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Hipercalcemia en perros y gatos

PorMark E. Peterson, DVM, DACVIM-SAIM
Última revisión/modificación jul 2013

La hipercalcemia puede ser tóxica para todos los tejidos corporales, pero se producen efectos deletéreos importantes en los riñones, el sistema nervioso y el sistema cardiovascular. El desarrollo de los signos clínicos de la hipercalcemia depende de la magnitud del incremento del calcio y de la rapidez con que se desarrolla la hipercalcemia y su duración. Las concentraciones totales de calcio sérico ≤15 mg/dL pueden no estar relacionadas con los signos sistémicos, pero unas concentraciones séricas >18 mg/dL se asocian con frecuencia con unos signos graves que amenazan la vida del animal. La polidipsia y la poliuria son los signos más frecuentes de hipercalcemia y son el resultado de una menor capacidad para concentrar orina y de la estimulación del centro de la sed. También puede desarrollarse anorexia, vómitos y estreñimiento como resultado de una disminución de la excitabilidad de la musculatura lisa en el tracto GI. Una excitabilidad neuromuscular disminuida puede provocar signos de debilidad generalizada, depresión, espasmos musculares y convulsiones.

Existen muchas causas potenciales de hipercalcemia ( ver Causas de la hipercalcemia en perros y gatos). En los perros hipercalcémicos, la neoplasia (linfosarcoma) es la causa más común, seguida del hipoadrenocorticismo, el hiperparatiroidismo primario y la insuficiencia renal crónica. Otras causas de hipercalcemia en perros, en un orden de incidencia aproximado como se observa en la práctica, incluyen toxicosis por vitamina D, carcinoma de la glándula apocrina del saco anal, mieloma múltiple, carcinomas (de pulmón, mamario, nasal, páncreas, timo, tiroides, vagina y testicular) y, finalmente, ciertas enfermedades granulomatosas (blastomicosis, histoplasmosis, esquistosomiasis). Aproximadamente, el 70 % de los perros hipercalcémicos también presentan azoemia. Sin embargo, la azoemia es poco común en perros con hiperparatiroidismo.

Tabla
Tabla

En los gatos, la hipercalcemia idiopática parece ser la causa más frecuente de una alta concentración de calcio total, seguida de la insuficiencia renal y la malignidad. La hipercalcemia ionizada junto con la insuficiencia renal crónica es más común en los gatos que en los perros. Los tipos de tumores más comunes asociados con la hipercalcemia de malignidad en los gatos son el linfoma y el carcinoma de células escamosas. El hiperparatiroidismo primario se da en los gatos, pero no con tanta frecuencia como en los perros. Rara vez se observa hipercalcemia en gatos con hipertiroidismo.

Hipercalcemia maligna

La malignidad es la causa más frecuente de hipercalcemia persistente en perros, y es una causa común en gatos. En la hipercalcemia maligna, la hipercalcemia es principalmente el resultado de un incremento en la resorción ósea osteoclástica, pero también pueden desempeñar un papel importante la reabsorción renal tubular y la absorción intestinal incrementadas. Los factores que pueden producir tumores y provocar una hipercalcemia humoral maligna comprenden la PTH, la proteína relacionada con la PTH (PTHrP), el factor de crecimiento transformante, la 1,25-dihidroxivitamina D, la prostaglandina E2, el factor activador de los osteoclastos y otras citocinas (interleucina 1, interleucina 2 e interferón gamma). Aunque en las personas muchos tumores están asociados con hipercalcemia, la hipercalcemia relacionada con la malignidad en los perros está vinculada con mayor frecuencia al linfoma, al adenocarcinoma de las glándulas apocrinas del saco anal y al mieloma múltiple. Otros tumores (timoma, carcinoma espinocelular, carcinoma nasal, hemangiosarcoma y un indiferenciado adenocarcinoma) están también relacionados con la hipercalcemia en perros. La hipercalcemia humoral de malignidad se produce con menor frecuencia en los gatos que en los perros, pero se ha descrito en enfermedades como el carcinoma espinocelular, el mieloma múltiple y los síndromes linfoproliferativos.

Linfoma (linfosarcoma):

El linfoma es el tumor más frecuente asociado con la hipercalcemia en perros y gatos. La patogenia de la hipercalcemia en el linfoma puede implicar dos mecanismos generales: uno es la elaboración local de un factor osteolítico que induce la resorción ósea y la movilización de calcio cuando las células tumorales se infiltran en la médula ósea; el otro, probablemente más importante, es la hipercalcemia humoral, en la cual las células neoplásicas producen un factor humoral que actúa a distancia del tumor. Como prueba de la secreción de una sustancia humoral por parte de las células tumorales, se ha descrito en perros con linfoma una resorción ósea incrementada, fosfaturia y una excreción urinaria de monofosfato de adenosina cíclico (AMPc). Las concentraciones séricas de PTH y de 1,25-dihidroxivitamina D por lo general son bajas en estos perros, pero se ha detectado PTHrP en perros con linfoma ( ver Anomalías de laboratorio características asociadas a causas comunes de hipercalcemia).

De los perros con linfoma, el 10-40 % presentan una hipercalcemia concomitante, y un gran número de estos casos también la forma mediastínica de linfoma. Aunque suele existir una linfadenopatía detectable, la hipercalcemia puede ser la primera anomalía notable. Para el diagnóstico, puede ser necesario realizar una exploración física exhaustiva, junto con radiografías torácicas y abdominales, una ecografía abdominal, aspirados múltiples o biopsias de los nódulos linfáticos y aspirados múltiples de la médula ósea. El tratamiento con glucocorticoides (p. ej., prednisona) reduce las concentraciones séricas de calcio; sin embargo, los esteroides son linfolíticos y dificultan la identificación del linfoma.

Aunque las tasas de remisión en los perros con linfoma e hipercalcemia no difieren estadísticamente de aquellos que no presentan hipercalcemia, el tiempo de supervivencia es considerablemente menor, lo cual indica que los linfomas hipercalcémicos tienen un peor pronóstico. ( ver Linfoma canino y ver Virus de la leucemia felina.)

Adenocarcinoma de las glándulas apocrinas de los sacos anales:

Este tumor suele producirse en perros de ambos sexos, en los que se desarrolla hipercalcemia en ~90 % de los casos. Lo más probable es que los agentes humorales sean los responsables de la hipercalcemia, ya que se ha identificado una proteína similar a la PTH en el tejido tumoral de los perros. Este tumor suele ser maligno y en el momento del diagnóstico ya ha metastatizado en los nódulos linfáticos regionales. La resección quirúrgica se asocia con la reducción del calcio sérico. El fracaso en la extirpación de la totalidad del tumor o la recidiva del tumor suele provocar la recidiva de la hipercalcemia. A pesar de la escisión quirúrgica, la radiación y varios protocolos de quimioterapia, el tumor por lo general recidiva en unos pocos meses y el pronóstico es malo.

Mieloma múltiple:

En los perros y en los gatos, esta enfermedad está relacionada con la hipercalcemia en el 10-15 % de los casos. La patogenia de la hipercalcemia probablemente es multifactorial. Se sabe que las células del mieloma producen el factor activador de los osteoclastos en las personas, lo que puede explicar en parte la hipercalcemia. La presencia de lisis ósea extensiva también contribuye al incremento del calcio sérico. Aunque suele producirse un incremento de la concentración de proteína sérica en el mieloma múltiple, el incremento de la unión de la proteína al calcio rara vez justifica la hipercalcemia. El tratamiento del mieloma múltiple con quimioterapia se ha relacionado con un periodo de supervivencia a largo plazo, pero la presencia de hipercalcemia asociada, proteinuria de cadena ligera y lesiones óseas extensas se asocia con un menor periodo de supervivencia.

Hiperparatiroidismo primario

El hiperparatiroidismo primario proviene de la secreción excesiva de PTH por parte de una o más glándulas paratiroides anómalas (por lo general neoplásicas). Es relativamente infrecuente en perros y gatos. La hipercalcemia persistente es característica. El adenoma solitario de la glándula paratiroides externa o interna es la causa más común de hiperparatiroidismo primario, mientras que el carcinoma paratiroideo se ha descrito con poca frecuencia. Se ha descrito la hiperplasia de una o de las cuatro glándulas paratiroides, pero es muy rara.

Hallazgos clínicos:

Los signos más comunes son la polidipsia, la poliuria, la anorexia, el letargo y la depresión, pero muchos animales con grados medios de hipercalcemia son asintomáticos. Se han descrito con menos frecuencia el estreñimiento, la debilidad, los temblores, los espasmos musculares, los vómitos, la marcha rígida y la hinchazón de la cara.

Diagnóstico:

Los hallazgos más consistentes son la hipercalcemia, el fósforo normal o reducido y la baja densidad específica de la orina. Por lo general, la azoemia se desarrolla como consecuencia de una hipercalcemia de moderada a grave. En los animales hipercalcémicos que todavía presentan una función renal normal (concentraciones normales de creatinina sérica y nitrógeno ureico), la determinación de la PTH sérica ayuda al diagnóstico. En los animales hipercalcémicos con una función renal normal, las concentraciones de PTH sérica entre normales o aumentadas son compatibles con el hiperparatiroidismo primario, mientras que las concentraciones de PTH reducidas son compatibles con la hipercalcemia maligna. La ecografía de las glándulas paratiroides es una técnica diagnóstica útil, pero requiere una unidad de ecografía con un transductor de alta frecuencia en el rango de 7,5 a 10 MHz para lograr la resolución necesaria. Las glándulas paratiroides normales no siempre se visualizan en la exploración ecográfica, pero las glándulas paratiroides agrandadas aparecen como estructuras redondeadas hipoecoicas o anecoicas asociadas con la glándula tiroides. El hallazgo de una glándula paratiroides solitaria en un animal hipercalcémico apoya el diagnóstico de hiperparatiroidismo primario, mientras que el hallazgo de glándulas paratiroides agrandadas múltiples es compatible con el hiperparatiroidismo secundario. La ecografía no puede distinguir un adenoma paratiroideo de un adenocarcinoma. La exploración quirúrgica de la región cervical es un diagnóstico alternativo si no se ha podido determinar ninguna otra causa de hipercalcemia.

Tratamiento:

El planteamiento terapéutico más rentable y conveniente es la exploración quirúrgica del cuello y la extirpación del tejido paratiroideo anormal. Se ha utilizado la técnica percutánea guiada por ecografía (etanol) o la ablación por calor de la paratiroides y puede ser una alternativa viable a la cirugía en algunos casos. Antes de la intervención quirúrgica o la ablación pueden resultar beneficiosos los intentos de reducir la concentración del calcio sérico con fluidoterapia IV (salina) y con furosemidas ( ver Tratamiento de la hipercalcemia). No existe tratamiento médico para el hiperparatiroidismo primario, aunque el tratamiento para la hipercalcemia se puede realizar si se rechaza la cirugía.

Hipercalcemia relacionada con hipoadrenocorticismo

La hipercalcemia leve (≤15 mg/dL) se ha descrito hasta en un 30 % de los perros con hipoadrenocorticismo (enfermedad de Addison). Existen múltiples factores que pueden causar hipercalcemia, que consisten en el incremento del citrato de calcio (calcio complejado), la hemoconcentración (incremento relativo), el incremento de la reabsorción renal del calcio y el incremento de la afinidad de las proteínas séricas para el calcio. Aunque puede producirse un incremento de las concentraciones del calcio sérico, la fracción ionizada suele ser normal. La hipercalcemia se cura rápidamente con un tratamiento eficaz para el hipoadrenocorticismo.

Insuficiencia renal

En los gatos, la insuficiencia renal crónica (que habitualmente se asocia con nefritis intersticial crónica) parece ser la causa más frecuente de hipercalcemia. Se desconoce la patogenia de la hipercalcemia, pero las concentraciones de calcio ionizado se mantienen en la normalidad. En los perros, la insuficiencia renal causada por una enfermedad renal familiar se asocia más frecuentemente a la hipercalcemia que otras formas de insuficiencia renal. También puede existir hipercalcemia durante la fase poliúrica de la insuficiencia renal grave, pero es poco frecuente.

Hipercalcemia idiopática de los gatos

Un síndrome en gatos jóvenes o de mediana edad, descrito por primera vez a principios de la década de 1990, implica hipercalcemia que se produce sin una explicación obvia. Se ha sugerido que la alimentación con dietas acidificantes restringidas en magnesio predispone a los gatos a la hipercalcemia idiopática. Otra hipótesis plausible es que el contenido excesivo de vitamina D en algunos alimentos para gatos puede contribuir a esta afección. El calcio sérico total aumenta durante meses o años, a menudo sin signos clínicos obvios en las primeras etapas. El calcio ionizado está aumentado, a veces de forma desproporcionada con respecto al incremento del calcio sérico total. Los gatos de pelo largo pueden estar sobrerrepresentados; la mayoría no presentan azoemia en el diagnóstico inicial, pero la pueden desarrollar posteriormente. Los niveles de PTH son bajos o permanecen dentro del rango de referencia, la PTHrP no es detectable y los niveles de 25-hidroxivitamina D y calcitriol están dentro de los límites normales.

Rara vez está indicado el tratamiento intensivo de la hipercalcemia idiopática, porque la hipercalcemia se ha desarrollado gradualmente y es relativamente prolongada, y los signos clínicos importantes suelen estar ausentes. La mayoría de los gatos pueden tratarse como pacientes ambulatorios solo con cambios en la dieta o en combinación con un tratamiento farmacológico.

Se recomienda modificar la dieta como tratamiento de primera línea. Si se administra una dieta acidificante, se debe suspender. Se han recomendado varias dietas diferentes, que incluyen dietas ricas en fibra, dietas renales o dietas desarrolladas para prevenir la urolitiasis de oxalato de calcio. Otros recomiendan la alimentación con dietas enlatadas con una composición similar a la que comerían los gatos en la naturaleza (es decir, 40-60 % de las calorías como proteína, 30-50 % de grasa y <15 % de carbohidratos). Independientemente del tipo de dieta que se elija, es mejor administrar una dieta solo húmeda para promover la dilución urinaria y disminuir la posibilidad de formación de cálculos de oxalato de calcio. La administración de prednisona produce una disminución a largo plazo de las concentraciones de calcio ionizado y total en algunos gatos.

Si la normocalcemia no se ha restablecido después de una prueba de alimentación dietética de 6-8 semanas, se debe considerar el tratamiento con corticoesteroides o bisfosfonatos. La prednisolona se administra oralmente a razón de 5 mg/gato/día durante 1 mes antes de la revaluación. Si la concentración sérica de calcio ionizado es normal, esta dosis se mantiene durante varios meses. Si el valor de calcio ionizado todavía está elevado, la dosis se incrementa gradualmente hasta 10-20 mg/gato/día según sea necesario para restaurar la normocalcemia. Como alternativa, se puede instaurar un tratamiento con el bisfosfonato alendronato, comenzando con 10 mg PO una vez a la semana; la dosis puede aumentarse a 20-30 mg por semana, según sea necesario. Es sumamente importante administrar alendronato después de un ayuno de 12 horas, porque la comida reduce significativamente la absorción del fármaco; el ayuno también debe continuarse durante al menos 2 horas después de la administración de alendronato. La esofagitis erosiva es un efecto adverso conocido de los bisfosfonatos orales en pacientes humanos. Aunque se desconoce el riesgo de desarrollo de esofagitis en los gatos, el propietario puede dar al gato 5-6 mL de agua con una jeringa dosificadora inmediatamente después de la administración del alendronato; una pequeña cantidad de mantequilla aplicada en los labios del gato puede aumentar el lamido y la salivación y promover el tránsito del comprimido al estómago. Actualmente se desconoce la seguridad y eficacia a largo plazo de los bisfosfonatos orales en gatos, pero el alendronato parece ser relativamente seguro para su uso en gatos.

Lesiones osteolíticas:

La hipercalcemia producida por la invasión o la metástasis de un tumor en el hueso se desarrolla con muy poca frecuencia en animales. Los tumores óseos primarios (p. ej., el osteosarcoma) y las células neoplásicas en la médula ósea (p. ej., el mieloma múltiple) pueden producir ocasionalmente hipercalcemia. Los mecanismos por los cuales la neoplasia ósea puede producir hipercalcemia consisten en la destrucción mecánica debida a la infiltración de células (como ocurre en los tumores metastásicos y el osteosarcoma) y en la producción local de un factor activador de los osteoclastos (como ocurre en el mieloma múltiple). La osteomielitis bacteriana y la micótica también pueden producir ocasionalmente hipercalcemia. La hipercalcemia puede ser el resultado de una lisis ósea directa o puede estar mediada por los factores de resorción ósea (p. ej., las prostaglandinas y los factores activadores de los osteoclastos).

Otras causas de hipercalcemia

Hipervitaminosis D:

La intoxicación por vitamina D se produce por los efectos del excesivo consumo del metabolito bioactivo de la vitamina D. La toxicidad causada por el ergocalciferol (vítamina D2) o el colecalciferol (vitamina D3) puede producirse por la excesiva suplementación dietética (más común en perros jóvenes en crecimiento) para el tratamiento del hipoparatiroidismo primario. Ambas formas de vitamina D presentan una lenta aparición de su acción y una duración prolongada que dificultan una correcta dosificación. El tratamiento está dirigido a la interrupción de la suplementación o a la disminución de la dosis de vitamina D. La toxicidad causada por el calcitriol (1,25-dihidroxivitamina D), la forma más activa de la vitamina D, se produce más frecuentemente después del tratamiento del hipoparatiroidismo primario. El calcitriol es también un principio activo de algunos rodenticidas, pero estos productos no están ampliamente disponibles en muchos lugares en EE. UU.

En los perros, una reciente causa de intoxicación por vitamina D es la ingestión del análogo del calcitriol, el calcipotrieno (también denominado tacalcitol), que es una preparación tópica usada para el tratamiento de la psoriasis en personas. La intoxicación por calcipotrieno puede causar en los perros una grave calcificación metastásica en el tracto GI, el riñón y otros tejidos; la enfermedad a menudo provoca la muerte.

Plantas del hogar:

Ciertas plantas del hogar (p. ej., Cestrum diurnum [dama de día], Solanum malacoxylon y Trisetum flavescens) pueden contener una sustancia similar a la vitamina D que a su vez puede provocar hipercalcemia cuando se ingiere.

Enfermedad granulomatosa:

La hipercalcemia relacionada con la enfermedad granulomatosa se origina por una alteración del metabolismo de la vitamina D endógena. Los macrófagos activados en respuesta a una inflamación granulomatosa pueden desarrollar la capacidad de convertir precursores de vitamina D a la forma activa de la vitamina D (es decir, calcitriol) de una manera no regulada. Una alteración similar del metabolismo de la vitamina D en personas puede explicar la hipercalcemia en el linfoma no Hodgkin, el linfoma de Hodgkin y la granulomatosis linfomatoide.

En animales de compañía, la hipercalcemia asociada a la enfermedad granulomatosa se ha descrito en la histoplasmosis diseminada, la blastomicosis, la coccidioidomicosis, la tuberculosis y la esquistosomiasis. Se espera que los animales con hipercalcemia relacionada con la enfermedad granulomatosa presenten altas concentraciones séricas de calcio ionizado y bajos valores de PTH. Las concentraciones séricas de calcio vuelven a su valor normal con el tratamiento (es decir, con fármacos antifúngicos y la extirpación quirúrgica).

Pruebas diagnósticas para la hipercalcemia

El primer paso en la investigación de la hipercalcemia es excluir la posibilidad de resultados falsos. Idealmente, se debe volver a enviar una muestra en ayunas, ya que las condiciones de la muestra (lipemia o hemólisis) pueden aumentar artificialmente los valores de calcio sérico total descritos por los analizadores colorimétricos.

Si la hipercalcemia se repite, debe medirse el calcio ionizado, porque es un mejor reflejo de la forma biológicamente activa del calcio. El calcio total o el calcio total ajustado no son medidas fiables del estado del calcio.

En algunos animales con hipercalcemia ionizada persistente, la identificación de la causa será obvia después del análisis de la historia (exposición a vitamina D, fármacos, ingestión de plantas de interior) y de los hallazgos de la exploración física (masas, organomegalia, cáncer o enfermedad granulomatosa). En otros animales, la causa no será obvia y puede ser necesario realizar hematología, bioquímica sérica, pruebas de imagen de la cavidad corporal, citología e histopatología. En muchos animales es necesario el uso de pruebas especializadas, como la medición de la PTH, la PTHrP y/o la vitamina D, para confirmar el diagnóstico.

Si hay linfadenopatía se debe realizar un aspirado de nódulos linfáticos o una biopsia para comprobar si hay linfosarcoma. Si se encuentra un tumor del saco anal, se debe intentar la extirpación quirúrgica. Cualquier otra neoplasia ha de tratarse mediante extirpación quirúrgica, quimioterapia o radioterapia. Los problemas pueden surgir cuando la hipercalcemia se complica por insuficiencia renal o cuando se sospecha hiperparatiroidismo primario o malignidad oculta. En estos casos, la causa de la hipercalcemia puede no ser obvia y se deben tomar medidas adicionales para diferenciar el hiperparatiroidismo primario de los tumores ocultos que provocan hipercalcemia.

Calcio ionizado:

Dado que la fracción de calcio ionizado es la forma biológicamente activa y el componente que regula la producción de PTH, la medición de la concentración de calcio ionizado es el primer paso en la evaluación de las anomalías del calcio. Si el calcio ionizado es normal, incluso si el calcio total está aumentado, no se justifica ningún otro diagnóstico. Si el calcio ionizado está aumentado, se deben considerar las determinaciones de PTH y PTHrP si no hay causas obvias de hipercalcemia.

En muchos casos de hipercalcemia o hipocalcemia, las concentraciones de calcio total y calcio ionizado están altamente correlacionadas ( ver Anomalías de laboratorio características asociadas a causas comunes de hipercalcemia). Sin embargo, en algunos casos, la concentración de calcio total no refleja el estado del calcio ionizado. En los perros con insuficiencia renal, el calcio total es alto, pero el calcio ionizado es normal o sorprendentemente bajo. En esta situación, el aumento de calcio total parece reflejar un aumento de las cantidades de calcio complejado con aniones, un efecto que no se identificaría en las concentraciones de calcio ajustadas por la albúmina.

El calcio ionizado se mide en suero o plasma heparinizado mediante un instrumento que utiliza un electrodo específico de calcio. El calcio ionizado en suero puede ser falsamente alto cuando se recoge en tubos separadores de suero. Hay una medición simultánea del pH, que afecta a la unión del calcio a la proteína de manera inversa. Un aumento del pH se acompaña de una disminución del calcio ionizado. Las muestras de suero recogidas y manipuladas en condiciones anaerobias proporcionan los mejores resultados con los ensayos de calcio ionizado. Las muestras recogidas en tubos con EDTA no son adecuadas, porque el EDTA se une al calcio ionizado disponible.

Hormona paratiroidea:

La prueba de PTH es el siguiente paso en la evaluación de las anomalías del calcio, una vez que la hipercalcemia se ha confirmado por la medición de la concentración de calcio ionizado. La evaluación de la PTH puede revelar si las glándulas paratiroides responden adecuadamente al cambio en la concentración de calcio o si la causa del trastorno es una producción inapropiada de PTH. Si el metabolismo del calcio es normal, pequeños incrementos de calcio ionizado inhiben la secreción de PTH y pequeñas disminuciones de calcio ionizado aceleran la liberación de PTH.

Las determinaciones de PTH en suero o plasma son muy útiles en la evaluación de perros y gatos hipercalcémicos. Los animales con hiperparatiroidismo primario deben tener concentraciones de PTH entre normales y altas, mientras que aquellos con la mayoría de las otras formas de hipercalcemia tienen concentraciones bajas de PTH ( ver Anomalías de laboratorio características asociadas a causas comunes de hipercalcemia).

Proteína relacionada con la hormona paratiroidea (PTHrP):

La hipercalcemia asociada con la neoplasia no paratiroidea a menudo está causada por la producción de un factor humoral, la PTHrP, que tiene una bioactividad similar a la de la PTH. Desde su descubrimiento en la década de 1980, se ha encontrado que la PTHrP está asociada con una variedad de tumores que causan hipercalcemia de malignidad en las personas.

El análisis de la PTHrP se puede utilizar para confirmar la hipercalcemia de malignidad ( ver Anomalías de laboratorio características asociadas a causas comunes de hipercalcemia). Existe una prevalencia relativamente alta de resultados positivos en perros con adenocarcinoma de la glándula apocrina del saco anal, linfoma u otros tumores diversos. Sin embargo, la hipercalcemia humoral de malignidad siempre sigue siendo un diagnóstico diferencial en un perro hipercalcémico con una PTH baja y una PTHrP normal o negativa. En los gatos, los niveles elevados de PTHrP también son compatibles con la hipercalcemia humoral de malignidad, especialmente en gatos con carcinoma.

Metabolitos de la vitamina D (calcidiol y calcitriol):

Dado que los metabolitos de la vitamina D son químicamente idénticos en todas las especies, los radioinmunoensayos desarrollados para su uso en personas son satisfactorios para la medición en animales. La concentración de calcidiol (25-hidroxivitamina D) es un buen indicador de la ingestión de vitamina D y puede usarse para diagnosticar la hipervitaminosis D.

Los metabolitos de la vitamina D resultantes de la ingestión del colecalciferol presente en los raticidas pueden medirse con el ensayo para el calcidiol. La intoxicación por ingestión de colecalciferol o ergocalciferol se detectaría por un incremento de calcidiol que puede persistir durante semanas después de la exposición. El ensayo para el calcidiol también puede usarse para confirmar la intoxicación por ingestión de raticidas que contienen vitamina D3 como ingrediente activo.

El calcipotrieno, el análogo de la vitamina D que se encuentra en las cremas contra la psoriasis, no se mide con el ensayo para el calcidiol, pero se detectaría en el ensayo para el calcitriol. Desafortunadamente, el ensayo para el calcitriol no está ampliamente disponible para uso clínico.

Véase Anomalías de laboratorio características asociadas a causas comunes de hipercalcemia para un resumen de los valores previstos de PTH, calcio ionizado y PTHrP en los diversos trastornos que causan hipercalcemia. Por lo general, el nivel de PTH es normal o alto con hiperparatiroidismo primario, secundario o terciario. El nivel de PTH es bajo con otras causas de hipercalcemia (p. ej., hipervitaminosis D, malignidad asociada, insuficiencia renal, hipoadrenocorticismo).

Tabla
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Tratamiento de la hipercalcemia

Un grado leve de hipercalcemia puede no ser inmediatamente peligroso; hay tiempo para establecer un diagnóstico definitivo antes de iniciar el tratamiento. En animales con signos clínicos graves asociados con hipercalcemia, los esfuerzos diagnósticos y terapéuticos pueden realizarse simultáneamente. No existe un único protocolo de tratamiento que sea eficaz para todas las causas de hipercalcemia; se debe abordar a cada animal individualmente y determinar la causa de la hipercalcemia. El tratamiento definitivo de la hipercalcemia consiste en tratar o eliminar la causa subyacente. Desafortunadamente, la causa puede no ser evidente, por lo que se deben tomar medidas de apoyo para disminuir la concentración sérica de calcio. El objetivo de todo tratamiento de apoyo es mejorar la excreción urinaria de calcio y prevenir la resorción de calcio desde el hueso.

Fluidoterapia:

El volumen de expansión con solución salina al 0,9 % (90-125 mL/kg, IV, cada 24 h) disminuye la hemoconcentración e incrementa la pérdida renal de calcio mediante la mejora de la tasa de filtración glomerular y la excreción del sodio, lo que produce una menor reabsorción de calcio.

Diuréticos:

Los diuréticos que actúan sobre el asa, como la furosemida (2-4 mg/kg, dos-tres veces al día), incrementan la excreción renal de calcio; sin embargo, se pueden necesitar dosis más altas. Si existe deshidratación, en primer lugar debe instaurarse una fluidoterapia, ya que la contracción de volumen y la hemoconcentración pueden empeorar la hipercalcemia. Los diuréticos tiazídicos están contraindicados en la hipercalcemia, puesto que disminuyen la excreción renal del calcio y empeoran la hipercalcemia.

Glucocorticoides:

Los glucocorticoides como la prednisona o prenisolona (1-2 mg/kg, cada 12 h) o la dexametasona (0,1-0,2 mg/kg, cada 24 h) proporcionan un tratamiento de segundo nivel para los casos de hipercalcemia que no responden adecuadamente a los líquidos IV y a la furosemida. Reducen la resorción ósea de calcio, disminuyen la absorción intestinal de calcio, aumentan la excreción renal de calcio y son citotóxicos para los linfocitos malignos, lo que lleva a una reducción sustancial de la concentración sérica de calcio en animales con hipercalcemia secundaria a linfoma, mieloma, hipervitaminosis D, enfermedad granulomatosa e hipoadrenocorticismo. Sin embargo, el uso de glucocorticoides puede dificultar el diagnóstico definitivo de la causa subyacente de la hipercalcemia. Esto es especialmente cierto en el caso del linfosarcoma, porque los esteroides son linfocitolíticos y pueden alterar la arquitectura de los nódulos linfáticos y los patrones de infiltración de linfocitos en la médula ósea.

Agentes diversos:

El tercer nivel de tratamiento es añadir un bisfosfonato, mitramicina o calcitonina para el control a largo plazo de la hipercalcemia. Los bisfosfonatos ayudan a disminuir el calcio sérico al reducir el número y la acción de los osteoclastos. El pamidronato es el fármaco parenteral más utilizado; la dosis recomendada en perros es de 1-2 mg/kg, IV, mezclados en solución salina al 0,9 % administrada durante 2 h. En los gatos, el alendronato es la preparación oral más utilizada para controlar la hipercalcemia idiopática. La hidratación adecuada es esencial cuando se trata con bisfosfonatos, ya que estos fármacos pueden causar nefrotoxicidad, especialmente a dosis más altas. El pamidronato puede repetirse en 3-4 semanas si es necesario.

La calcitonina inhibe la resorción ósea al inhibir la actividad y la formación de osteoclastos. La dosis de calcitonina es de 4-8 U/kg, SC, dos-tres veces al día. La calcitonina es el agente hipocalcemiante de acción más rápida, ya que causa una disminución del calcio sérico pocas horas después de la administración. Sin embargo, su efecto es bastante transitorio y la reducción máxima del calcio no es tan grande como la observada con los bisfosfonatos o la mitramicina.

Los calcimiméticos, una nueva clase de fármacos, son agonistas de los receptores sensibles al calcio. El fármaco de esta clase más comúnmente utilizado es el cinacalcet. Al interactuar con los receptores sensibles al calcio en las glándulas paratiroides, estos fármacos reducen la secreción de PTH y pueden suprimir eficazmente la PTH circulante en todas las formas de hiperparatiroidismo. Se han convertido en una terapia importante para el hiperparatiroidismo secundario asociado con insuficiencia renal, así como para el tratamiento del hiperparatiroidismo primario.