Los tumores hipofisarios no funcionales son infrecuentes en la mayoría de las especies. Los adenomas cromófobos parecen ser endocrinológicamente inactivos, pero pueden ocasionar atrofia por compresión de las porciones adyacentes de la hipófisis y extenderse al encéfalo superior. Los trastornos clínicos se producen debido a una falta de secreción de hormonas tróficas hipofisarias y a una función disminuida del órgano diana (p. ej., la corteza adrenal) o a trastornos del SNC. Frecuentemente, los animales afectados están deprimidos, incoordinados y débiles y pueden sufrir un colapso con el ejercicio. (Véase también panhipopituitarismo de inicio en la edad adulta.)
Con frecuencia, los adenomas hipofisarios endocrinológicamente inactivos llegan a tener un tamaño considerable antes de ocasionar signos obvios (o la muerte). Las células tumorales proliferativas incorporan las estructuras restantes de la adenohipófisis y del tallo infundibular. Es posible que el tumor comprima y reemplace totalmente el hipotálamo.