Los tumores de células C o medulares de la glándula tiroides se han descrito con mayor frecuencia en toros, caballos y perros. En los toros, el desarrollo de tumores se ha asociado con feocromocitomas y adenomas hipofisarios.
Los tumores derivados de las células C (células parafoliculares, ultimobranquiales) de la glándula tiroides son más frecuentes en los toros y en los caballos adultos y de edad avanzada y en ciertas cepas de ratas de laboratorio. Se ha descrito que un porcentaje elevado de toros de edad avanzada ha desarrollado tumores de células C (≥30 %) o hiperplasia de las células C y derivados ultimobranquiales (≥15-20 %). Esto no se ha observado en las vacas alimentadas con dietas similares. La incidencia en toros se incrementa con la edad y frecuentemente se asocia con el desarrollo de una densidad vertebral incrementada. Los tumores endocrinos múltiples, especialmente los feocromocitomas bilaterales y en ocasiones los adenomas hipofisarios, se detectan coincidentemente en los toros con tumores de células C. Se ha observado una elevada frecuencia de tumores de células C tiroideas y de los feocromocitomas en una familia de toros Guernsey, lo que sugiere un patrón hereditario autosómico dominante. Una hiperplasia difusa o nodular de las células secretoras en la médula adrenal precede con frecuencia al desarrollo de un feocromocitoma.
En los perros, los tumores tiroideos de células C de la tiroides son un pequeño porcentaje de todos los tumores tiroideos (estimaciones del 0,1-12 %), pero la incidencia puede ser mayor. Distinguir estos tumores de otros carcinomas tiroideos solamente con el microscopio óptico es difícil, y la confirmación requiere tinción inmunohistológica. Estos tumores suelen estar bien encapsulados y no muestran la tendencia a la metástasis que presentan otros carcinomas tiroideos. La hipersecreción de calcitonina no se ha documentado claramente en los animales afectados. Tal vez relacionada con la liberación excesiva de prostaglandinas o serotonina, la diarrea es un signo clínico común en perros con tumores de células C de la tiroides.
Adenomas
Los adenomas de células C se encuentran en uno o ambos lóbulos tiroideos en forma de nódulos discretos, individuales o múltiples y de color gris a marrón. Los adenomas son más pequeños (~1-3 cm de diámetro) que los carcinomas y están separados del parénquima tiroideo por una delgada cápsula de tejido conectivo fibroso. La tiroides adyacente está comprimida pero no invadida por el tumor. En los caballos, los adenomas de células C pueden producir un agrandamiento palpable en la región cervical anterior. Los adenomas más grandes de células C incorporan la mayor parte del lóbulo tiroideo, pero con frecuencia existe un borde tiroideo de color marrón oscuro a rojo en un lado.
Carcinomas
Los carcinomas tiroideos de células C ocasionan extensos agrandamientos multinodulares de uno o ambos lóbulos tiroideos y pueden incorporar la glándula tiroides completa. Si están presentes, las metástasis en los nódulos linfáticos cervicales anteriores por lo general son grandes y tienen zonas de necrosis y hemorragia. Las metástasis pulmonares son infrecuentes y se encuentran como nódulos discretos de color marrón en todos los lóbulos pulmonares.
La estimulación crónica de las células C por un aporte excesivo de calcio en la dieta durante un largo periodo de tiempo puede estar relacionada con una mayor incidencia de este tumor en toros; a los toros adultos se les alimentaba frecuentemente con dietas que contenían 3,5-6 veces la cantidad de calcio recomendada para el mantenimiento, y cuando se disminuyó la ingestión de calcio se redujo la incidencia de estos tumores.
Los síndromes asociados con las anomalías en la secreción de calcitonina se reconocen con mucha menos frecuencia que los trastornos que implican a la hormona paratiroidea. Se ha descrito una hipersecreción de calcitonina en personas, en toros y en ratas de laboratorio con neoplasias tiroideas medulares (ultimobranquiales) derivadas de las células C. Se han especificado cambios osteoescleróticos en toros con este síndrome, pero la relación entre la secreción excesiva de calcitonina a largo plazo y la patogenia de las lesiones esqueléticas y su incidencia en otras especies no está clara.
En los perros, la graduación histológica del carcinoma tiroideo ha sido importante para el pronóstico, aunque el tipo histológico no. De mayor importancia es el volumen del tumor y su relación con el potencial metastásico; también, cuanto más profundamente fijado esté el tumor a las estructuras subyacentes, menos probable será conseguir una resección quirúrgica completa. El carcinoma medular de tiroides puede ser difícil de distinguir histológicamente del carcinoma que se origina en las células foliculares. La intervención quirúrgica es el principal tratamiento, pero algunas formas de tratamiento adyuvante son razonables debido al potencial de difusión metastásica y al tejido residual no resecable. Una combinación de radioterapia y quimioterapia podría ser ideal en teoría, y existe un interés creciente en dicha terapia combinada. Para el carcinoma tiroideo funcional, más bien raro en perros, el tratamiento con 131I sería una elección razonable.
Tumores de células de Merkel
Las células de Merkel son células neuroendocrinas ampliamente dispersas en el cuerpo y normalmente se encuentran en la piel. Los tumores de células de Merkel son raros, pero se han documentado en perros y gatos. La mayoría de los tumores en perros son benignos. Por el contrario, el carcinoma de células de Merkel en gatos se asocia con un mal pronóstico, con la aparición frecuente de metástasis en los nódulos linfáticos regionales y en órganos distantes.
Puntos clave
El carcinoma medular de tiroides se ha descrito en toros, caballos y perros.
El carcinoma medular de tiroides puede ser difícil de distinguir histológicamente del carcinoma de origen folicular tiroideo.
Los tumores de Merkel que afectan a la piel suelen ser benignos en perros, pero a menudo metastatizan en gatos.