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Higroma en perros

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Revisado/Modificado ene 2020

Un higroma es una falsa bursa que se produce sobre las prominencias óseas y sobre los puntos de presión, especialmente en los perros de razas grandes. En los perros jóvenes se cree que la patogenia se debe a un traumatismo. En los perros de avanzada edad, los higromas suelen ser el resultado de una deambulación alterada y de hallarse durante tiempo excesivo apoyados sobre superficies duras en una posición de decúbito. Son comunes en perros con artritis en el codo. El traumatismo produce una respuesta inflamatoria que da como resultado una cavidad de paredes densas y llena de líquido. Se desarrolla una inflamación indolora, blanda y fluctuante sobre los puntos de presión, especialmente sobre el olécranon y el tarso. Si se prolonga en el tiempo, puede desarrollarse una inflamación grave y puede producirse ulceración, infección, abscesos, granulomas y fístulas. La bursa contiene un líquido transparente, de color entre amarillo y rojo.

Si se diagnostican de manera precoz y si todavía son pequeños, los higromas pueden tratarse médicamente mediante aspiración aséptica con aguja y mediante la colocación de una protección correctora. Es imprescindible proporcionar lechos blandos o un acolchado sobre los puntos de presión para evitar posteriores traumatismos. En el higroma crónico está indicado el drenaje quirúrgico, el lavado y la colocación de drenajes Penrose. Las lesiones pequeñas pueden tratarse con terapia con láser. El láser reduce la inflamación y el edema y ayuda a estimular la curación. El drenaje cerrado por succión también se ha documentado como útil. Las áreas con una ulceración grave pueden requerir drenaje extenso, extirpación o injertos de piel. El uso de corticoesteroides intrahigromales no es recomendable. Las lesiones graves pueden convertirse en úlceras decubitales.

Los higromas pueden complicarse con comedones y forunculosis. El cultivo y la sensibilidad bacteriana siempre están indicados antes de la administración de la terapia antibiótica. Además, algunos perros desarrollan quistes foliculares o calcinosis cutis circunscrita en estas áreas. Se recomienda una biopsia cutánea de las lesiones atípicas o de las que no responden al tratamiento médico conservador.

Para más información

Consulte también la información para propietarios sobre higromas en perros.