). También pueden caracterizarse por su frecuencia (tono), calidad (p. ej., musical) y configuración (p. ej., creciente-decreciente).

Un soplo sistólico suele describirse como de eyección (creciente-decreciente) o regurgitante (holosistólico, meseta). Sin embargo, hacer esta distinción es a menudo difícil, incluso para un examinador experimentado, especialmente cuando la frecuencia cardiaca es rápida. Los soplos sistólicos de eyección suelen mostrar su máxima intensidad durante la mitad de la sístole y tienen forma de diamante durante la fonocardiografía. Los soplos sistólicos suelen producirse por lesiones estenóticas en las válvulas semilunares (p. ej., estenosis pulmonar o estenosis subaórtica). Un clásico soplo sistólico de regurgitación muestra una intensidad constante durante toda la sístole y pueden estar causado por regurgitación de las válvulas mitral o tricúspide (p. ej., degeneración mixomatosa de la válvula mitral) o defecto del septo ventricular. Sin embargo, estos soplos también pueden cambiar de intensidad durante la sístole.

Los soplos diastólicos suelen ser decrecientes (disminuyendo de intensidad a lo largo de la diástole) y normalmente están causados por una insuficiencia aórtica (como la causada por la endocarditis infecciosa de la válvula aórtica en perros o enfermedad degenerativa en caballos). Los soplos diastólicos pueden sonar como un ataque en picado o gruñidos.

El soplo continuo suelen estar causado por el conducto arterioso persistente y se presenta tanto en la sístole como en la diástole. El soplo continuo varía de intensidad a largo plazo y suele ser más intenso al final de la eyección ventricular (segundo sonido cardiaco) y disminuye la intensidad durante la diástole. El término "soplo de vaivén" describe un soplo que se produce tanto en la sístole como en la diástole (p. ej., en un animal con estenosis subaórtica e insuficiencia aórtica).

En caballos se pueden oír con frecuencia soplos sistólicos precoces y diastólicos en ausencia de cardiopatía o anemia. El punto de máxima intensidad suele localizarse sobre la parte izquierda de la base cardiaca. En ocasiones se puede auscultar en caballos jóvenes sanos un soplo diastólico temprano, corto y estridente. En los gatos, los soplos cardiacos sistólicos a menudo se escuchan sin enfermedad cardiaca. Algunos de estos soplos sistólicos se deben a un aumento en la velocidad del flujo del tracto de salida derecho (obstrucción dinámica del tracto de salida del ventrículo derecho). También se detectan algunas veces soplos cardiacos inocentes en gatos y perros inmaduros (<3 meses de edad) y pueden ser el resultado de un aumento relatico del volumen de eyección (volumen sistólico/área de la sección transversal aórtica).

La intensidad del soplo cardiaco se clasifica de la siguiente manera:

  • Grado 1: el soplo de menor intensidad que se puede oír, por lo general detectado solo cuando la auscultación se realiza en una consulta tranquila.

  • Grado 2: un soplo débil pero fácilmente audible y restringido a un área localizada.

  • Grado 3: un soplo inmediatamente audible cuando la auscultación comienza en el lugar correcto.

  • Grado 4: un soplo fuerte escuchado inmediatamente al comienzo de la auscultación, pero no acompañado de un frémito.

  • Grado 5: un soplo muy fuerte con un frémito palpable.

  • Grado 6: un soplo extremadamente fuerte con un frémito que se puede escuchar cuando se retira el estetoscopio de la pared torácica.

Un soplo cardiaco sistólico leve (grados 1 y 2) no se suele deber a una enfermedad cardiaca o se debe a una enfermedad cardiaca leve. Una excepción sería una gran defecto del septo auricular. Un soplo cardiaco sistólico muy fuerte se suele asociar con una enfermedad cardiaca grave (p. ej., la estenosis subaórtica grave en perros casi siempre crea un soplo cardiaco sistólico fuerte), pero no siempre es así. Por ejemplo, un pequeño defecto del septo ventricular suele producir un soplo cardiaco sistólico fuerte en el lado derecho del tórax, e incluso algunos perros con leve regurgitación mitral tienen un soplo cardiaco fuerte. Los soplos cardiacos de grado 3 y 4 no suelen ser predictivos de la gravedad de la enfermedad cardiaca.

La clasificación de la gravedad del soplo es subjetiva y las diferencias entre los grados 1 y 2, los grados 3 y 4 y los grados 5 y 6 son difíciles de discernir, varían de un individuo a otro y no proporcionan información útil. Por consiguiente, puede ser mejor describirlos como leves, moderadamente fuertes a fuertes y palpables.

Arritmias en animales

Las arritmias (también llamadas disritmias o ritmos ectópicos) son anomalías de la frecuencia, la regularidad o del lugar de formación del impulso cardiaco y se detectan durante la auscultación. La presencia de una arritmia cardiaca no indica necesariamente la presencia de enfermedad cardiaca; algunas arritmias son normales, como la arritmia sinusal en un perro y el bloqueo AV de segundo grado en un caballo; muchas arritmias cardiacas son clínicamente insignificantes y no requieren tratamiento específico. No obstante, algunas arritmias pueden causar signos graves, como el síncope, o provocar la muerte súbita. Numerosos trastornos sistémicos pueden estar relacionados con ritmos cardiacos anómalos. Los hallazgos auscultatorios comunes en animales con una arritmia son una frecuencia demasiado lenta (bradicardia), una frecuencia demasiado rápida (taquicardia), latidos prematuros (se oye un latido demasiado pronto), un ritmo irregular y pausas en el ritmo. Siempre que se escuche un ritmo anormal, se debe realizar un ECG.

Pulsos en animales

El pulso arterial es la expansión rítmica de una arteria por el flujo sanguíneo o presión que se puede palpar digitalmente (o visualizar) durante la exploración física. Fisiológicamente, el pulso es la presión sistólica (el pulso que uno siente) menos la presión diastólica. El mejor lugar para palpar el pulso arterial depende de la especie; en perros y gatos, el pulso arterial se suele palpar en la arteria femoral, mientras que en los caballos se suele utilizar la arteria facial. Para sentir el pulso máximo, el examinador debe primero ocluir la arteria con los dedos y luego disminuir gradualmente la presión digital hasta sentir el pulso máximo.

Un pulso débil (una reducción de la presión del pulso) suele estar causado por una disminución de la presión sistólica y puede observarse con una disminución del volumen sistólico en animales con insuficiencia cardiaca, shock hipovolémico o taponamiento cardiaco, así como con estenosis subaórtica grave. Sin embargo, también se puede notar un pulso débil en un animal sano si la arteria no se palpa adecuadamente o en un animal obeso o muy musculoso. Un pulso saltón (un aumento en la presión del pulso) normalmente está causado por una disminución de la presión diastólica y pueden notarse en insuficiencia aórtica o conducto arterioso persistente. Sin embargo, el pulso en un perro delgado y atlético también puede notarse más fuerte de lo esperado. El pulso palpado con la regurgitación mitral a menudo es normal, pero a veces se puede denominar "enérgico".

Un déficit de pulso es un pulso ausente a pesar de la auscultación de un latido cardiaco, y de este modo se detecta durante la auscultación y la palpación simultánea del pulso. Los déficits del pulso a menudo se deben a un latido prematuro que se produce tan rápido que los ventrículos son incapaces de llenarse lo suficiente, lo que da lugar a una disminución del volumen sistólico que provoca un pulso débil o ningún pulso. La fibrilación auricular también produce déficit del pulso y alternancia de la fuerza del pulso.

Los perros con una estenosis subaórtica grave pueden tener una presión del pulso que aumenta lentamente durante la sístole ventricular y alcanza un pico de presión al final de la sístole, que se conoce como pulsus parvus et tardus. El pulso paradójico es la disminución de la presión del pulso durante la inspiración y un aumento durante la espiración. El pulso paradójico se suele producir en animales, pero es demasiado sutil para observarlo en la exploración física. Los animales con taponamiento cardiaco (derrame pleural grave), sin embargo, demuestran este hallazgo muy marcado, por lo que es detectable. El pulso alternante es un pulso alterno fuerte y débil mientras el animal está en ritmo sinusal; puede observarse (aunque raramente) en animales con insuficiencia miocárdica grave (normalmente terminal) o taquiarritmias. El pulso bigémino consta de un pulso fuerte y uno débil alternos, causados por una arritmia, por ejemplo la bigeminia ventricular. El pulso débil (durante la contracción ventricular prematura) sigue característicamente un intervalo de tiempo más corto que el pulso fuerte.

El pulso venoso yugular se puede observar en animales sanos pero no se suele extender más allá de la entrada torácica.

Sonidos respiratorios en animales

El edema pulmonar puede producirse como resultado de la insuficiencia cardiaca congestiva (ICC). Los animales con edema pulmonar estarán hiperpneicos (tienen un aumento de la frecuencia respiratoria [taquipnea] y de la profundidad de la respiración) y pueden estar disneicos. El aumento de la profundidad de la respiración puede aumentar los sonidos broncovesiculares. En los animales con edema pulmonar se pueden auscultar crepitaciones finas y, con menor frecuencia, gruesas; sin embargo, las crepitaciones finas solo se oyen al final de una inspiración profunda. Las crepitaciones gruesas en los perros se escuchan con mayor frecuencia en la bronquitis crónica. El edema pulmonar suele ser silencioso (sin anomalías auscultatorias). Los sonidos respiratorios pueden estar ausentes en animales con derrame pleural, en especial ventralmente.

Ascitis en animales

La distensión abdominal puede producirse por gas, tejido blando o acumulación de líquidos. Los animales con insuficiencia cardiaca derecha (p. ej., debida a dirofilariosis, displasia de la válvula tricúspide o taponamiento cardiaco) pueden desarrollar ascitis. Dado que hay muchas causas de ascitis, es importante evaluar las venas yugulares en todos los casos en los que haya ascitis. Si la insuficiencia cardiaca derecha es la causa de la ascitis, las venas yugulares pueden estar distendidas (pero a menudo no lo están en perros y gatos) por el aumento de la presión auricular derecha. Si las venas yugulares no están distendidas en un perro o un gato con ascitis, se debe realizar una prueba de reflujo hepatoyugular. Para hacerlo, una persona examina las venas yugulares con el animal en estación o sentado, mientras que otra ejerce una presión firme y constante sobre el abdomen. En un perro o un gato con insuficiencia cardiaca derecha las venas yugulares deben distenderse bien hacia arriba del cuello con esta maniobra. Si hay ascitis sin distensión venosa yugular y con una prueba de reflujo hepatoyugular negativa, se deben considerar causas extracardiacas de la ascitis.

Aleteo diafragmático sincrónico en animales

El diafragma puede contraerse sincrónicamente con el corazón produciendo sonidos fuertes de golpeteo a la auscultación y una contracción visible en el flanco. El síndrome es el resultado de la estimulación del nervio frénico por la despolarización auricular y se produce principalmente cuando hay un marcado desequilibrio electrolítico o ácido-base, en particular con la hipocalcemia. El aleteo diafragmático sincrónico es más común en caballos y perros. Aparece con mayor frecuencia en los perros en asociación con hipocalcemia y desequilibrios electrolíticos inducidos por enfermedad GI, aunque también se producen casos idiopáticos. Análogamente, en los caballos se produce con hipocalcemia y en los caballos de resistencia se acompaña de deshidratación y depleción de electrolitos.

Radiografía

Las radiografías torácicas con frecuencia aportan información valiosa en la evaluación de animales que padecen o se sospecha que padecen una cardiopatía. Sin embargo, la radiografía torácica rara vez se realiza en caballos o vacas para evaluar la enfermedad cardiaca debido al gran tamaño del animal y a la conformación corporal, lo que reduce la calidad de las imágenes. En los perros, en los que hay que tratar numerosos tipos corporales diferentes, siempre hay que evaluar la conformación del tórax antes de intentar evaluar el tamaño cardiaco.

En la proyección lateral los perros pueden ser normales, con tórax poco profundo o profundo. En las proyecciones dorsoventral (DV) y ventrodorsal (VD) pueden ser normales, de tórax estrecho o de barril.

Muchas razas pequeñas de perros tienen el tórax poco profundo. Un tórax poco profundo hace que la silueta cardiaca parezca aumentada de tamaño en la proyección lateral y, a menudo, es necesario recurrir a la proyección DV para obtener una valoración precisa del tamaño y la forma. En las razas de tórax profundo, incluso la cardiomegalia grave puede parecer normal en la proyección lateral y, dado que el corazón se asienta más erguido en el tórax, un tórax profundo (p. ej., en los Doberman Pinscher con cardiomiopatía dilatada) también puede enmascarar la presencia de cardiomegalia en la proyección DV. La obesidad también interfiere con la evaluación radiográfica precisa del tamaño cardiaco debido a la presencia de grasa intrapericárdica o porque el diafragma se ve empujado hacia delante, lo que disminuye el tamaño del espacio torácico y empuja el corazón hacia la parte craneal y más estrecha de la cavidad torácica.

Debido a la 1) marcada variación en la conformación del tórax, 2) los cambios observados entre la inspiración y la espiración, y 3) los cambios observados entre la sístole y la diástole, en la mayoría de los perros solo se pueden identificar cambios relativamente drásticos en el tamaño cardiaco global. Por consiguiente, afecciones como la cardiomegalia generalizada leve no pueden identificarse en las radiografías torácicas. La única cámara donde la dilatación leve, moderada y grave puede identificarse con relativa precisión es la aurícula izquierda. Una dilatación de las cavidades cardiacas específicas o de grandes vasos hace más probable la presencia de enfermedad cardiaca y también puede proporcionar claves para identificar la enfermedad específica presente.

El tamaño y la forma del corazón tienden a ser más uniformes en los gatos que en los perros. Los gatos normales de edad avanzada suelen tener un "nudo" en la aorta descendente proximal que se aprecia en las radiografías VD y DV.

El edema pulmonar cardiogénico es un hallazgo común en animales con insuficiencia cardiaca congestiva y puede estar asociado con congestión venosa pulmonar. Sin embargo, la identificación del edema pulmonar es a menudo difícil y puede no ser posible en algunos perros e incluso en algunos gatos. El edema pulmonar cardiogénico en perros se encuentra con frecuencia en la cara caudodorsal de los pulmones. En muchos casos esta región tiene una densidad intersticial que aumenta con la edad y la espiración, dando una falsa impresión de que existe edema pulmonar o enmascarando la presencia de edema pulmonar. Las unidades de radiografía digital, especialmente si no están perfectamente configuradas (para coincidir con las unidades analógicas), han dificultado aún más el diagnóstico en algunos casos.

En los animales con insuficiencia cardiaca izquierda crónica, la aurícula izquierda suele estar grave y siempre al menos moderadamente dilatada. En la insuficiencia cardiaca izquierda aguda (p. ej., rotura de las cuerdas tendinosas), la aurícula izquierda puede no estar dilatada. El derrame pleural suele identificarse fácilmente radiográficamente. En los perros, el derrame pleural se produce con insuficiencia cardiaca derecha o biventricular. En los gatos y muchas otras especies (p. ej., humanos, ovejas), se produce con mayor frecuencia con insuficiencia cardiaca izquierda. La resolución de estas anomalías en las radiografías torácicas posteriores puede considerarse una indicación de que el tratamiento ha sido eficaz. La presencia de edema pulmonar o derrame pleural no confirma definitivamente un origen cardiogénico ni excluye otro origen.

El tamaño cardiaco global puede evaluarse utilizando la escala cardiaca vertebral o índice de Buchanan (vertebral heart score, VHS, en inglés). La proyección lateral se suele usar para esta evaluación. Se utilizan calibradores manuales o electrónicos para medir el ancho de la silueta cardiaca (el diámetro máximo craneal a caudal) y la longitud de la silueta cardiaca desde la carina hasta el vértice de la silueta (dorsal a ventral). Estas medidas se superponen en las vértebras torácicas comenzando en el borde craneal de T4. Para normalizar las medidas para el tamaño del animal, la longitud y el ancho se suman y se expresan en términos de cuerpos de las vértebras torácicas. El índice vertebral cardiaco es muy variable entre razas, lo que limita su utilidad diagnóstica. Además, en los casos donde predomina la dilatación de una cámara (p. ej., regurgitación mitral), es más importante tratar de evaluar con precisión el tamaño de esa cavidad (la aurícula izquierda en el caso de insuficiencia mitral) que determinar el tamaño global de la silueta cardiaca.

La valoración del tamaño de la aurícula izquierda es una de las razones más comunes para realizar radiografías torácicas. Se suele tratar de una valoración subjetiva. En perros con insuficiencia mitral crónica debida a degeneración de la válvula mixomatosa, la gravedad de la insuficiencia mitral se basa en el tamaño de la aurícula izquierda, que se suele clasificar como dilatación leve, moderada o grave. En general, solo los perros con dilatación auricular izquierda de moderada a grave pueden presentar insuficiencia cardiaca izquierda (edema pulmonar). La evaluación del tamaño de la aurícula izquierda también es importante para determinar si un perro podría beneficiarse de la administración de pimobendán antes de la aparición de la insuficiencia cardiaca. En general, un perro debe tener al menos una dilatación auricular izquierda moderada antes de comenzar con pimobendán.

Electrocardiografía

La electrocardiografía es el registro de la actividad eléctrica cardiaca de la superficie corporal (que produce ECG de superficie). Debe usarse principalmente para identificar arritmias cardiacas. También puede identificar trastornos de la conducción que no alteran el ritmo y se ha utilizado para identificar la dilatación de la cámara en perros y gatos. Sin embargo, la inexactitud de la electrocardiografía en la identificación de la dilatación de la cámara y el advenimiento de la ecografía diagnóstica han disminuido este papel. A diferencia de los pequeños animales, en los que las fibras de Purkinje penetran solo hasta aproximadamente un tercio del camino hacia el miocardio, las fibras de Purkinje en caballos y ganado vacuno penetran en todo el miocardio, dando lugar a una despolarización de "estallido" de los ventrículos y una reducción de la producción de ondas y complejos en la superficie ECG. Por consiguiente, no existe relación entre la altura compleja en un ECG de superficie y la dilatación de la cámara en caballos y ganado vacuno. La derivación de ECG más común utilizada en grandes animales es una derivación base-ápex que produce grandes desviaciones y se usa para el análisis del ritmo. Los ECG deben usarse solo para caracterizar una arritmia en un animal con una arritmia auscultatoria y para monitorizar el ritmo durante la anestesia; nunca deben usarse como herramientas de detección en animales, como se hace en medicina humana (principalmente para los cambios secundarios a la enfermedad arterial coronaria).

Ecocardiografía

La ecocardiografía, el uso de la ecografía médica diagnóstica para evaluar el corazón y los grandes vasos proximales, complementa otros procedimientos diagnósticos cuantificando las dimensiones de las cámaras, el grosor de las paredes y los eventos dinámicos del ciclo cardiaco. También permite la visualización de la anatomía y el movimiento de las válvulas y la visualización de malformaciones congénitas que van desde un defecto en el septo interventricular hasta una válvula pulmonar estenótica. La velocidad del flujo sanguíneo también se mide con frecuencia y el flujo sanguíneo turbulento se identifica mediante ecocardiografía Doppler. Se pueden calcular los gradientes de presión, los volúmenes de flujo sanguíneo y otros índices de la función cardiaca. La ecocardiografía también puede identificar cambios en la textura del tejido miocárdico indicativos de isquemia y fibrosis y dibujar masas, vegetaciones valvulares, derrame pericárdico y otras muchas manifestaciones que previamente solo eran verificables con cateterismo cardiaco o en la necropsia.

Hay cuatro tipos principales de ecocardiografía:

  • La ecocardiografía bidimensional proporciona una imagen bidimensional y en forma de cuña del corazón en tiempo real. Se han desarrollado varias proyecciones estándar para los ejes largos y cortos a partir de imágenes estándar del tórax en perros, gatos, caballos y vacas.

  • La ecocardiografía en modo M se produce mediante un haz unidimensional de ultrasonidos que penetra en el corazón, proporcionando una "vista de picahielo" a lo largo del tiempo. Las interfaces del tejido que se encuentra el haz se trazan luego en una pantalla. Este modo de evaluación ecocardiográfica se ha utilizado por lo general para medir las dimensiones de la cámara, el grosor de la pared, el movimiento de la válvula y las dimensiones de los grandes vasos; sin embargo, a medida que la frecuencia de imagen de la ecocardiografía bidimensional ha mejorado, la ecocardiografía en modo M ha perdido parte de su utilidad.

  • La ecocardiografía Doppler mide la velocidad del flujo sanguíneo usando el principio de que un haz ecográfico cambia de frecuencia después de entrar en contacto con una estructura en movimiento (p. ej., eritrocitos, pared cardiaca). La ecocardiografía Doppler se divide en flujo de color, onda continua y ecocardiografía Doppler tisular.

    • La ecocardiografía Doppler de flujo en color es una forma de ecocardiografía Doppler pulsado que tiende al aliasing cuando se encuentra un flujo a alta velocidad, lo que permite la detección de flujo a alta velocidad (y por tanto turbulento) en el corazón y los grandes vasos.

    • La ecocardiografía Doppler de onda continua se usa para cuantificar el flujo a alta velocidad y, por tanto, para calcular los gradientes de presión, más comúnmente a través de las regiones de las válvulas, usando la ecuación de Bernoulli modificada (4 × velocidad2).

    • La imagen con ecocardiografía Doppler tisular se usa para medir la menor velocidad de movimiento de las estructuras cardiacas, más comúnmente las paredes ventriculares, en un intento de cuantificar la función miocárdica regional.

  • La ecocardiografía tridimensional es la modalidad más nueva para la ecografía del corazón. Al utilizar tres dimensiones, los cálculos de volumen son más precisos y las lesiones pueden evaluarse de forma más completa, ya que pueden verse desde múltiples perspectivas diferentes.

Cateterismo cardiaco

El cateterismo cardiaco implica la colocación de catéteres en las cámaras cardiacas y los grandes vasos circundantes para medir la presión, inyectar agentes de contraste y colocar dispositivos (es decir, "cardiología intervencionista"). Las indicaciones para el cateterismo cardíaco incluyen la evaluación diagnóstica (p. ej., cuando otras pruebas diagnósticas son insuficientes para identificar la anomalía cardiaca específica o son incapaces de identificar la gravedad de una lesión), para la valoración prequirúrgica (p. ej., ayuda en el diagnóstico de pericarditis constrictiva antes de la cirugía), como intervención terapéutica y en investigación clínica. El cateterismo cardiaco diagnóstico y prequirúrgico, no obstante, ha sido prácticamente reemplazado por la ecocardiografía. Actualmente la mayoría de los cateterismos cardiacos son procedimientos intervencionistas para tratar malformaciones cardiacas (p. ej., el cierre de un conducto arterioso persistente).